El pasado miércoles 2 de marzo los miembros del Centro de Estudiantes de Letras (CEL) invitaron a la universidad a los representantes de cuatro editoriales independientes que hacen vida en el país.
Faride Mereb (Letra Muerta), Isabella Saturno (Barco de Piedra), Alberto Sáez (Libros del Fuego) y Luis Yslas y Carlos Sandoval (Madera Fina) discutieron con los asistentes acerca de los retos que significa llevar adelante en la actualidad un proyecto editorial.
Carlos Egaña, estudiante de Letras y miembro del CEL, fue el encargado de dirigir el evento, en el cual se conversaron temas como la importancia de los modelos de negocio, la búsqueda de patrocinantes, el diseño y la selección de temas y autores para cada una de las editoriales presentes.
En cuanto al ámbito económico Isabela Saturno explicó:
En un país en el que la escasez en los distintos rubros alcanza el 90 % y contamos con la inflación más alta del mundo, todo es muy complejo para las editoriales y el oficio viene en detrimento
Barco de Piedra cuenta con una red de apoyo para la producción de sus publicaciones, es así como logran recibir donaciones de papel o de cartón. Sin embargo, no cuentan con un modelo de negocio específico, son ellos mismos quienes imprimen, doblan y distribuyen los ejemplares.
En Barco de Piedra hacemos esto por amor al arte. Podemos darnos el lujo de no crecer. O por el contrario, de crecer mientras otras editoriales van en retroceso con respecto a la crisis
Por su parte, Luis Yslas, de la editorial Madera Fina, explicó que sí están basados en un plan de negocios, pero que es imposible ser estrictamente apegado a él en una economía como la venezolana.
Nosotros nos hemos propuesto editar libros con valor estético y literario, eso es lo esencial, pero también realizamos un estudio de mercado para medir si el libro se venderá o no y que nos permita cumplir con nuestros compromisos económicos
Faride Mereb explica que Letra Muerta puede ser un híbrido entre las dos anteriores ya que se involucran directamente en el proceso de producción pero a la vez tienen un tiraje mayor por tener contrato con una imprenta, lo que implica también asumir los compromisos de los que hablaba Luis Yslas y por ende realizar un estudio.
Letra Muerta se mantiene por sí sola. El primer libro fue financiado por mí, a partir de allí, la ganancia de cada libro ha pagado el siguiente
Finalmente, según Alberto Sáez, Libros de Fuego tiene dos años tratando de publicar los libros que les gusta leer. Sáez afirma que el publico jóven se ha convertido en su principal lector, y que la editorial buscar darle pulmón al sector editorial del país.
Buscamos un libro que nos guste, que sea una publicación de calidad pero también buscamos que tenga receptividad y que se pueda sustentar.