Martín Caicedo es un señor de 68 años que ha dedicado 24 años a mantener, cuidar y embellecer los jardines del campo universitario. Todos los días se levanta muy temprano para llegar a la UCAB a las 6:30 am, alistarse y comenzar su faena laboral a las 7:00 am. Escoge y ordena sus instrumentos, limpia el césped y lo amontona para, después, recogerlo y pasar a la siguiente área. Martín reconoce:

Me encanta mi trabajo, le dedico tiempo y pasión para que quede bonito.

Constantemente hace lo posible para que los jardines luzcan bien y las plantas crezcan sanas y, como dice él, de color verde brillante. Destaca que su ardua labor hace posible que la comunidad universitaria disfrute de pasar tiempo en los jardines. Caicedo entró a trabajar en la universidad en el año 1990, como miembro de una compañía externa. En el año 2003, el padre y exrector Luis Ugalde reconoció su trabajo y le solicitó que formara parte de los trabajadores fijos de jardinería.

Martín es andino, nació en Rubio (estado Táchira), en donde transcurrió toda su infancia rodeado de mucho trabajo en el campo y una gran familia. Para el año 1966 decidió venir a probar suerte a la capital, ya que su ciudad natal atravesaba por una difícil situación: falta de trabajo. Al llegar a Caracas, es acogido por su familia capitalina y, casi de inmediato, consiguió trabajo como jardinero. En la actualidad, reside en La Vega junto con su esposa, Rosalba Mendoza, con quien lleva casado 35 años, y sus dos hijos de 30 y 22 años de edad.

Caicedo se considera un señor humilde, respetuoso, gracioso, trabajador, a quien le gusta hacer las cosas con dedicación. Cree en Dios, así como en el origen y la evolución del hombre. Reconoce que todas las cosas se deben hacer con cariño y desde el corazón, para que salgan bien y uno se siente a gusto con su alma y su trabajo.

♦ LEM