En el año 2011, el siempre genial Umberto Eco escribió un artículo llamado “Los reportes acerca de la muerte del libro han sido sumamente exagerados”. Como todo buen escrito de Eco, tocaba un tema de gran actualidad y transcendencia para la civilización humana, y es la influencia-convivencia de la lectura digital gracias a los computadores personales y derivados, con los libros en físico. Eco, como siempre, tanto por razonamiento como a través de evidencia empírica, deja claro que las profecías acerca de que las nuevas tecnologías en materia de lectura (libros digitales, computadoras portátiles, tablets, etc.) desplazarían el actual libro físico de tinta y papel no se aplicaban a la realidad. El autor apostaba que ambos formatos convivirían pacíficamente, como la fotografía y la pintura en las artes o el tren con el avión en el mundo de los medios de transporte. Los formatos distintos además no solo convivían en paralelo, sino se complementaban y ayudaban a perfeccionarse mutuamente.

Una analogía parecida entre la convivencia del libro físico con el digital podemos hacer con el tema de la educación, específicamente entre la existencia de la educación presencial y formal de toda la vida, y la introducción de la tecnología informática en las aulas de clase. Desde la invención de la computadora personal en los ochenta y de la masificación de Internet en los noventa, el imaginario de cómo sería la educación en el futuro siempre apuntaba a un futuro utópico o distópico donde el pedagogo de carne y hueso sería suprimido de la actividad educativa y en cambio se le reemplazaría con un monitor inteligente donde los alumnos perpetuamente fijarían su mirada durante toda la jornada educativa. Mr. Computadora sería ahora el que tomara el papel que tomara desde la Antigüedad el maestro y su pizarra, donde los bytes tendrían más peso que las palabras para que los jóvenes construyeran su percepción de la realidad.

Aunque aún es temprano en el actual estadio tecnológico en que vive la humanidad actualmente el hacer una predicción sólida, nada parece indicar que este futuro imaginario de jóvenes pasivos ante el mundo digital como sistema educativo vaya a concretarse. El maestro de carne y hueso en su aula aún goza de muy buena salud en la sociedad humana. Las nuevas tecnologías mutan, definiendo el viejo papel del educador en los claustros académicos pero sin duda no los están desplazando. Lo digital, el ciberespacio, los datos orbitando en el vacío, no se han convertido en la prótesis que va a reemplazar al maestro en la actividad de la enseñanza, sino más bien en una especie de bastón o calzado especial que permita en la enseñanza de niños y adolescentes capacitarse ante los nuevos retos de la sociedad de información. Ni utopía ni distopía, ni apocalípticos ni integrados, solo cambio. Porque como Ovidio decía desde la Antigüedad: “Todo cambia pero nada en verdad perece”.

Este nuevo libro de Gustavo Hernández Díaz, Hablemos de… pedagogías digitales, redes sociales y cibermedios en la escuela es una excelente muestra de lo expuesto antes sobre la relación de coexistencia y complementariedad entre la educación tradicional y las nuevas tecnologías. El autor, uno de los mejores especialistas que tiene actualmente Venezuela en materia de comunicación y educación, nos muestra una excelente exposición sobre inquietudes y respuestas en torno a la educación digital en el actual siglo. Su libro resulta un instrumento que no solo toma en cuenta y actualiza los estudios relevantes en la materia sino que aporta una guía práctica para “lidiar” en el aula aprovechando todas las potencialidades de los medios en entornos digitales. No es un manual al uso, sino de una estrategia pedagógica que desde el salón de clases busca la sintonía con las novedosas precisiones sobre la forma humana de conocer y abona el camino para utilizar creativamente los recursos y plataforma del mundo digital.

Hernández hace un excelente trabajo en este texto que debe ser lectura obligatoria para todo interesado en el tema de la pedagogía en presencia de los nuevos recursos digitales de hoy en día. Porque cuando se vive frente a la playa, no se construye un muro para bloquear el mar sino se aprende a nadar, y eso el autor nos lo recuerda en cada página del libro.

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Hablemos de… pedagogías digitales, redes sociales y cibermedios en la escuela

Gustavo Hernández Díaz

Abediciones / Universidad Católica Andrés Bello

Venezuela, 2017