Desde 2015, el Centro de Salud Santa Inés ofrece a jóvenes entre 10 y 19 años de edad un servicio de orientación sobre temas que en casa no siempre se discuten abiertamente. Más de 3.000 muchachos de  La Vega, Antímano y Macarao se han beneficiado con esta iniciativa, que busca concientizar y educar para prevenir el embarazo precoz y las enfermedades de transmisión sexual

Experimentar. Esa es la palabra que define la adolescencia, etapa de la vida donde suceden cambios en el cuerpo femenino y masculino y, sobre todo, donde se gesta el autoconocimiento y la relación con el entorno, es decir, comienza el camino hacia la independencia y la madurez.

En esta etapa, es un hecho que muchas veces la información sobre la vida sexual y reproductiva no está clara o al alcance de los menores de edad. En Venezuela, la consecuencia inmediata de este déficit, aunado a la crisis social y económica que vive el país, se ve reflejada en estadísticas, como la alta tasa de embarazos precoces: 85.3 % de fecundidad adolescente según el Fondo de Población de las Naciones Unidas. 

 

En el país, los métodos anticonceptivos son poco asequibles, el acceso a servicios de salud es limitado y hay grandes vacíos de conocimiento sobre la sexualidad en la adolescencia (sobre todo en los sectores populares). Con estas dificultades en mente, el Centro de Salud Santa Inés (CSSI) de la UCAB, a través de Extensión Social, puso en marcha, en el año 2015, un programa de atención médica dedicado a los adolescentes de las comunidades cercanas al campus de la universidad, en Montalbán. Se trata de «Tú Decides», iniciativa que atiende de forma integral y gratuita a los jóvenes  a través de dinámicas educativas en temas como la prevención del embarazo precoz y las enfermedades de transmisión sexual.

Justamente, la diferencia e importancia de este servicio, dice la pediatra y especialista en medicina del adolescente, Mariela Contreras, radica en la educación. Cada semana pasan por su oficina unos 10 pacientes de ambos géneros con variados motivos de consulta. Algunos de ellos: orientación sobre la vida sexual, controles médicos, planificación y temas relacionados a la pubertad. Para atender a los menores de edad, el equipo del CSSI cuenta con dos médicos especializadas en adolescentología y una psicóloga. Desde su fundación, más de 3.000 muchachos entre 10 y 19 años han asistido a consulta.

«Ellos se creen grandes y capaces de hacer muchas cosas, pero les falta lo más importante: la experiencia. Entonces, a veces, esas personas van porque quieren iniciar su vida sexual, pero no se sienten cómodos. O van porque la familia no habla del tema en casa», aclara Contreras.

La pediatra sostiene que la atención que presta «Tú Decides» a los jóvenes no se limita a tratar patologías específicas. Más bien, invita al adolescente a preguntar e interesarse más por aspectos de su vida sexual y reproductiva.

«Nosotros tratamos al paciente desde todos los puntos de vista. Tratamos de que sea más allá de la parte exclusivamente médica. La intención de Tú Decides’ es trabajar en su totalidad la adolescencia: tanto de la sexualidad como la socialización, proyectos, inquietudes, antecedentes y enfermedades. Pero, por supuesto, el programa como tal está más enfocado en la parte de salud sexual y reproductiva, pues se trata del inicio de esta importante etapa. Lo que perseguimos es que sea lo más saludable posible», explicó Contreras.

Los colegios: focos para aprender sobre salud sexual

La atención de «Tú Decides» se ofrece en las instalaciones del CSSI, en el Parque Social Manuel Aguirre de Montalbán, pero también el equipo se traslada a las comunidades. El área de influencia incluye zonas cercanas a la universidad como Antímano, La Vega y Macarao.

Además, desde 2020 -incluso con pandemia de COVID-19- las doctoras han expandido la labor formativa a instituciones educativas de la red Fe y Alegría. Esto como parte de una estrategia que se mantendrá hasta el 2025, en aras de incidir en la vida de muchos más adolescentes que necesiten apoyo.

Es en los colegios, asegura Contreras, donde tienen mayor alcance, pues instruyen a más adolescentes a la vez. Tras el retorno a clases presenciales,  esperan realizar más actividades en las aulas. Así, contrarrestarán las limitaciones de la consulta individual, donde las doctoras se limitan a atender a, máximo, unos 8 pacientes al día.

