Como iniciativa del Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo Académico de la Universidad Católica Andrés Bello (CIIDEA),  este viernes 20 de septiembre se dio a conocer a la comunidad docente el  nuevo modelo pedagógico de la UCAB, el cual se espera sirva de base para renovar el modelo de formación por competencias a través del cual profesores y alumnos afrontan el proceso de enseñanza-aprendizaje en la universidad.

La actividad, realizada en uno de los auditorios del centro cultural del campus de Montalbán, arrancó con la ponencia de la profesora Ercilia Vásquez, docente investigadora de CIIDEA y redactora del proyecto de modelo pedagógico, y una exposición del profesor Gustavo Peña, vicerrector académico de la UCAB.

Vásquez manifestó que este proceso representa un desafío, puesto que, para ella, la pedagogía debe ser más dinámica y más participativa. «Muchas veces, estudiantes y profesores fallan al no darse cuenta de que la participación del alumno en su proceso de aprendizaje es fundamental. Debemos enseñarlos a que sean autónomos y a que desarrollen su pensamiento», afirmó la docente, quien añadió que si los educadores siguen estos lineamientos el resultado será «más duradero, significativo y menos memorístico».

Dijo que los cambios que este modelo pretende implementar van ligados a la manera de enseñar y a la manera de aprender, ya que estos son los principales fundamentos de la relación entre un estudiante y un docente. Además, también pretende modificar la organización de los contenidos, de tal manera que los elementos curriculares tengan más viabilidad.

«Es necesario que los profesores tomen conciencia de lo que este cambio representa, que abandonen esa visión en la cual son los que saben y que son los únicos que pueden enseñar, para así lograr la participación del estudiante».

Aprovechó para incentivar a los docentes a formarse dentro del componente pedagógico, actuar de una buena manera en todo momento y a ser más activos, desde el punto de vista de su ejercicio. Reconoció que el profesor universitario no es pedagogo, pero sí debe recibir cierta información e instruirse en las nuevas estrategias y formas de enseñar.

El desafío: ir más allá de las competencias

Con una exposición titulada «Docencia más allá de las competencias», el vicerrector académico, Gustavo Peña, partió de la imagen de la figura de Andrés Bello como «gran humanista y hombre de la gramática» para recordar la esencia fundamental del proceso formativo de la UCAB. Pidió no olvidar la inspiración cristiana del modelo educativo de esta casa de estudios. «La acción católica debe estar presente en nuestro accionar ucabista», dijo Peña.

Durante su ponencia, Peña manifestó preocupación respecto a la enseñanza de las humanidades. Señaló que el proceso atraviesa una fuerte crisis en todos los niveles de la escolaridad en la actualidad y advirtió las consecuencias que eso puede tener.  «Cuando uno piensa en el graduado, uno no piensa en el sujeto, sino en la sociedad», dijo, haciendo referencia al intento de que el estudiante entienda la importancia humana de lo que está aprendiendo.

Tras la presentación de las conferencias, cuatro expertos en materia pedagógica compartieron sus puntos de vista y valoraciones con respecto al modelo pedagógico de la UCAB.

En primer lugar intervino María Isabel López, profesora de la Facultad de Ingeniería, quien detalló las diferencias existentes entre la concepción de la pedagogía en la Universidad Simón Bolívar (de donde es egresada) y la que está presente en la UCAB,  a través del modelo de formación por competencias  que aplica y de la concepción ignaciana de la vida y la educación.

«Lo que distingue a un estudiante de la UCAB del estudiante de cualquier otra universidad que no cuente con la impronta ignaciana es que ,al momento de considerar sus competencias, siempre está presente el elemento de la persona. No puede ser competente una persona que, graduada de una universidad como la nuestra, no tenga al ser humano como protagonista de su hacer».

Por su parte, José Francisco Juárez, decano de la Facultad de Humanidades y Educación, manifestó la necesidad de potenciar la participación de los profesores en el proceso de humanización como valor fundamental de este nuevo modelo y la urgencia de que cada persona evalúe sus propias capacidades. Señaló que es importante «determinar las virtudes y debilidades de cada quien y asumirlas», partiendo del vigente modelo.

Una breve intervención del profesor José Naranjo, miembro de la Escuela de Ciencias Sociales, sirvió para que este dejara en claro su óptica en relación al asunto. «Uno tiene que entender al hombre en sus circunstancias», dijo, haciendo referencia a la prioridad del elemento humano en el proceso pedagógico que se espera aplicar.

Por último,  el sacerdote Oscar Buroz, profesor y miembro de la Dirección de Identidad y Misión, apuntó que resulta fundamental aplicar el  «diálogo entre las ciencias y las ciencias del sentido» -refiriéndose a ciencias del sentido como la filosofía y la teología-, lo cual significa, según él, el aporte de la visión antropológica y la visión cosmológica a las disciplinas tradicionales de estudio en la universidad.

Para Buroz, la novedad del modelo pedagógico propuesto está en que añade un tercer elemento a los dos «saberes» que conforman el enfoque por competencias (el saber vinculado al conocimiento y el saber hacer): el «saber ser y convivir», que describió como la idea de que, a la hora de enseñar, los profesores no piensen solamente en los conocimientos que quieren compartir sino en cómo pueden influir en la actitud del alumno.

El trabajo de estructuración del nuevo modelo pedagógico de la UCAB está basado en el modelo educativo y en el proyecto formativo institucional de la universidad, y contó con la participación de todo un equipo, coordinado por la profesora Ercilia Vásquez, encargada de la redacción y organización del proyecto.

El grupo de trabajo estuvo conformado, entre otras personas, por Guillermo Yáber, director del CIIDEA; además de los profesores Guillermo Álvarez,  Benedicto Cadenas, Celibeth Guarín y José Naranjo.

♦Texto: Diego Salgado/Fotos: Manuel Sardá