La Escuela de Educación de esta universidad cumple 57 años formando educadores de calidad. Este lunes 4 de abril, en el día inaugural de la semana de educación, investigadores, docentes y alumnos se han reunido en busca de estrategias para convertir a la educación venezolana en una de las mejores, y que beneficie no solo a un país sino a toda su población.

2030 es la nueva meta que se plantean los docentes en materia educativa. Eduardo García, profesor e investigador, explicó, en la jornada conmemorativa de la Escuela, que a partir de la reflexión de la situación actual que se vive en Venezuela y apoyándose en la memoria y cuenta del Ministerio del Poder Popular para la Educación se pueden proponer acciones para lograr cambios significativos a largo plazo.

Desde el año 1990, los educadores han participado en foros, convenciones, cumbres y demás reuniones, tanto en el país como en el extranjero, para evaluar el rendimiento y el cumplimiento de los sistemas educativos. Este seguimiento se hace para saber si la educación es realmente universal y para realizar planes que aborden el índice de deserción escolar, el analfabetismo y la matrícula. Sin embargo, la calidad educativa es una variable que entra en juego. García afirma que la calidad en términos de educación se ha empleado de manera ambigua, ya que es relacionada con el número de estudiantes que tienen las escuelas

Puedes tener muchos estudiantes, pero si no aprenden hay un problema.

Venezuela se enfrenta a casi un millón de estudiantes que deberían estar en las aulas y no lo están. Además de que hay una variación en el número de escuelas construidas. De 21 mil escuelas, solo 22 % están destinadas para la educación media.

¿Cómo hacen los alumnos para terminar el bachillerato si no hay suficientes escuelas?

 

METAS Y OBJETIVOS PARA EL 2030

La juventud es el futuro del país. Por lo tanto, como objetivo primordial García plantea que todas las niñas y niños deben terminar los ciclos de primaria y de secundaria. Que la educación sea gratuita, de calidad, inclusiva, equitativa, igualitaria y que produzca un aprendizaje útil para el mañana.

En cuanto a las propuestas, Ana Guinand, educadora, afirmó que en primer lugar se debe comprender el presupuesto educativo y el gasto del Estado, así como el financiamiento real del sector, además de entender qué han hecho otros países en Latinoamérica para superarse en este ámbito.

Evaluar qué se hace en Venezuela también es una de las propuestas que sugiere Guinand con la creación de un sistema de evaluación de desempeño escolar público y transparente, distinto al del Ministerio del Poder Popular para la Educación.

No obstante, los docentes también se incluyen en las propuestas. La creación de concursos, premios a la excelencia y el ofrecimiento de becas en el área de postgrado, serían un incentivo para mejorar los procesos de enseñanza. El salario es un asunto que no se escapa, un sueldo de por lo menos tres salarios mínimos, aparte de una jubilación atractiva en todos los niveles, es lo que se plantea.

Promover un proceso de descentralización desde el sistema nacional hasta las gobernaciones y alcaldías también está en la lista. Igualmente, vincular el sistema educativo con el mundo laboral para revalorizar la formación para el trabajo.

 

EL CURRÍCULO EDUCATIVO

La educación es un cambio a largo plazo. El país y el contexto sociopolítico también son factores que van moldeando al educador.

Actualmente en la formación de educadores se sigue el modelo pedagógico democrático; explicó el profesor Carlos Calatrava, donde la formación es un proceso universitario. Nacionalmente se han ido reduciendo los años de las carreras. Las escuelas, junto con la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, están bajo el mismo objetivo de incentivar la educación por competencias. Sin embargo, el país también debe resolver. Las variables externas manipulan y violentan lo que se intente hacer para mejorar la educación.

 

♦ Katherine González

 

En la foto: Ana Guinand y Eduardo García.