Para muchas personas el fútbol es parte esencial de su día a día. Más que un deporte o un hobby, representa compromiso, arte, pasión e, incluso, una forma de vida.

En Venezuela, el balompié ha venido ganando terreno entre los aficionados gracias al trabajo de los equipos de sus distintas ligas  y, principalmente, a la esperanza y conexión emocional que ha despertado la selección nacional profesional, que ha mejorado su desempeño y cuenta con jugadores más capacitados que incluso se están destacando en distintos países.

Además, La Vinotinto ha tenido la capacidad de unir a un país entero aun en medio de la división política.  Para nadie es un secreto que, cuando juega,  todos los venezolanos nos identificamos con un mismo color, una misma camisa, un mismo sentimiento. Cada partido de nuestra selección es una combinación de emociones desde que suena el pitazo que da inicio al partido.

Pero más allá del orgullo nacionalista que el equipo ha despertado, no pocos se preguntan qué sucede con sus resultados y se decepcionan con cada derrota, sin saber que son múltiples las variables que interfieren en su desempeño.

Según el narrador deportivo Carlos Domingues, “el boom vinotinto, que fue aquella explosión mediática a través de resultados a comienzos de la década del 2000, reflejó que hay prosperidad y que sí se puede dar una evolución futbolística; sin embargo esto no logró consolidarse y hoy en día estamos viviendo problemas de estructura futbolística porque es la estructura del fútbol la que tiene detalles en Venezuela”.

Domingues asegura que la formación técnica  ha evolucionado.

“El fútbol venezolano maneja conceptos y crece, hay jugadores y entrenadores preparados, pero hace falta una estructura más organizada y mejor preparada para tomar decisiones”.

También señaló que muchos equipos importantes de primera división no cuentan con una cancha propia en la cual entrenar, es decir, Venezuela tiene una deficiencia marcada en cuanto a infraestructura deportiva se refiere.

¿Hay futuro a corto y mediano plazo?. Gabriel Moros -consultor de marketing deportivo- asegura que, aunque es matemáticamente imposible que La Vinotinto clasifique para el mundial Rusia 2018, sí hay esperanzas de que la selección nacional llegue a participar en un mundial. Sin embargo “son procesos de preparación, de psicología, de adaptabilidad, de acoplarse, de que la nueva camada agarre ese tope al que ellos deben llegar, eso es lo que hace falta y obviamente, el apoyo de la fanaticada ya que eso es un factor primordial dentro del aspecto psicológico de los jugadores”.

El especialista  comentó que “muchos opinan que a la  selección nacional mayor le hace falta valor, coraje, ánimo y espíritu guerrero. Yo creo que sus integrantes tienen todos esos elementos, pero a veces los tiempos de preparación y acoplamiento les afectan como equipo».

Según Moros, los compromisos de los jugadores dentro y fuera de Venezuela suelen ser el mayor obstáculo.

«La selección profesional tiene menos tiempo de preparación con respecto a las ligas menores, En ocasiones sus jugadores sólo cuentan con 15 días  para entrenar antes de un torneo, mientras que los tiempos para las selecciones menores son más amplios».

HOMBRES VS. MUJERES

Desde que la selección femenina de la Vinotinto debutó en el mundial de fútbol realizado en los Emiratos Árabes Unidos en 2013, se ha ganado la admiración de los fanáticos venezolanos y ha dejado también una pregunta en el aire: “¿Por qué las muchachas sí llegan a los mundiales y la selección nacional  masculina no?”.

Ayrton Marques, director técnico del equipo femenino profesional del Atlético Venezuela y antiguo entrenador de la selección Vinotinto femenina sub 20, asegura que es cuestión de procesos: “los torneos para el fútbol masculino son continuos. Al mes de haber finalizado el Torneo de Apertura inicia el Torneo de Clausura, lo cual deja a los jugadores desgastados físicamente y con poco tiempo de preparación; mientras que un torneo de fútbol femenino dura entre seis y ocho meses y esto permite al equipo prepararse durante dos o tres meses”.

Añadió que a nivel técnico no hay diferencias entre damas y caballeros.  “El talento es algo de cada jugador. . El asunto es el cuerpo técnico. Cuando se cuenta con un panel de entrenadores  bien preparado y la oncena trabaja de manera continua se pueden obtener grandes resultados».

Con su experiencia como entrenador, Marques reconoce que las mujeres tienen una ventaja en cuanto a la preparación: “son más aplicadas, más receptivas y siempre entienden más rápido. En cambio, si los hombres no vienen con una preparación futbolística es más complicado y debes explicarles varias veces hasta que capten lo que les estás pidiendo”.

Sin embargo, el entrenador advierte que actualmente las mujeres no tienen la posibilidad de hacer una carrera profesional en el fútbol nacional.  Explica que los torneos de fútbol masculino organizados en Venezuela le generan remuneración  económica a los jugadores,  lo que los hace más competitivos.

«Los torneos femeninos son amateurs, lo que implica que las muchachas no tienen remuneración y dificulta que quieran seguir dedicándose a la disciplina, a menos que comiencen a jugar en una liga de otro país».

Los tres conocedores coinciden en que el balompié criollo tiene futuro en el ámbito internacional porque se está haciendo un gran esfuerzo en preparar a los jugadores y al equipo técnico de las distintas selecciones. Sin embargo reconocen que todavía queda mucho trabajo por hacer  y hacen una llamado a la fanaticada para que siga apoyando a los talentos en cada una de las ligas.

♦ María Alejandra Valera