La honestidad es uno de los valores más resaltantes en nuestros trabajadores, tal es el caso de Zulay del Carmen Mantilla, de 43 años, quien pasó a ser trabajadora fija de nuestra casa de estudios en el año 2003, por su labor honesta con la oficina de Recursos Humanos. Su historia como ucabista empieza en el año 2002 cuando entra a trabajar en calidad de suplente; terminado su período de suplencia, pasa a período de prueba y durante este tiempo comienza a sentir mareos, náuseas y vómitos, por lo que decide realizarse una prueba de embarazo, cuyo resultado es positivo. Inmediatamente, se dirige a la oficina de Recursos Humanos para comentarles. Zulay pensaba que no la aceptarían por su estado, pero en RR. HH. le dijeron: “Te quedas trabajando con nosotros por ser honesta”. Actualmente es asistente administrativo en la Dirección General de Servicios.
Zulay reside en Caricuao prácticamente desde que nació. En la actualidad vive junto a su hijo de 11 años y a sus padres: su madre de 67 y su padre de 73 años. “Tengo la dicha de seguir a su lado para cuidarlos y protegerlos, tal y como lo hicieron conmigo”.
Recuerda y describe su infancia como perfecta, muy inocente y con muchos juegos junto a su hermana y su hermano, a quien sigue considerando como su hijo. “Yo muchas veces era la que lo cuidaba, vestía, protegía y le hacía todo”. Desde pequeña, sintió ese instinto maternal hacia su hermano, tanto que, en diversas ocasiones, suplía a su mamá para atenderlo. Actualmente su hermana tiene 44 y su hermano 35 años.
Considera que inspira seriedad, pero que también amigabilidad y sensibilidad. “Cuando quiero, quiero de verdad”. Es sumamente católica, tanto que pertenece al Grupo Neocatecumenal de Caricuao. En sus ratos libres le gusta leer, pasear o, simplemente, respirar y despejar su mente de las preocupaciones cotidianas. Zulay acota que su peor momento fue cuando su hermano sufrió de apendicitis y casi muere y que el mejor fue el nacimiento de su hijo.
Le encanta que en su trabajo haya comunicación y afecto, lo que hace que las actividades fluyan naturalmente. También comenta que en la UCAB se siente cómoda y valorada, siente que con su trabajo puede servir y ayudar a los demás. “Aporto un granito de arena para mejorar la calidad de vida de los ucabistas”.
♦ LEM