Marcelino Bisbal
I
Mucha gente se pregunta o se preguntará para qué sirven las ferias del libro, si en esta época pareciera que cada vez se lee menos según nos dicen las encuestas. O dirán que el libro y la lectura están en crisis por el hecho de que vivimos en una sociedad en donde la imagen, ya sea del televisor o del ordenador, copan la mayor parte de nuestro tiempo. Es más, si en estos momentos los libros resultan sumamente costosos y en la Venezuela de hoy no hay ni papel, ni tinta, ni planchas para imprimir…, entonces por qué nos empeñamos en hacer una feria del libro. Otros afirman, tanto fuera de la universidad como dentro de ella, que la función de un centro académico no es ofrecer libros, no es promocionar o mercadear editoriales, no es promocionar escritores o títulos, sino formar profesionales de excelencia para que sean competitivos frente al mercado laboral. Las preguntas pueden seguir ante las ferias que se suceden cada año en el país y en lugares distantes. Esas interrogantes, en estos momentos, nos incumben a nosotros en la Universidad Católica Andrés Bello por empeñarnos en llevar a cabo esta PRIMERA FERIA DEL LIBRO DEL OESTE DE CARACAS.
Resulta que el libro representa un vínculo con la cultura en cualquiera de sus acepciones, él es el medio para obtener información, es un estimulante de la imaginación, contribuye al progreso del conocimiento y de la inteligencia. “De los diversos instrumentos del hombre –nos decía Borges– el más asombroso es sin duda el libro”. Y completaba la idea cuando expresaba que “Los demás son extensiones del cuerpo: el microscopio o el telescopio, de la vista; el teléfono, de la voz; el arado o la espada del brazo. Pero el libro es otra cosa: es una extensión de la memoria y de la imaginación”. El libro, en suma, es el producto y el causante de la modernidad al mismo tiempo. Las universidades, por su lado, tienen esas mismas funciones y valoraciones cuando se dice que ellas sirven para darnos conocimiento y potenciar nuestras inteligencias. La idea es que el objeto libro, así como la universidad, son modalidades de relación mediatizada con el mundo. No es exagerado decir entonces que las universidades se inspiran puntualmente en el libro y viceversa.
II
Dicho esto, en la Universidad Católica Andrés Bello cabe una feria y es la PRIMERA FERIA DEL LIBRO DEL OESTE DE CARACAS. Durante toda una semana (del 28 de noviembre al 4 de diciembre), en los espacios de la UCAB ( campus se) se llevó a cabo esta feria que concentró lo mejor de nuestra producción editorial y junto con ella no solo se celebró el acto de la lectura, sino que soltaron y dieron rienda rienda suelta al pensamiento y a la creatividad. En esta PRIMERA FERIA DEL LIBRO DEL OESTE DE CARACAS se atendió a una bibliografía nacional con presentación de libros, de talleres, mesas redondas, conferencias, encuentros casi todos los días, poesía, música, cine, teatro, fotografía, improvisación y actividades para los niños y las familias. A esta cita de la FERIA DEL LIBRO DEL OESTE DE CARACAS acudieron 31 editoriales con sus estands, donde se dieron cita escritores, académicos e intelectuales con lo mejor de su producción. Se entregó un ambicioso programa con algo más de 56 eventos que giraron alrededor de la feria. El día del cierre, el domingo 4 de diciembre, estuvieron presentes con su humor inteligente nuestro Laureano y Claudio con su Ex-Libris del humor. Se llegó a decir que esta feria fue más que eso, fue una “una feria cultural”.
La FERIA DEL LIBRO DEL OESTE DE CARACAS resultó ser una ocasión muy especial para que el habitante de la ciudad capital se encontrara con los espacios que ofrece la Universidad Católica Andrés Bello porque el Oeste también existe. Recientemente decía el rector que “Es una oportunidad para que recibamos con alegría, responsabilidad y vocación de servicio la visita que esperamos sea multitudinaria de diversos públicos, tanto de nuestro vecindario como de zonas remotas, muchos de los cuales nunca han estado en nuestras instalaciones. Es muy importante que los visitantes vivan una experiencia grata y enriquecedora”.
Nuestra voluntad como institución es que todos los años, por estas mismas fechas, nos volvamos a encontrar para que otra vez podamos celebrar al libro, no importa en que soporte se ofrezca, porque el libro no desaparecerá mientras sigamos existiendo sobre la tierra. Como nos dice Arturo Pérez Reverte en Territorio comanche: “…no vale el argumento de que el libro está condenado a desaparecer como objeto a favor de los modernos sistemas informáticos, o afirmar que en el futuro los libros serán leídos en ordenadores. El libro como objeto en las manos, como amigo al que se pueda tocar, recurrir a él, volver atrás y progresar por el itinerario fascinante que ofrecen sus páginas, su tacto, será necesario siempre. Como compañía, como placer. Como consuelo”.
