El viernes 27 de mayo se celebró en el Aula Magna la séptima edición del evento anual Constructores de Paz: «Procesos y experiencias para la superación de la violencia». Fue un espacio de encuentro entre organizaciones sociales como Fe y Alegría, Médicos sin Fronteras, Psicólogos sin Fronteras y Psicólogos al Rescate, las cuales organizaron mesas de trabajo: ¿cómo acompañar a las víctimas de la violencia? ¿Qué estrategias manejar para sobrellevar la crisis? ¿Cómo transmitir vocación por la paz?
Monseñor Polito Rodríguez, obispo de la diócesis de San Carlos, contó su experiencia pastoral y algunas de las historias a las que se ha enfrentado siendo sacerdote. Rodríguez habló de su misión de facilitar los encuentros entre las personas y confesó que el sacerdote a veces tiene que ser antropólogo, psicólogo, teólogo y algo más.
Todos somos importantes en la misión de construir la paz.
Por otra parte, el rector Francisco J. Virtuoso habló de construir la paz como objetivo alcanzable, pero no sencillo. Venezuela vive en un contexto estrechamente relacionado con la guerra. El venezolano ha aprendido eso y ahora debe “desaprender” la guerra:
Venezuela vive un proceso traumático que la sociedad tiene que corregir. Si la sociedad aprendió la guerra ahora debe desaprender la guerra. Como en un foso, la sociedad se siente atrapada. A diario los venezolanos se preguntan “¿cómo es posible salir de esto?”. Durante la guerra nos deterioramos como personas. El venezolano llega a un punto en el que todo se permite para sobrevivir. Nos hemos vuelto agresivos e intolerantes.
Dijo el rector que, a raíz de la violencia desatada, la gente hace un esfuerzo constante por vivir y sobrevivir. El descontento está en cada esquina. El pueblo sigue trabajando en medio del caos. Intentamos vivir.
La oposición, por otra parte, ganó la Asamblea, pero con un número que los sorprendió tanto a ellos como a los adeptos al gobierno. Esas votaciones fueron la expresión pacífica de descontento de la población que exigió un cambio, además que se demostró la ruptura de la polarización.
Las partes encargadas de tomar las riendas del país deben hacer ajustes, ceder un espacio y escuchar al otro. El país necesita un gobierno de unidad nacional, indicó el rector. Un gobierno que pueda atender los problemas agudos y complejos que padece la sociedad y que a la vez pueda fortalecer la institucionalidad.
♦ Katherine González
En la foto: el rector Francisco José Virtuoso; al fondo, el obispo Polito Rodríguez.