La Universidad McGill, en Montreal, fue anfitriona del Primer Congreso Global de la ONG Scholar at Risk, SAR (Estudiantes en Riesgo), en el cual se congregaron más de doscientos representantes de movimientos estudiantiles y de centros de Derechos Humanos para debatir acerca de la situación mundial de la libertad de expresión estudiantil.

Fabio Valentini, estudiante de octavo semestre de Economía en la UCAB, consejero universitario y miembro del movimiento estudiantil ucabista, estuvo allí.

Scholar at Risk es una organización no gubernamental que nace de la preocupación de un grupo de estudiantes de la Universidad de Nueva York que empiezan a observar los riesgos que corren profesores, estudiantes y miembros de la comunidad universitaria en los sistemas educativos superiores. Estos riesgos van desde problemas que se evidencian con frecuencia en países desarrollados como acoso, violencia de género o xenofobia hasta problemas generados por gobiernos que no toleran la expresión libre de los estudiantes frente a ciertas políticas o situaciones.

Surgió entonces la pregunta que conforma el eje del proyecto: ¿cómo definimos universidad? ¿Nos quedamos estancados en que las casas de estudios deben cubrir solamente el aspecto académico o nos interesa que el estudiante tenga un compromiso y una responsabilidad con su país?

Estudiantes, sobre todo de carreras como Derecho, Liderazgo y Emprendimiento Social, inician la red de aliados que incluye a centros de Derechos Humanos, agrupaciones de profesores, centros estudiantiles, movimientos estudiantiles y estudiantes en general que se vean directa o indirectamente afectados por un riesgo latente, de forma personal o indirecta.

Entre esta red de aliados se incluyó al Centro de Derechos Humanos de la Universidad de los Andes, que a su vez convocó al Centro de Derechos Humanos de la UCAB y a Valentini, a quien le ofrecieron la oportunidad de participar en diversas encuestas que formarían parte de una base de datos para un proyecto que defendería y protegería la libertad de expresión de los estudiantes en distintos países del mundo. Comenta Valentini que redactó su experiencia dentro del movimiento estudiantil y su historia, haciendo énfasis en los sucesos de 2007 en adelante.

 

NO SABÍAN DEL CASO VENEZUELA

Cuando Valentini empezó el intercambio y luego viajó a Montreal (Canadá) encontró que sus congéneres no tenían conciencia de la profundidad y la dimensión de los hechos relacionados con la libertad de expresión en Venezuela, sobre todo después de las protestas del año 2014:

Desconocían la cantidad de estudiantes detenidos, reprimidos o perseguidos. Incluso comenzaron a notar características parecidas a países como Tailandia o Egipto, donde el gremio estudiantil es acusado de enemigo de la patria

Scholar at Risk y la universidad McGill de Montreal son entidades que están elaborando una «Declaración Universal de Reconocimiento a la Libertad de Expresión Estudiantil», pacto que pretende afiliar a la mayor cantidad de movimientos estudiantiles y países para que posteriormente sea enviado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y procurar el reconocimiento pleno a los estudiantes y a la libertad de expresión propia de los estudiantes.

Valentini explica que por lo general el tema de la expresión estudiantil ha quedado de lado pues se interpreta como «cosas de muchachos que están en plena formación», que se aventuran a las nuevas ideologías y tendencias y siempre han tenido un carácter contestatario.

Detrás de ese carácter contestatario hay aspectos de responsabilidad y compromiso a los que hay que dar importancia.

 

EXPERIENCIA INOLVIDABLE

La experiencia para Valentini en Montreal fue inolvidable. Estaba en una mesa de discusión junto a quince estudiantes de diferentes países como Egipto, Túnez, Libia, China, Taiwán, Tailandia, Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Chile, Colombia, Canadá, Estados Unidos y Malasia. Todos ellos firmarán el mencionado pacto. Durante los seis días que duró el Congreso, el estudiante tuvo la oportunidad de explicar la crisis venezolana y los riesgos en materia de libertad de expresión, junto a un joven del Movimiento Prodemocrático Estudiantil de Tailandia y junto a uno de los jóvenes que estuvo involucrado en las protestas de la primavera árabe en Egipto y Siria:

Ya por ahí comienzan a poner a Venezuela en la palestra de comparación con casos como los de estos países donde la represión tal vez ha sido mucho mayor y también más pública

Además, estudiantes y defensores de Derechos Humanos se interesaron por la forma en la que el movimiento estudiantil en Venezuela ha tenido una marca propia. Se refiere a la mano blanca:

El tema de la mano blanca tiene una premisa: vamos en son de paz y nuestra actuación siempre va a ser pacífica. Asimismo, en la UCAB instruimos a nuestros miembros en conjunto con el Centro de Estudios Políticos y con el Centro de Derechos Humanos sobre cómo reaccionar a la violencia y cómo emplear mecanismos no violentos para realizar protestas

Lo acompañaron en Montreal las profesoras Mayra Joseba y Ligia Bolívar, ambas directoras de los centros de Derechos Humanos de la ULA y de la UCAB respectivamente. Valentini explica que él ya es un participante activo dentro de las mesas de trabajo y las redes de información de SAR en cuanto a sucesos relacionados con libertad de expresión en Venezuela.

El objetivo principal es hacer un pacto global para la responsabilidad en el reconocimiento de la libre expresión estudiantil que reconozca de forma universal al gremio. Este pacto será firmado por representantes de los movimientos estudiantiles en octubre de este año  y posteriormente se acudirá a organismos internacionales que lo respalden.

♦ Noor Pérez