El Día de las Madres se celebró por primera vez en Venezuela el 24 de mayo de 1921, en Valencia, estado Carabobo. En este entonces Jesús María Arcay, presidente de una asociación llamada «Caridad y Concordia», consiguió que fuera oficializado por el Consejo Legislativo como “Día de las Tres Madres”, en honor a las progenitoras, a  María la madre de Dios y a la Madre patria.

Tres años después, en el año 1924, una ley del Congreso Nacional estableció que la celebración se hiciera anualmente en todo el país. Con el tiempo, la misma se adaptó al calendario internacional, comenzó a festejarse el segundo domingo de mayo  y terminó llamándose como la conocemos hoy día: Día de la Madre.

Casi un siglo después de aquello, tres progenitoras ucabistas, destacadas por su trabajo desde ámbitos distintos, envían un mensaje común de lucha y esperanza a todas las mujeres que hacen lo que tienen a su alcance por dejar un mejor país no solo para ellas sino para su descendencia.

UNA AUTORIDAD EN DERECHO Y MATERNIDAD

Magaly Vásquez González tiene 49 años de edad y 24 de ellos los ha dedicado a esta universidad.  A lo largo de casi un cuarto de siglo,  ha pasado por todos los eslabones:  comenzó como estudiante de derecho, se graduó de abogada, tuvo la oportunidad de ser profesora, llegó a ser Directora de la Escuela de Derecho y desde el 27de julio de 2015 ocupa el puesto de Secretaria General de la UCAB, uno de los más altos dentro de la organización.

 “La UCAB me ha permitido combinar dos cosas que me apasionan: la docencia y el derecho. En estos espacios he pasado buena parte de mi vida, primero como estudiante, luego como profesora y también como investigadora. 90% de mis trabajos de investigación tienen el sello UCAB.  La universidad me abrió las puertas para desarrollarme como profesional».

Casada desde hace 28 años, Vásquez tiene tres hijos: José Ángel  (27 años), Daniel Alejandro (20 años) y Marialejandra (15 años). Al igual que ella, los dos primeros ya son ucabistas, algo que, asegura, la compromete aún más a ser mejor.

“Ser madre es  sentir la realización como persona, es la posibilidad de trascender a través de tus hijos  y entender la responsabilidad de orientarlos y enseñarles que deben esforzarse para obtener lo que desean. A veces temo no estar haciendo las cosas como deben ser, Porque sé que debo ser un buen ejemplo».

La Secretaria General confesó que nunca había pensado que la crisis que vive Venezuela pudiera afectar el perfil del venezolano desde el punto de vista de valores y actitud. “El venezolano siempre ha sido una persona alegre, ahora es desconfiado. Esta situación ha aflorado sentimientos negativos, división, resentimientos sin razones justificadas” algo que, dice, no puede quedar sembrado en las nuevas generaciones.

Por eso pide a las madres jóvenes sacar lo mejor de sí  para salir adelante con sus hijos, aunque la recuperación del país implique mucho esfuerzo.“La mujer marca la pauta. Hoy en día la mujer venezolana es mamá, esposa, trabajadora y saldrá airosa de esta crisis porque el estímulo para hacerlo son sus hijos” .

ABUELA, MADRE Y AMIGA

Iris Estrella Torres se desempeña como oficinista en la Secretaría General. De sus 58 años de vida, 28 los ha pasado en esta institución. Es decir, gracias a la UCAB ha criado a sus hijos y ahora a sus nietos.

Torres dio a luz a tres varones: Tommy, de 37 años; Moisés, de 33; y Manuel, de 32. De ellos ahora disfruta a sus cuatro nietros:  Natalia, de 10 años; Josué, de 8; Víctor, de 3; y, la más pequeña de la casa, Fabiana, quien está próxima a cumplir 2 años.

Residenciada en Antímano, su jornada laboral oficial en la universidad ha sido la misma durante casi tres décadas. Inicia su trabajo a las 7:30 am, aunque su faena comienza desde la noche anterior, cuando deja todo listo para los suyos y se prepara para levantarse a las 5:30 am.  «Me despierto con calma porque sé que tengo muchas responsabilidades y debo responder». Llega siempre puntual y cumple sus tareas hasta las 6:00 pm, con un espíritu de superación y excelencia que ha aprendido en la universidad y que ha procurado transmitir a sus hijos.

