Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión “es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.”

La OMS decidió dedicar el Día Mundial de la Salud de 2017 a concientizar a la población sobre este trastorno, porque asegura que 300 millones de personas lo padecen,  cifra que aumentó 18% entre 2005 y 2015.

Esta enfermedad puede ser eventual pero también crónica o recurrente, haciendo que quienes la sufren presenten un bajo rendimiento en su vida académica o laboral además de dificultades para afrontar situaciones cotidianas.

De hecho, de acuerdo al ente sanitario internacional, la depresión es la principal causa de discapacidad en el mundo y en el peor de los casos puede llevar al suicidio, segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años de edad.

Es por ello que es importante prestarle atención, entender sus síntomas y buscar ayuda.

SEÑALES DE ALERTA

La depresión es mucho más que una tristeza pasajera, producida por un problema amoroso, el duelo por la pérdida de un ser querido o el desánimo por haber raspado un examen.

De acuerdo a una guía publicada por el portal de la Biblioteca Nacional de Salud de Estados Unidos, una persona puede sufrir de depresión si presenta  por períodos de dos semanas o más y de manera recurrente síntomas como los siguientes:

  • Estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces.

  • Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño.

  • Cambio grande en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso.

  • Cansancio y falta de energía.

  • Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa.

  • Dificultad para concentrarse.

  • Movimientos lentos o rápidos.

  • Inactividad y retraimiento de las actividades usuales.

  • Sentimientos de desesperanza y abandono.

  • Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio.

  • Pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz, incluso la actividad sexual.

 

CONSEJOS PARA LIDIAR CON LA DEPRESIÓN

La Organización Mundial de la Salud asegura que la depresión es tratable pero que 90% de las personas que la padecen no acceden a ningún tipo de tratamiento. Por eso ofrece algunas recomendaciones:

  • Buscar ayuda de un especialista. La depresión leve puede ser tratada por un terapeuta o psicólogo; ellos buscan las herramientas más adecuadas para que quienes sufran de depresión puedan superarla. Pero, de ser una depresión crónica o grave, puede ser necesario recurrir a un psiquiatra con el fin de iniciar un tratamiento médico.

  • Implementar la terapia de resolución de problemas. Es una técnica psicoterapéutica para la resolución de situaciones de estrés en la vida diaria, caracterizada por ser altamente eficaz y de fácil aplicación práctica. Esto ayudará a que el paciente pueda sentirse capaz de resolver problemas cotidianos. Este tipo de terapia permite que el paciente desarrolle autoestima y confianza en sí mismo, factores importantes a la hora de superar la depresión.

  • Realizar actividad física. Es aconsejable realizar algún tipo de actividad física a quienes presentan un cuadro depresivo, debido a que durante el ejercicio se liberan endorfinas, mejor conocidas como las hormonas de la felicidad y estas producen una sensación de bienestar. Pero para personas que sufran de depresión moderada o grave, el ejercicio debe ser un suplemento de los medicamentos antridepresores o de la psicoterapia.

  • Relajación. Algunos especialistas recomiendan la practicar terapias relacionadas con la meditación, tales como: sesiones de relajación, yoga, chi kung (técnicas habitualmente relacionadas con la medicina china tradicional, que comprenden la mente, la respiración y el ejercicio físico), incluso aconsejan técnicas como la acupuntura y la moxibustión, basadas en la recuperación de la armonía de la energía corporal.

Fuente: http://www.who.int

♦ María Alejandra Valera