Menos de la mitad de los alumnos de pregrado de la Universidad Católica Andrés Bello lee diariamente y más de 60% prefiere contenidos de entretenimiento.

Así lo sugiere el sondeo ¿Cómo y para qué leemos?, realizado por el Centro de Investigación y Evaluación Institucional (CIEI) y la Escuela de Psicología de la Universidad Católica Andrés Bello, con el propósito de indagar en los hábitos de lectura de los estudiantes y profesores de la universidad.

Los encargados del estudio fueron Gabriel Wald, director de Mercadeo de la UCAB;  María Graciela Fernández, profesora investigadora del CIEI, y Yolanda Cañoto, investigadora de la Escuela de Psicología.

El sondeo, efectuado durante noviembre de 2018, contó con la participación de 240 estudiantes de pregrado y 67 profesores, todos de la sede de Montalbán de la UCAB.

A través de un  formulario en línea, los encuestados respondieron preguntas de selección en donde indicaban la frecuencia y el tipo de lectura que realizaban. 

«Aunque los resultados no son aplicables a la población universitaria o del país, sirven de referencia para indicar qué está ocurriendo con la lectura entre los jóvenes que se están formando a nivel superior, así como entre los adultos que les sirven de docentes», señala sobre el alcance de esta encuesta Gabriel Wald, quien  además indica que el estudio podría servir como base para diseñar estrategias que contribuyan a estimular la lectura.

Entre los datos obtenidos, el sondeo reveló que solo cuatro de cada 10 estudiantes  (42%) lee diariamente, mientras 22% lo hace una vez o menos de una vez a la semana. En contraste, 82% de los profesores realiza algún tipo de lectura diaria.

La motivación para la lectura es múltiple. Poco más de la mitad de los alumnos (53%) se acerca a los textos para estudiar, adquirir cultura general o lograr actualización en su área profesional, mientras  33% (es decir, tres de cada 10) lo hace solo para entretenerse.  

En el caso de los profesores, 60% lee para formarse académicamente, actualizarse en su profesión o enseñar a otros, mientras solo 17% lo hace con fines de distracción.

En este sentido, para los estudiantes, la lectura preferida es la de entretemiento (65%). Por su parte, 62% de los docentes tiene predilección por los contenidos educativos e informativos. 

Respecto al tiempo destinado a la lectura, más de la mitad de los estudiantes y los educadores dedica entre media hora y dos horas al día a esta actividad (63% y 56%, respectivamente). Solo 30% de los educadores utiliza dos horas a la lectura, algo que también hace 16 de cada 100 estudiantes.

Un hallazgo curioso de la encuesta es el relacionado con la utilidad de la lectura. Aunque más de 90% de los alumnos considera provechoso lo que lee,  9% de los jóvenes reconoce que los contenidos que consume son poco o nada útiles, en contraste con los docentes consultados, entre quienes solo 1% piensa que lo que lee no resulta enriquecedor.

Tanto para los alumnos como para los educadores (58% y 70%, respectivamente), el sitio de lectura predilecto es la casa.  «Esta tendencia es similar a la que muestran estudios realizados en Estados Unidos, México y  Perú», apunta Gabriel Wald.

El soporte preferido sigue siendo el papel, frente a los textos digitales. Así lo consideran 76% de los estudiantes y 70% de los profesores. Sin embargo,  la mayoría (57% en el caso de los alumnos y 58% entre los educadores) está recurriendo a los soportes digitales para leer.  Entre estos, el celular es el más usado por los estudiantes (21%) mientras la computadora de escritorio y la laptop son las más comunes para los docentes (38%)

El costo podría ser una de las razones. La compra de material de lectura no es algo muy común. Solo 35% de los estudiantes y 40% de los profesores indicaron haber adquirido alguno de los textos que consultó en los últimos seis meses.

Eso sí. La tienda física y no la virtual sigue siendo el lugar predominante de adquisión para  80% de los encuestados, aunque, en el caso de los alumnos,  13% recurre a vendedores particulares.

El uso de la biblioteca es cotidiano para los jóvenes ucabistas, pero curiosamente la consulta de textos no es la prioridad. 84% de los encuestados dice acudir al recinto, pero 70% lo hace para preparar una clase o estudiar para un examen y no para revisar títulos disponibles en el recinto.

Del lado de los profesores, la mayoría (64%) sí utiliza este espacio para consultar algún volumen.

Tomando en consideración los resultados, los responsables del estudio concluyen varias cosas, entre las cuales resaltan dos:

  • No parece que lo digital sustituya al papel por decisión, sino por necesidad.

  • Es necesario crear espacios de lectura donde el papel invite a leer.

Los interesados en conocer más detalles de los resultados del sondeo ¿Cómo y para qué leemos?, pueden hacer clic en el siguiente enlace:

https://elucabista.com/wp-content/uploads/2018/12/Cómo-y-para-qué-leemos-EstudioUCAB-NOV-2018.pdf