Entre clase y clase el hambre renace. Después del mediodía, del almuerzo y cuando llega la tarde el estómago se siente algo vacío y la ansiedad ataca a los estudiantes. Merendar no solo alivia el hambre hasta que llega el momento de la cena, sino que también mantiene el metabolismo activo, disminuye los dolores de cabeza, mejora el estado de ánimo y ayuda a tener un mejor rendimiento. Aquí te dejamos algunas ideas que puedes hacer en casa y llevar a la universidad.
♦ Katherine González
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