En la Semana Santa de 2019 se realizó el programa PAZando, con el que un grupo de aproximadamente 20 estudiantes de distintas carreras tuvo la oportunidad de viajar a diferentes comunidades del interior del país, en las cuales pudieron convivir durante siete días con sus habitantes y, al mismo tiempo, aportar un grano de arena para mejorar la situación, a través de distintas actividades de asistencia y apoyo vinculadas con las áreas de estudio en las que se desenvuelven.
En esta edición, los participantes visitaron cuatro lugares: El Nula y Ciudad Sucre, en el estado Apure; San Javier del Valle, en el estado Mérida; y Santo Domingo, en el estado Lara.
Nikolás García, estudiante de Ingeniería en Telecomunicaciones, fue uno de los estudiantes que participó en la actividad. Le tocó viajar a San Javier del Valle. Para él, este tipo de programas sirven para enriquecer a las personas y fortalecer su liderazgo social.
“Estas experiencias te llenan el alma, te enriquecen y mejoran tu vida. Compartes con tus compañeros, conoces gente nueva, interactúas con personas que quizás ya conocías pero que nunca imaginaste que les hablarías, y, además, conoces nuevas realidades y te conectas con gente de distintos lugares del país. Esto te da un sentido de agradecimiento y de humildad muy grande, y te sensibiliza ante las situaciones de los demás, lo que hace que aumente en ti el deseo de ayudar y de aportar en la reconstrucción del país y en la labor de hacer de este un mundo mejor”, expresó el estudiante.
Haciendo país a pesar de los inconvenientes
Según comentó Rafael Mendoza, coordinador del programa PAZando, el viaje de 2019 estaba inicialmente pautado para el 9 de marzo, una semana antes del comienzo del semestre Marzo-Julio 2019. Sin embargo, debido a los apagones nacionales ocurridos en estas fechas, la ejecución de la actividad se pospuso y se llevó a cabo, finalmente, en la Semana Santa.
Aunque el número de participantes se redujo como consecuencia de este imprevisto, Mendoza señaló que fue de gran importancia concretar el viaje como cada año, ya que la iniciativa es vital en la formación integral de los alumnos ucabistas.
«El objetivo principal de este programa es desarrollar en los ucabistas la sensibilidad social y el liderazgo que promueve la Compañía de Jesús. Para ello, los participantes realizan una inserción social en distintas comunidades que sufren realidades muy diferentes a las que se viven en la capital venezolana. En esta oportunidad, los estudiantes pudieron conocer y contrastar cómo afectaba la situación y el declive eléctrico, que estaba sufriendo el país en ese momento, en los distintos lugares del interior».
Mendoza apuntó que las actividades que realizaron en las distintas poblaciones, iban de la mano con las necesidades y realidades de cada una. Los asistentes efectuaron desde cursos educativos hasta jornadas de ganadería y de salud. De esta manera, aumentaban sus capacidades y, al mismo tiempo, aportaban a la comunidad en la que trabajaban.
«Cada comunidad responde a un perfil muy distinto y, de esta manera, nosotros respondemos de manera distinta. Nosotros tratamos de que todo sea muy planificado, para que las actividades salgan bien y así causar un mejor impacto», agregó.
PAZando se lleva a cabo anualmente, normalmente en el mes de marzo. Los estudiantes interesados en participar, deben inscribirse y asistir, posteriormente, a reuniones en donde los preparan para las cosas que, posiblemente, encuentren en las comunidades.
El programa está adscrito a la Dirección de Identidad y Misión de la UCAB y acompaña la labor de formar ucabistas integrales y solidarios.
Los alumnos que deseen formar parte de la próxima edición de PAzando pueden dejar sus datos en la Dirección de Identidad y Misión, ubicada en la planta baja del Centro Loyola (donde está el Aula Magna).
“Estas experiencias te llenan el alma, te enriquecen y mejoran tu vida. Compartes con tus compañeros, conoces gente nueva, interactúas con personas que quizás ya conocías pero que nunca imaginaste que les hablarías, y, además, conoces nuevas realidades y te conectas con gente de distintos lugares del país. Esto te da un sentido de agradecimiento y de humildad muy grande, y te sensibiliza ante las situaciones de los demás, lo que hace que aumente en ti el deseo de ayudar y de aportar en la reconstrucción del país y en la labor de hacer de este un mundo mejor”, expresó el estudiante.
