El director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello, José Javier Salas, está preocupado. Asegura que el nuevo plan de estudio para la educación media publicado en Gaceta Oficial en diciembre pasado se está implementando en varios liceos del país, aunque el propio Ministerio de Educación suspendió su aplicación a finales de enero y anunció un proceso de consulta nacional para adecuar su contenido.

“Vemos  con preocupación cómo se ha seguido probando un modelo que tiene muchas fallas y apunta al fortalecimiento del gobierno en detrimento del pensamiento crítico y la calidad en nuestras aulas de clase”.

Salas sustenta sus afirmaciones en la Instrucción No. 1  emanada del despacho del ministro Elías Jaua, a través de la cual se ordena restituir la enseñanza específica de materias como física, química, biología, ciencias de la tierra, historia, inglés, matemática,  geografía o lengua,  cátedras que habían quedado diluidas en la modificación.

Sin embargo, el mismo documento deja claro que el nuevo currículo “se mantiene vigente hasta la finalización del año escolar  2016-2017 en las  instituciones que lo hayan implementado” y se informa que “el plan de estudio que resulte del proceso de adecuación será aplicable para el año escolar 2017-2018”.

“Con esto se puede deducir que la orden de reflexión ministerial sólo persigue un propósito político: desviar la atención de lo importante y mantener en suspenso la ejecución de esta reforma mal intencionada”.

La autoridad universitaria menciona como preocupantes cuatro aspectos del polémico currículo: la ausencia de un perfil de egreso del estudiante; la ausencia de procesos de evaluación claros por áreas del saber; el análisis superficial en materias como física y química y el abordaje intencionado de las ciencias sociales para publicitar la opción política del Ejecutivo.

Sin embargo, el profesor cree que el punto más delicado de la reforma  siendo el uso de los libros de la Colección Bicentenario como referentes académicos básicos.

“Un ejemplo gravísimo es el del libro relacionado con el área de memoria, territorio y ciudadanía (ciencias sociales) de cuarto año, el cual puede calificarse como un curso de promoción del pensamiento político del gobierno”.

El académico asegura que desde principios de año la Escuela de Educación de la UCAB  y el Centro de Reflexión y Planificación Educativa (CERPE) vienen realizando jornadas de análisis sobre el tema  en las que han participado más de 800 docentes.

“Estamos ocupándonos en proponer y mejorar. El próximo 24 de mayo tendremos una nueva cita con la premisa de que tomen la palabra los protagonistas de la educación. Estamos abiertos al diálogo con las autoridades y los sectores involucrados.  Hemos dispuesto espacios para reconocer las virtudes y bondades de la propuesta, pero alzamos la voz ante elementos que son inaceptables”.

 

Salas también reiteró el compromiso de la institución que dirige con la promoción del valor del docente en la sociedad y la innovación educativa como medios para incentivar la vocación en los futuros bachilleres.  Anunció que el 26 de abril se realizará en la UCAB el I Congreso de Innovación Educativa, en el cual se expondrán experiencias exitosas que están ocurriendo en el país en esta materia.  Llamó a la sociedad venezolana a  defender la educación como única vía para lograr la reconstrucción nacional.

 “Sabemos que el escenario no puede ser más adverso: la crisis económica, las remuneraciones miserables al maestro y disposiciones gubernamentales atentan contra el  esfuerzo, dedicación y empeño que nuestra juventud debe desarrollar en esta área. Sin embargo, desde la Escuela de Educación seguimos apostando por formar el mejor maestro y profesor que necesita el país y para ello abrimos nuestras instalaciones para recibir a cientos de jóvenes y compartir con ellos el maravilloso mundo de formar y educar. Estamos atentos a todos los que deseen incorporarse en esta cruzada”.

 

Fundada en 1959, la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello tiene como visión ser un espacio de producción de conocimientos para la innovación educativa a través de la investigación, formadora de educadores de excelencia académica, profesional y personal, competentes para dar respuestas a la realidad socio-económica del país y generadora de encuentros de saberes que favorecen el diálogo entre la comunidad y la Universidad.