Julio Emilio González Rosas, comunicador social y locutor, ofreció una conferencia en el marco de la Primera Feria del Libro de la UCAB, en la que habló sobre su más reciente proyecto. Él, junto con Ávila Happytronics y Castillomax, oil and gas, creó el primer libro latinoamericano con realidad aumentada llamado Catalina-Payasos.

Con este libro de dos cuentos cortos, quiere crear un enlace entre la vieja y la nueva literatura. Su propósito es crear un material lúdico para adultos, ya que, actualmente, los libros que cuentan con tecnología de realidad aumentada son— en su mayoría— para niños.

 

LITERATURA Y TECNOLOGÍA

El primer cuento, Catalina, trata sobre cómo una persona se enamora de alguien en un viaje de trabajo. Según González, el 70% de la historia es real. «Fui a una conferencia en Los Ángeles y conocí a una brasilera de la que todos se enamoraban. Yo no entendía por qué. Entonces, cuando regresaba a Venezuela, decidí imaginarme qué pasaría si yo tuviera algo con ella. Así surgió la historia».

Cada capítulo en los cuentos tiene códigos QR no invasivos que, al escanearse con la aplicación Catalina AR— actualmente disponible para Android—, reproducen la canción con la que el autor identifica cada momento. Además, al escanear alguna de las portadas, aparecen los personajes de los cuentos hablando.

Este proyecto fue posible gracias a Ávila Happytronics y Castillomax, oil and gas. Julio, según cuenta, conoció a este equipo gracias a un amigo. De ahí en adelante, las cosas fueron surgiendo con trabajo y creatividad.

Lo innovador e interesante de juntar la realidad aumentada con la literatura es que el escritor dará un paso más allá en la creación de sus personajes. Así, pues, podrá representar escenas, sus características y las de los personajes tal y como las imagina.

 

EL TALENTO ESTÁ AQUÍ

Julio se plantea algo distinto a lo que muchos piensan. «¿Qué tal si el talento no es como el que queremos ver? ¿Qué tal si el talentoso es el loquito que está tatuado y tiene el cabello amarillo». Relató, por otra parte, que sus proyectos los ha iniciado sin mucho dinero y que, si alguien tiene una idea que podría resultar muy buena, no debería dejar que las cuestiones monetarias fueran una barrera.

El locutor, también técnico en audio y sonido, tiene un reto para sí mismo: hacer algo que sea único, al menos en Venezuela. Además, cree firmemente que el talento sigue en Venezuela y no se ha ido, como muchos creen.

Asimismo, se ha propuesto hacer algo innovador cada año. Para el 2017, tiene un proyecto relacionado a los Smartwatches, los cuales, para él, son el futuro de la tecnología.
El también escritor, además, posee un instinto que le indica que debe ayudar a los demás. Catalina-Payasos es su segundo libro publicado, luego de Litio en letras. En este, ofrece ayuda a depresivos a través de sus propias experiencias.

González está convencido de que el talento está en Venezuela, sólo necesita apoyo. «El talento no critica, actúa. Hay que darles apoyo a los creativos y demostrar que en Venezuela se pueden hacer cosas por primera vez».

Los jóvenes, actualmente, por la situación del país pudiesen sentir algún tipo de frustración e impedimento. Sin embargo, Julio resaltó que «irse del país no hace a alguien inteligente». Las barreras e impedimentos siempre estarán, pero cada quien decide si brillar o no.

♦Patricia Graziani