La comunicación es algo tan básico e imprescindible que no podemos dejar a un lado. Si sabes comunicarte es probable que tengas éxito en muchos campos, porque sabrás hablar y desenvolverte en cualquier contexto y frente a quien sea, ya sean socios, jefes, amigos o enemigos. Esto te llevará a establecer conexiones significativas para cualquier ámbito o interés que puedas tener.

Una buena comunicación te brindará mayor respeto, confianza en la gente hacia ti y resolver los problemas con mayor eficacia, así como tomar decisiones con rapidez y asertividad.

Acá te dejamos algunos consejos para que pongas en práctica en 3, 2, 1…

  • Maneja tus emociones: Tener inteligencia emocional es el primer paso que debes tener en cuenta. Procura dominar tus emociones y no que ellas te dominen a ti.
  • Ten capacidad de enfoque: Cuando te estés comunicando, procura mantener tu atención y enfoque hacia lo que estás haciendo, porque si quieres ser un buen comunicador, ya sea para hablar o para recibir información, necesitas olvidarte de ser multitasking y poder concentrar toda tu atención en el momento.
  • Aprender a escuchar: Este punto se relaciona con el anterior, recuerda que a todos nos gusta sentirnos escuchados. Si quieres que te escuchen, comienza por hacerlo tú.
  • No hagas juicios: Mantén tu mente abierta y no juzgues a las persona. Recuerda que todos somos diferentes y a la vez iguales. Si tienes un juicio hacia alguien, se te hará complicado comunicarte.
  • Da tu retroalimentación: Ponte en los zapatos de quien estás escuchando y hablando. Hazle saber que te interesa lo que oyes. Hazle preguntas interesantes o, simplemente, da un consejo.
  • Comunicación no verbal: Ya deberías saberlo, pero igual te lo recordamos: el lenguaje corporal es tan importante como el verbal. Desde la postura hasta los gestos pueden expresar inconformidad o nerviosismo o, por el contrario, seguridad y calma.
  • Sé asertivo: Esto implica expresar lo que sientes y piensas sinceramente, pero sin irrespetar a los demás. Valora las opiniones de los demás, tanto como la tuya. También debes aprender a decir “no” o “sí” cuando sea necesario.

♦Luis E. Martínez