El Carnaval es una festividad de origen pagano, que data desde hace más de 5000 años. Se dice, que esta celebración comenzó principalmente en Sumeria y Egipto; como eventos que  eran similares a los que se realizaban durante el Imperio Romano; quien dedicaba esas fechas para rendirle homenaje al dios del vino, Baco. Sin embargo, poco a poco esta costumbre se fue expandiendo hasta llegar a Europa y gracias a los navegantes, también hasta América.

En esa época, el libertinaje era algo aceptado por todos. Celebraban el Carnaval vistiendo máscaras y usando disfraces. En Europa suelen hacer desfiles, bailes e incluso simular batallas heroicas de los viejos tiempos.

Italia

Durante el siglo XIII, las personas que pertenecían a la nobleza solían disfrazarse con el fin de salir a mezclarse con el pueblo. Hoy día, en Venecia, los habitantes conservan esta tradición. Llevan disfraces de esta antigua época, usan mascaras blancas con bordes oscuros y disfrutan de esta festividad como en los viejos tiempos.

República Checa

El Carnaval de Bohemia, de Praga, nace de las celebraciones urbanas del siglo XVIII. Los habitantes de esta ciudad suelen disfrazarse de importantes personajes de la época medieval, y participan en bailes de mascaras.

Alemania

En Alemania se celebran los carnavales de Düsseldorf. Esta tradición consiste en el secuestro ficticio del Alcalde por parte de las mujeres. Este personaje les da a ellas las llaves de la ciudad y el poder de la misma, simbólicamente, durante todo un día. Como está, hay otra celebración carnavalesca llamada Rosenmontag. Durante ese día, las calles de Alemania se llenan de carrozas, música, dulces, disfraces y mascaras.

Suiza

El Carnaval más famoso de Suiza se llama Carnaval de Basilea; comienza a las 4 de la mañana y dura tres días. El reloj de la torre de St.Martin suena y todas las luces se apagan por completo. En ese momento, la ciudad solo es iluminada bajo las linternas de los habitantes y es animada con las comparsas, los tambores y la música de los flautistas.

Bélgica

Al sur de Bélgica hay un pueblito, reconocido principalmente por su celebración del Carnaval, llamado Binche. Proclamado por la UNESCO como un Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, esta celebración consiste en ambientar el lugar a la moda del siglo XVI. Se llevan a cabo desfiles, todas las personas utilizan disfraces tradicionales, hay máscaras, fuegos artificiales, tocan tambores y se lanzan naranjas para la buena suerte

♦ Katherine González