En el marco de la celebración del centenario de la Compañía de Jesús en Venezuela, en el Centro Cultural Padre Carlos Guillermo Plaza se inauguró la sala de arte experimental Padre Fernando Arellano. Sucedió este lunes 11 de julio al mediodía.

En la exposición se exhibió un conjunto de portadas de la revista SIC, que no solo reflejan las líneas estéticas del momento, sino las vicisitudes del país en el campo político, el social y el cultural. El acto estuvo presidido por el rector de esta casa de estudios Francisco José Virtuoso, quien dijo:

El padre Arellano fue un jesuita con una amplia trayectoria académica que formó varias generaciones de lingüistas.

Alrededor de veintiséis portadas emblemáticas de la revista elaborada por el Centro Gumilla adornaron la nueva sala experimental del Centro Cultural. Durante el evento se presentó la nueva imagen de AB UCAB ediciones (antes, Publicaciones UCAB), cuyo relanzamiento ofrecerá  un nuevo formato elaborado por artistas gráficos venezolanos, así como una organización por colecciones. De igual forma los asistentes del evento pudieron apreciar una muestra audiovisual de las obras de la Compañía de Jesús.

AB UCAB ediciones ofreció a todos los obispos presentes los primeros cuatro libros que surgen de esta nueva etapa: Elogio de la política, del padre Luis Ugalde; Laudato SÍ; La comunicación bajo asedio; La carta de Jamaica, de Tomás Straka, así como el libro Sembrando esperanza: 100 años de los jesuitas en Venezuela, de Joseba Lazcano.

 

ARELLANO, UN EJEMPLO JESUITA

Fernando Arellano (1908 a 2002) se desempeñó durante treinta años como profesor de las cátedras de Literatura Alemana, Escandinava, Rusa, Francesa, Inglesa y Norteamericana, así como de Historia del Arte, Filología española y Lingüística general en la Escuela de Letras de esta casa de estudios. Durante este tiempo, además de proponer la creación de varias asignaturas dedicada a estos estudios dentro del programa para la licenciatura en Letras, dio continuidad a la iniciativa de otros dos estudiosos jesuitas: el director del Instituto de Investigaciones Históricas, José del Rey Fajardo, y Jesús Olza Zubiri, gramático y especialista en lenguas indígenas.

Cuando tenía 19 años, Arellano viajó a Alemania, específicamente a la comunidad de Pullach, a estudiar filosofía. También se formó académicamente en la Universidad de Salamanca, en España, donde fue discípulo de Miguel de Unamuno.

Arellano dedicó varias de sus obras a la cultura indígena y a la labor evangelizadora y cultural de la Compañía de Jesús en América. Algunas de sus obras emblemáticas:

  • El arte hispanoamericano
  • El arte jesuítico en la América Española (1568 – 1767)
  • La cultura y el arte del México Prehispánico

♦ Luis E. Martínez