Actualmente, en Venezuela hay un alto índice de madres solteras pero que cada día hacen hasta lo imposible por criar a sus hijos de la mejor manera, y Carmen Lucía Briceño Hernández, de 58 años, es el ejemplo perfecto de madre venezolana que supo salir adelante con sus dos hijas. Briceño se adiestró durante tres años en un curso de secretariado, lo que le dio las credenciales para entrar como ayudante de oficina en la Facultad de Ingeniería de la UCAB. Tenía 24 años de edad entonces. Hoy en día es la secretaria de la facultad y el 2 de noviembre cumple 33 años de ardua labor y desempeño destacado. Reside en Caricuao pero nació en Cúa, Miranda. Su familia es grande, eran doce hermanos y por azares del destino quedan once, ya que el mayor murió de diabetes. Carmen también tiene esta enfermedad pero camina una hora diaria para evitar que esta avance. Con respecto a sus hijas, la mayor egresó de Administración de Empresas, en esta casa de estudios, y la menor de Comunicación Social. Hernández se considera una persona alegre, divertida, constante, activa físicamente, muy atlética y, sobre todo, elegante. “Hay que vivir el día como si fuese el último”. Uno de los acontecimientos que más le marcó fue la desaparición física de su madre, pero como dice ella “unos se van, pero otros llegan” y así fue con el nacimiento de su nieta. Es una persona sumamente religiosa, tanto que todos los días antes de entrar a su trabajo va a la Parroquia María Trono de la Sabiduría a rezar y pedirle a dios para que ayude e ilumine a Venezuela. Le encanta su trabajo, ya que asegura no aburrirse porque todos los días tiene una experiencia distinta. Actualmente, asegura, hay muchas jóvenes que salen embarazadas producto de la falta de educación sexual en los hogares. El consejo que les da es: “Prepararse y sacar adelante a sus hijos, siempre con principios y mucho respeto”, tal y como lo hizo ella.

L.E.M.