Aunque la crisis de salud que vive Venezuela sea de una magnitud descomunal y el Estado esté obligado a atenderla, la solidaridad de las personas y la acción ciudadana organizada han logrado reducir su impacto, al menos parcialmente.

Así lo aseguraron la periodista Acianela Montes de Oca (especializada en la fuente de salud y docente); Feliciano Reyna, activista de la asociación civil Acción Solidaria en VIH/Sida; y las periodistas Clavel Rangel y Mariengracia Chirinos, colaboradoras del  Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), durante el foro «Redes de apoyo para afrontar la crisis de salud», organizado por la Dirección de Egresados de la Universidad Católica Andrés Bello. 

Los expertos realizaron un análisis de la situación actual y llamaron la atención sobre el papel ciudadano para enfrentar las dificultades que supone esta crisis.

Violación masiva de derechos humanos

El primero en hablar fue el director de Acción Solidaria, Feliciano Reyna, quien manifestó que la escasez de medicamentos y demás dificultades que están padeciendo millones de pacientes en todo el país no puede ser minimizado. 

“No se trata de decir que hay un índice de emergencia humanitaria compleja; eso es un eufemismo para hablar de la violación masiva de derechos humanos”.

Explicó que los factores que tienen que ver con la emergencia humanitaria venezolana involucran salud, nutrición, desplazamientos y migraciones, a la vez que señaló que  las instituciones del Estado venezolano son responsables de detener esta calamidad.

“El Estado tiene la obligación de movilizar los recursos, incluyendo la cooperación internacional. Los que resultan más afectados son los niños y las personas de la tercera edad”.

Recordó que Acción Solidaria inició su funcionamiento en los años 90 para apoyar a más de 300 pacientes con VIH en Venezuela que requerían medicamentos de alto costo. “Comenzamos a ver qué podíamos hacer y en poco tiempo comenzaron a aparecer luces de personas que querían colaborar».

Señaló que la crisis actual los ha obligado a ir más allá .

«Hasta octubre de 2017 hemos movilizado unas 40 toneladas de ayuda en medicinas e insumos médicos. Personas de 42 ciudades, de 17 países, se han sumado a la cooperación de forma espontánea”.

Para Reyna, ha sido sorprendente la respuesta y la solidaridad de las personas que aportan recursos y tiempo para ayudar la recaudación de insumos y movilizarlos eficientemente para que puedan ser distribuidos,  ya que cada entrega efectiva de un medicamento tiene por detrás una tragedia familiar que merece ser atendida.

Recalcó que el rol de los medios de comunicación es vital en esta circunstancia tan difícil. “Hay que promover que las personas se sientan titulares de derecho”.

El cambio nos debe encontrar trabajando

Acianela Montes de Oca señaló que en el marco jurídico venezolano el Estado se compromete a ser el garante de la salud y ninguno de los postulados establecidos se ha cumplido. “A todo hay que sumarle la iniquidad e ideologización en el sistema”.

Explicó que hablar de salud involucra el aspecto físico, mental, social y ambiental.  

“Actualmente tenemos epidemia de estrés, ansiedad y ataques de pánico. No son casos aislados. Tenemos una situación riesgosa en cuanto al bienestar físico: ha resurgido el paludismo y la fiebre amarilla. No podemos olvidarnos del saneamiento ambiental y la falta de políticas de prevención, así como el desprecio ante mecanismos de educación para la salud”.

Sostuvo que la falta de comunicación le impide a la gente tener mecanismos para enfrentar las epidemias.

“Estamos hipotecando el futuro y se trata de toda una generación en desventaja. Es el momento de que las universidades hagan investigación–acción. Más allá de la esperanza, la única manera de actuar es con la conjugación de esfuerzos y organización”.

 “Huérfanos de la salud”: visibilizar a las víctimas

Las periodistas Clavel Rangel y Mariengracia Chirinos presentaron la investigación que realizaron para el IPYS, sobre la crisis del sistema público de atención médica en Venezuela y su impacto en la capacidad del Estado para garantizar los derechos de los niños.

A través de un reportaje multimedia llamado “Huérfanos de la salud”, que se divide en seis capítulos, el equipo investigador estudió el desempeño estatal y  demostró las carencias en esta materia.

“Hay 90 por ciento de escasez de medicamentos para niños y 96 por ciento de escasez de penicilina y sus derivados. También la investigación mostró que las emergencias pediátricas estaban colapsadas porque las instancias previas también lo están”, comentó Chirinos sobre algunos datos alarmantes que resultaron de la investigación. 

Según Rangel,  un disparador para poner el foco de la investigación fue la denuncia de la falta de incubadoras.

“Se importaron equipos, se distribuyeron por toda Venezuela y se dañaron. En algunos casos ni se instalaron. Mientras, repuntan las denuncias de mortalidad infantil”.

Mencionó como otros hallazgos la falta de vehículos y neveras para ampliar la vacunación y el aumento de los casos de desnutrición en los últimos dos años.

Mariengracia Chirinos también advirtió la indefensión en la que se encuentra la población más vulnerable. 

“Los niños están huérfanos de justicia porque son muy pocas las instancias oficiales que se dedican a hacer denuncias de violaciones a los derechos de la salud”. 

Todos los expositores de este foro coincidieron en que la atención del derecho de salud es una competencia indelegable del Estado, pero los ciudadanos deben organizarse para paliar la crisis, a la vez que exigir sus derechos. Insistieron en que son muchos los que están dispuestos a ayudar desde distintos ámbitos y cada contribución es necesaria.

♦Texto elaborado por la Dirección de Egresados de la UCAB/Fotos: María Alejandra Valera