«Las consultas siempre pasan de los 35 minutos. Si no, no se lograría el objetivo. Nosotros tratamos de englobar la parte médica, social y psicológica de esa persona que está en pleno desarrollo, en plena efervescencia de su maduración sexual y que no sabe lo que hace», comenta la pediatra, quien puntualiza que de sus consultas, un 80% recibe algún tipo de orientación. Aún así, la doctora reconoce que «los seres humanos no aprenden de cabeza ajena, aprenden de la experiencia y la experiencia se obtiene haciéndola. Y yo sé que muchos salen y no me hacen caso, toman otros caminos», asevera.

Idealmente, «Tú Decides» debería cambiar, o disminuir, las estadísticas en cuanto a embarazo precoz y enfermedades de transmisión sexual. Sin embargo, la doctora reconoce limitaciones que deben superarse por varios factores, entre ellos el desinterés de los muchachos por aprender y, por otro,  la desinformación que comienza en los hogares y se refuerza en el colegio.

«La educación sexual comienza en cuarto grado. Son muy chiquitos. Y se ríen, les causa gracia y no le prestan atención los profesores. Y esto no se repite durante el tiempo en colegio, pero debería. Creo que debe ser alguien preparado quien los guíe y los invite a no reírse, sino a tomarse el tema como algo serio. Me he encontrado con pacientes a los que les pregunto algo básico y, a veces, dicen que nadie les dijo nada, que no saben. Ahí es donde entramos nosotros, queremos educarlos y enseñarles todo lo que necesitan saber», propone la pediatra.

Los problemas vienen desde casa

Hablar de sexo sigue siendo un tabú en muchos hogares venezolanos. Por ello, este tipo de consultas con adolescentes importan: son un espacio seguro donde la doctora no juzga, pero sí escucha y orienta. «Para poder hablar de sexo hay que tener experiencia, conocimiento y ganas de hacerlo», dice Contreras. Al conversar sobre el tema con mayor libertad, inclusive, se puede modificar la narrativa. «Estamos tratando de cambiar esos paradigmas, sustituir esas palabras que al final tienen tanta importancia, como virginidad o vello púbico, que tanto asustan. Hay que buscar darle la vuelta porque la gente no quiere hablar sobre eso».

A los padres, Contreras le gustaría invitarlos a que sepan que existe una especialidad médica dedicada a los adolescentes. Pero también anhela que dejen atrás los prejuicios: «Muchos padres no invitan a sus hijos a ir a consulta. Hay resistencia para reconocer que sus hijos están grandes y que están explorando su sexualidad. Me parece hipócrita. Los padres deben ser sinceros, tienen que asumir esto como una responsabilidad y desafortunadamente muchos se hacen la vista gorda».

A los adolescentes también los invita a perder el miedo: «Acérquense al consultorio, permítanse ser vulnerables, sentir esas ganas de vivir, de usar lo que ya tienen para ver si sirve. Pero todo hay que probarlo con planificación y conciencia. Desde hace unas semanas tengo una imagen de cuatro manos: una mano en el pubis, otra en la frente, la tercera en el bolsillo y la última en el corazón. La idea es que tengan las dos manos ocupadas y no solo una en el pubis. Hay que tratar de que los adolescentes pongan una en la frente», puntualiza.

La doctora recalca la importancia de «Tú Decides», pues todavía, dice, «hay mucha tela para cortar, demasiada gente para abordar. Necesitamos más especialistas en adolescentes, se necesita más dinero para enfocarse en esto. No se trata de esperar a que algo le duela para operarse, se trata de prevención».

Por eso celebra que instituciones como la UCAB, a través del Centro de Salud Santa Inés y su Extensión Social, estén involucradas en el contexto comunitario, cumpliendo esta labor que, al final, genera la satisfacción del acercamiento y el intercambio positivo: «Cuando tú llegas a un sitio y la gente sabe que vas a aportar algo, a dejar algo bueno, siempre eres bienvenido».

♦Texto: Grace Lafontant León/Fotos: cortesía Extensión Social