La ansiedad se puede expresar de distintas formas; en la parte física es común presentar sudoración excesiva, supresión o exageración del hambre y aumento del ritmo cardíaco. Conductualmente, las personas ansiosas son compulsivas, por lo tanto no pueden quedarse quietos durante mucho tiempo. En la parte psicológica están los pensamientos recurrentes de que no podrán enfrentarse a la situación que les genera la ansiedad y que la misma terminará con un resultado desfavorable.
UTILIZAR LA ANSIEDAD A NUESTRO FAVOR
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«Cuando la ansiedad está presente por mucho tiempo o excede los niveles normales, es cuando es perjudicial para el estudiante. No solo porque afecta su rendimiento académico, también puede interferir con sus relaciones interpersonales», dijo la especialista Forgione. Sin embargo, hay manera de lidiar con la ansiedad y convertirla en algo productivo:
- Organizar el tiempo. Se pueden hacer horarios de estudio para asegurarnos de ir preparados a las evaluaciones, así la ansiedad irá disminuyendo y la confianza a la hora de presentar, será mayor.
- Hacer relajaciones o respiraciones profundas cuando sintamos que la ansiedad es muy fuerte. Esto ayudará a aclarar la mente y concentrarnos mejor en nuestros objetivos.
- No descuidar otras áreas de nuestra vida. Por último, la piscológa afirma que es aunque los estudios son muy importantes, no debemos descuidar otros aspectos de nuestra vida «si el estudiante va mal en alguna materia, pero destaca en otro aspecto de su vida, el social o los deportes, podrá sentir que es bueno en algo y eso lo motivará a mejorar en el área académica», aseguró.
Si en algún momento del semestre te sientes agobiado con las materias y trabajos pendientes, puedes solicitar ayuda en el Centro de Asesoramiento y Desarrollo Humano (CADH), ubicado en la planta baja del edificio de laboratorios. Allí encontrarás distintos especialistas que podrán ayudarte a lidiar con la ansiedad.
♦ María Alejandra Valera