María Gabriela Ponce, investigadora del IIES, conversa acerca de su experiencia como investigadora, la preparación que brinda la UCAB en esta área y el desarrollo dentro del contexto venezolano
Egresada de la Escuela de Sociología de esta casa de estudios en el año 1986, asistente de investigación durante tres años en el Departamento de Demografía en el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) cuando era estudiante. En el año 1991, luego de un paso por instituciones públicas, regresó al instituto en el Departamento de Investigaciones Sociopolíticas como profesora investigadora. Desde entonces, María Gabriela Ponce ha trabajado en evaluaciones en el programa de proyectos sociales apoyando al sector público en la implementación de programas y políticas públicas.
Para ella investigar es una pasión, se interroga constantemente sobre lo que ocurre a su alrededor y tiene el privilegio de poder contestar algunas de esas preguntas con su trabajo como científica social. Por estos días se encuentra indagando en los jóvenes, en cómo se gesta en ellos la concepción de democracia y el sistema democrático. Un tema que se desprende del Proyecto Juventud y que tiene una gran pertinencia para la sociedad venezolana.
—¿Por qué se interesó en la investigación desde tan joven y no en otra rama de la sociología?
—Creo que hay una visión que se inculca desde el pregrado: la sociología como disciplina científica. Por lo tanto hay un interés en la investigación que se despierta desde que uno es estudiante. La tesis es un ejemplo de eso, de un ejercicio de investigación utilizando un arsenal científico. En el caso de la sociología, la orientación hacia la investigación es muy clara. Eso apoyado con la experiencia que yo tuve aquí siempre hizo que hacia allá fuesen alineados mis intereses.
—¿Qué recuerda de su época como asistente de investigación en el instituto?
—Éramos un grupo de asistentes muy variado, de economía, de relaciones industriales, de sociología, como es mi caso, y en un momento comenzamos a trabajar en el poblamiento de la zona Orinoco-Apure, que es una zona donde hay reservas petrolíferas importantes. En aquel trabajo nos integramos todos. Son recuerdos gratos de un buen equipo. En ese sentido, el IIES generó en mí el interés por la investigación que ya la escuela había sembrado.
—¿Cómo evalúa las herramientas que brinda la universidad a los estudiantes de sociología?
—Para mí la preparación que brinda la universidad es excelente, pues asienta las bases del instrumental teórico, pero también del instrumental aplicado, metodológico, estadístico para que luego el estudiante las pueda desarrollar. Hay cosas que se trabajan con más profundidad y actualmente se está trabajando en la reforma del pensum, lo cual considero adecuado en términos de coherencia con las herramientas que se utilizan hoy en día.
—¿Por qué es importante realizar investigaciones actualmente?
—La investigación es una parte importante tanto para la universidad como para el desarrollo de un país. Yo parto del principio de la importancia y la necesidad de la investigación en el área que sea, para que se avance y nos dirijamos hacia el desarrollo, hacia cosas distintas, hacia cosas mejores. Sin embargo, también considero que las aplicaciones prácticas tienen un valor, pero forma parte del proyecto de vida que tiene cada uno.
—¿Hacia dónde se dirige la investigación?
—La ciencia avanza hacia la triangulación de las distintas metodologías y el instrumental que existe para acercarse a los fenómenos sociales que per se son fenómenos complejos y multidimensionales, esto hace que el trabajo sea más extenso pero también más sabroso. Yo creo que la discusión en cuanto a la investigación está en qué es lo que quieres estudiar y cómo lo quieres estudiar, independientemente de la metodología que se utilice, sea cualitativa o sea cuantitativa.
—¿Cómo influye el contexto actual en la realización de investigaciones?
—El contexto sin duda es adverso en general al desarrollo académico, pero creo que también influye la cultura antimeritocrática que se ha cimentado en el país. Es decir, no necesariamente el esfuerzo es reconocido, y la investigación es esfuerzo. Además, es esfuerzo de largo plazo. Sin embargo, sí creo que la investigación en Venezuela ha dado suficientes razones de su importancia.
—Entonces, ¿cómo motivar el surgimiento de nuevos investigadores?
—Si se comprende el rol de la investigación y se generan los incentivos para que eso ocurra eventualmente sucederá. Investigar es una actividad enriquecedora, pero nosotros también creemos que, modestamente y desde esta trinchera, también colaboramos para el diagnostico o para las propuestas. Y eso, aunque te dediques a una investigación experimental tiene un impacto.
—¿Qué proyectos está desarrollando actualmente?
—En este momento estamos en una parte operativa de la Encuesta Juventud, se presentarán en varias ciudades del país los resultados y las propuestas que surgieron en las mesas de trabajo sobre la temática juvenil. Además, estoy investigando y observando cómo los jóvenes entre 15 y 29 años desarrollan la concepción de democracia y el sistema democrático. Yo formo parte de un grupo que trabaja el tema de desarrollo humano que es una manera distinta de ver el desarrollo, lo importante son las personas no los recursos.
—¿Cómo define su trayectoria dentro de esta área y dentro de la universidad?
—Creo que ha sido una trayectoria de mucho desarrollo, profesional y personal. Se han integrado las dos cosas. El hecho de ser profesora, de estar en contacto con otras personas y, sobre todo, con gente joven es algo que constantemente te actualiza en formas de ver y hacer. Me gusta lo que hago, es dinámico, no es nada monótono, pero es de mucha perseverancia. En la investigación, cuando logras lo que quieres, el resultado es increíblemente gratificante.
♦ Noor Pérez