Francisco José Virtuoso
Nos acercamos a una nueva conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores y del movimiento obrero mundial. La ocasión es propicia para poner de relieve las diferentes reivindicaciones de los trabajadores venezolanos en medio de la terrible crisis social que enfrenta el país. La UCAB, junto con la UCV y la USB, quiere contribuir con esta reflexión aportando los datos sobre la realidad del empleo en Venezuela ofrecidos por la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) 2014.
La investigadora Genny Zúñiga Álvarez, quien tuvo a su cargo la dirección de esta área de la referida encuesta, nos señala que la tasa de desempleo en Venezuela para finales del 2014 se ubicaba en 7%, lo cual coincide con los datos oficiales de la Encuesta de Hogares por Muestreo del Instituto Nacional de Estadística (INE) para el primer semestre del 2014. Esta tasa de desocupación a nivel nacional no luce alta; sin embargo, es conveniente resaltar que esta tasa es una medida que muestra solamente el equilibrio entre la oferta y la demanda de trabajo, de manera que no da cuenta de otras realidades del mercado laboral venezolano.
Cuando se discrimina por grupos de edad, se tiene que 2 de cada 4 jóvenes entre 15 y 24 años buscan empleo sin éxito, lo que significa que entre los jóvenes la desocupación es más de tres veces el promedio nacional. Al mismo tiempo, el 65% de estos jóvenes que buscan empleo dejó los estudios antes de cumplir 15 años alegando buena parte que no quiso seguir estudiando o que necesitan comenzar a trabajar.
Por otra parte, el 8% de los trabajadores son «subocupados por razones de mercado», lo que significa que tienen una jornada laboral incompleta (menos de 35 horas semanales) y desean trabajar más horas a la semana. Un 24% de los trabajadores sufre de lo que se conoce como «subempleo invisible», es decir, trabajadores con una jornada superior a 35 horas semanales y con un salario inferior o igual al sueldo mínimo de referencia. El 33% de los ocupados tienen «condiciones críticas de ocupación», lo que se traduce en un desequilibrio entre la jornada de trabajo (más de 48 horas semanales) y el ingreso (cuando no supera los dos salarios mínimos).
Según la Encovi 2014, buena parte de la masa laboral carece de una contratación fija (60%), más de la mitad de la población ocupada no tiene los beneficios mínimos establecidos en la ley y solamente el 20% está afiliado a algún sindicato.
Estos son solo algunos datos de la realidad del empleo en Venezuela. Ampararse detrás de la cifra del 7% de desempleo abierto es un engaño. La problemática laboral requiere de capacitación, diversificación de fuentes de trabajo y un marco normativo que favorezca el derecho a las reivindicaciones laborales. Requiere también acatar los mandatos y recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que cada vez más insiste en la necesidad de favorecer el tripartismo a través de los acuerdos entre patronos, sindicatos y Gobierno, mediante modelos normativos flexibles que favorezcan la negociación.
En esta nueva celebración conviene que los sindicatos expresen con claridad la realidad de los trabajadores y sin gríngolas ideológicas trazar los caminos más adecuados para avanzar.
Publicado en el diario El Universal el 29 de abril de 2015