La Semana de las Letras culminó el pasado jueves 28 con la ponencia de la profesora María del Pilar Puig, quien conversó en el Centro Cultural sobre el clásico de la literatura hispana Don Quijote de la Mancha, obra cumbre de Miguel de Cervantes.

La también investigadora y doctora de filología por la Universidad de Educación a Distancia en España, desarrolló un análisis de la novela, del creador y del entorno en el cual surgen las célebres aventuras del Hidalgo Alonso Quijano y su fiel escudero, Sancho Panza.

Dos prólogos a la primera y segunda partes del Quijote de Cervantes y un tercer prefacio introductorio a la falsa continuación de la obra —a manos de un autor conocido solo por el pseudónimo de Avellaneda—, constituyen el marco de estudio que le permite a la catedrática realizar una semblanza del más puro representante de la literatura moderna.

La clara afición de Cervantes por los prólogos, comenta, han convertido estas piezas en “inestimables canteras para conocer su pensamiento, ironía, bondad, y su estimación del arte creativo”. En este sentido, continúa, el autor utiliza el prefacio como espacio de diálogo cómplice con sus lectores para confesarles sus intenciones al escribir su libro, el cual “está lejos de ser el típico texto pedagógico al estilo medieval”.

Los proemios servirán también, agrega, como espacio de confrontación literaria entre Cervantes y su falseador, quien culmina su versión de las aventuras del valeroso manchego encerrándolo en un manicomio.

A modo de conclusión, Puig afirma que el trato final que se le da al Quijote es una vil y burlesca visión del mismo porque la locura de Don Quijote “no es de las que apartan del mundo y derivan hacia la prisión de la casa de locos, al contrario, se afinca en la vida para embellecerla y mejorarla”.