Queremos anunciar que la Universidad Católica Andrés Bello está haciendo todo lo posible por mantener abiertas sus puertas en todas sus sedes y núcleos, en un esfuerzo por cumplir sus funciones. Es un deber hacer lo que esté a nuestro alcance por darle continuidad a nuestra misión institucional.
Comprendemos las dificultades de movilización con las que puedan toparse nuestros estudiantes y personal administrativo y obrero durante estos días, por lo que reiteramos que habrá flexibilidad en cuanto a la asistencia y aplicación de evaluaciones. Aclaramos que, sólo en casos de extrema necesidad, tomaremos la decisión de suspender temporalmente nuestras actividades.
Deseamos informar también que, tras las interrupciones sucedidas en el cotidiano desenvolvimiento de nuestras actividades académicas, los profesores y estudiantes están llegando a acuerdos para recuperar las horas perdidas.
Por otra parte, es importante señalar que se están haciendo ajustes en los horarios vespertinos y nocturnos para poder cumplir con la totalidad de los programas.
Sólo en caso de que sea indispensable, tomaremos la decisión de reprogramar el cierre del semestre marzo-julio 2017, lo cual se anunciará de manera oportuna si llegara a suceder.
La Universidad es nuestra casa, en donde estudiamos, trabajamos y forjamos nuestro compromiso con el país. Mantenerla abierta es valernos de nuestro espacio para el encuentro, la discusión permanente y la construcción conjunta de iniciativas para enfrentar la crisis que vivimos.