III
Decía el escritor José Saramago que “Mucho se ha hablado de las coincidencias de las que la vida está hecha, tejida y compuesta, pero casi nada de los encuentros que, día a día, van aconteciendo en ella, y eso a pesar de ser estos encuentros, casi siempre, los que la misma vida orientan y determinan, aunque en defensa de aquella concepción parcial de las contingencias vitales, fuese posible argumentar que un encuentro es, en su más riguroso sentido, una coincidencia, lo que no significa, claro está, que todas las coincidencias tengan que ser encuentros”. La organización de la PRIMERA FERIA DEL LIBRO DEL OESTE DE CARACAS fue posible por la coincidencia de ideas y el encuentro de toda una institución como lo es la UCAB. Si algo ha querido demostrar la Universidad Católica es que las instituciones son importantes a la hora de acometer retos, al menos son vitales en nuestro país que exhibe un escaso desarrollo de sus instituciones civiles. TODOS los integrantes de la casa de estudios: sus obreros, empleados, estudiantes, profesores y autoridades han dado su granito para llegar hasta el día de hoy. En el mes de septiembre la feria era tan solo una idea, un sueño, incluso nos llegamos a plantear que era una locura. Digamos que es todo eso junto, pero lo conseguimos. Con seguridad, no tenemos la menor duda, en las siguientes ferias del libro del oeste de Caracas, desembarcarán invitados latinoamericanos y de otros rincones; seremos una referencia obligada cuando se hable del libro y no solo del libro universitario; estaremos codo a codo con las demás ferias del libro que se llevan a cabo en el país; contaremos con un equipo promotor que se dará a la tarea de organizar la próximas ferias. Ellos serán los artesanos de la siguiente cita; tendremos un programa ambicioso de encuentros y reflexiones, de coincidencias.
Para terminar esta crónica debemos hacerlo con el agradecimiento a toda la comunidad ucabista por su trabajo para hacer de la PRIMERA FERIA DEL LIBRO DEL OESTE DE CARACAS una feria que llegó para quedarse. Agradecer a la Fundación Konrad Adenauer por su invaluable apoyo; a Ramón Guillermo Aveledo que se nos unió con su conferencia para celebrar el natalicio de Andrés Bello; a la Embajada de Italia, a la Cámara de Comercio Venezolano-Italiano y al señor Alfredo D´Ambrosio por la estupenda exposición que ofrecieron y que lleva por título De Giotto a Caravaggio. El nacimiento del mundo moderno a través de la pintura italiana; a Rayma por su generosidad y afecto al compartir su arte y halagarnos con el afiche de la feria; a Siglo del Hombre Editores de donde tomamos la imagen que también nos ha servido para ilustrar la feria; a Ron Santa Teresa por el brindis que nos ofrecieron; a la Escuela de Música Mozarteum de Caracas por los conciertos que nos brindaron; a Unión Radio por sus cuñas y vocería; al Centro Cultural Padre Plaza por ser cómplices de la feria; al Parque Social UCAB también por su complicidad infantil y juvenil; a nuestros tres impresores Minipres, Gráficas Franco y SoinCopy por su trabajo gráfico; a la Fundación Empresas Polar por el apoyo para alguna de nuestras ediciones; a Laureano y Claudio por compartir con nosotros su humor generoso; a Elías Pino por aceptar ser el que anuncie el inicio de la feria, por aceptar ser el Pregón; a los músicos Luis Julio Toro, a Álvaro Paiva y compañía por alegrarnos algunos días de la feria; al artista plástico Víctor Hugo Irazábal por involucrarse con nosotros de manera artística; al equipo de ABediciones por su esfuerzo y su mejor empeño para que esta aventura llegase a buen puerto; a la dirección de Comunicaciones, Promoción y Mercadeo, que más allá de lo esperado institucionalmente, ha contribuido significativamente a realzar este evento; a la Fundación Andrés Bello por sus aportes para la feria; a la Dirección de Cultura Chacao por dejar que nuestros afiches se hicieran presentes en ese territorio del este de Caracas; a todas las editoriales que han compartieron la aventura y por creer que sí era posible una feria en el oeste de Caracas; a nuestros escritores y autores por hacerse presentes…
Con la PRIMERA FERIA DEL OESTE DE CARACAS hemos abierto las páginas del libro y así estamos celebrando a nuestros escritores, poetas, artistas plásticos, músicos… a nuestra CIUDADANIA con mayúscula porque no solo ha ejercitado su paciencia y resistencia inteligente, sino que ha cultivado en todos estos años una virtud esencial como es la civilidad ante el tétrico sectarismo que todo lo devora. Ellos fueron los homenajeados de la feria. Como decía García Márquez: “Esta es la casa de ustedes, la casa de todos”.
¡Hasta la próxima feria!