“Disfruto caminar por el campus y ver la cara de los jóvenes que hacen vida aquí. Ellos son el futuro y la esperanza de Venezuela”.

Cuando se le pregunta qué significa ser madre, ella responde sin titubear: «Significa ser polifacética, capaz de hacer de todo. Yo soy amiga de mis hijos y ahora de mis nietos a quienes cada minuto cuando termino en la universidad. Tienes que ser juguetona, profesora, cocinera, policía y mucho más. Somos mujeres que damos todo por nuestros hijos. Por enseñarlos y criarlos como se debe”.

De hecho, de su trabajo de crianza el recuerdo más bonito  que guarda es haberlos graduado de bachilleres.  «Gracias a Dios lo logré», dice con orgullo poniéndose como ejemplo para aquellas madres jóvenes que también son trabajadoras.

“Siempre he dicho que hay tiempo para todo. Yo primero fui madre y al mismo tiempo trabajaba y estudiaba. Saqué a adelante a mis hijos y a mí misma.  Pero es importante pasar tiempo con los muchachos, preguntarles cómo están, estar pendientes de ellos”.

Sobre la situación actual, Estrella (como la conocen cariñosamente en la universidad) piensa en sus nietos y confiesa sentirse preocupada. «Yo tengo a mis hijos grandes, pero igual me asusta todo lo que ocurre por mis nietos. Pero todos los días me levanto determinada a construir un mejor país y un mejor futuro para ellos. Hay que tener visión para buscar oportunidades para nosotras y para los que vienen detrás. Con fe saldremos a adelante”.

MADRE POR TRES

María Rafaela González, de 47 años, se encarga desde 2008 de mantener limpios y aseados los espacios del edificio de Servicios Centrales. Quien se la encuentre en los pasillos la verá siempre sonriendo, porque «eso dice mucho de una persona y en momentos duros ayuda a pasar los malos ratos”.

 González tiene tres razones para salir a la calle a trabajar: Se trata de sus tres “niñitos”-como les dice ella-:  Javier González, de 26; Raicrin, de 24; y Deison, de 19. Este último pertenece al equipo de la Dirección de Tecnología e Innovación de la UCAB, un puesto que el muchacho se ganó con su esfuerzo, pero también gracias a las buenas referencias que de ella  han dado en la universidad.

Nacida en Guanare, estado Portuguesa,  a los 20 años se vino a probar suerte en Caracas.  Actualmente reside en Antímano y su día empieza a las 5:00 am. Se levanta, cocina, se viste y se prepara para su faena laboral en la sede de Montalbán, que comienza religiosamente a las 6:00 am y culmina a las 3:00 pm.

“La UCAB representa todo. Ha habido momentos malos, pero acá siempre son más los buenos. He aprendido tanto aquí que me llena de felicidad formar parte de esta gran familia. Disfruto poder compartir con mis compañeras y todos los días trabajar por sacar adelante a mi país. Todos, desde nuestros lugares, podemos aportar un granito de arena por Venezuela. Y eso es lo que yo hago en mi trabajo: hacer las cosas bien”.

Para María, la maternidad ha sido  “lo más hermoso de la vida». «Cuando tienes a tus hijos, el poder abrazarlos, besarlos y cuidarlos se convierte en la razón de vivir de todas nosotras. No me imagino sin mis hijos”.

A las futuras mamás, les aconseja “enseñar y educar desde pequeños a sus hijos, porque se suda para tenerlos, pero también para criarlos. Tienen que brindarles amor, apoyo y comprensión. A los hijos hay que inculcarles la importancia del trabajo duro y del estudio, para que sean gente de bien”.

Pese a la crisis que atraviesa el país, Rafaela no olvida el optimismo que la hace sonreír todos los días: “La situación está cada día más dura, pero tenemos que luchar para sacar a adelante a nuestros hijos y a Venezuela”.

♦Luis E. Martínez