“Soy una pieza pequeñita, pero importante en la universidad”, así se considera Sergia Borrero, quien desde niña siempre tuvo un sueño: ser secretaria para contestar llamadas, atender al público y caminar en tacones. Esta fantasía se materializó el 11 de octubre de 1998, cuando la llaman para contratarla como secretaria en la Escuela de Psicología.

Uno siempre tiene que soñar. Quería ser secretaria de la UCAB y lo logré.

Tiempo después pasó a posgrado en el área de Humanidades y Educación. Actualmente se desempeña como secretaria ejecutiva en el Vicerrectorado Administrativo. Ella llega temprano a la universidad para revisar la agenda y estructurarla, con el fin de ofrecer un servicio de calidad.

Sergia tiene un acento «gocho», a pesar de que nació hace 43 años en Caracas. Sus padres son de San Cristóbal e hicieron que su infancia, educación y comportamiento fueran “maravillosos, tradicionales, andinos y divertidos”. Era una niña soñadora que quería perseguir sus sueños con trabajo duro. Actualmente reside en la avenida Fuerzas Armadas con su esposo Horacio Guerrero y su hija.

Entre sus cualidades personales, Sergia  confiesa que le gusta cantar, porque considera que es “una inyección de energía y libertad”. Esto la motivó a formar parte del grupo Son del Trabajo.

 Mis ganas de ser siempre mejor en lo que hago me han hecho llegar a donde estoy.

Actualmente la universidad le brinda las herramientas para seguir creciendo como persona y profesional, por lo que manifiesta sentirse agradecida. Llegó joven y tuvo grandes maestros, a quienes solo les tiene palabras de agradecimiento por acompañarla, educarla y darle la oportunidad de alcanzar paso a paso sus metas.

Donde esté siempre podrán contar conmigo, así como he contado con ustedes.

♦ LEM