Marcelino Bisbal

I

Por estos días, más concretamente el 25 de noviembre, se inauguró en México la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL 2017). Apenas dos días del inicio de la II Feria del Libro del Oeste de Caracas (FLOC 2017). La Feria de Guadalajara nace en 1987, es decir que ya tiene sobre sus espaldas treinta años de existencia. Treinta años de haber caminado un buen trecho y treinta años de haberse convertido en la feria del libro más importante de Iberoamérica y una de las más nombradas y tomadas en cuenta del mundo, después de la magnífica Feria del Libro de Frankfurt. 

La Feria Internacional del Libro de Guadalajara surge al abrigo de una universidad pública: la Universidad de Guadalajara. La FIL abre sus puertas el último sábado del mes de noviembre de cada año y se despide, después de nueve días de actividad, el primer domingo del mes de diciembre. Esto ha sido así desde 1987.

De ninguna manera pretendemos compararnos a la feria de Guadalajara. Pero hay algunos puntos de encuentro y de coincidencias. Nacemos como iniciativa de la Universidad Católica Andrés Bello y abrimos el último lunes del mes de noviembre y nos despedimos, hasta el próximo año, el primer domingo del mes de diciembre.

El encuentro es que ambas ferias celebran al libro como el mejor invento del hombre, porque de acuerdo al lema  y planteamiento de Marshall McLuhan: el libro es una extensión de alguna parte del cuerpo, así como los diversos instrumentos que se ha dado el ser humano.  Igualmente lo expresaba Jorge Luis Borges al decirnos que el libro es una extensión de la memoria y la imaginación:

 “Si leemos un libro antiguo es como si leyéramos todo el tiempo que ha transcurrido desde el día en que fue escrito y nosotros. Por eso conviene mantener el culto del libro. El libro puede estar lleno de erratas, podemos no estar de acuerdo con las opiniones del autor, pero todavía conserva algo sagrado, algo divino, no con respeto supersticioso, pero sí con el deseo de encontrar felicidad, de encontrar sabiduría”.

Nuestra feria del libro es muy modesta, pero está intentando abrirse camino en los mejores ámbitos de la creación y el conocimiento humano, aún a pesar de las intromisiones irritantes de nuestra actualidad. Porque estamos ligados, al igual que la Universidad Católica Andrés Bello, al país y a su realidad. No escapamos a ella, no queremos huir y mucho menos ausentarnos. La UCAB asume una responsabilidad ética y  hoy la queremos reafirmar al abrir la II Feria del Libro del Oeste de Caracas.

Volvemos a acometer  la empresa de darle la palabra al libro, a sus autores locales, a los invitados internacionales, a los lectores, a los creadores, a los músicos, a los cineastas y teatreros, a los soñadores de un mundo mejor y más justo, a los que creen que podemos tener un país distinto… Porque las ferias, la nuestra también, quieren ser un festival para celebrar la cultura.

Ante la barbarie que se nos ha venido imponiendo, la coherencia y la persistencia por el buen hacer; a la falta de civilidad del poder, la búsqueda de sentido o las reflexiones sobre su ausencia. Lo decía muy bien la escritora argentina Grisel Gambaro, cuando por allá en el 2010 siendo la pregonera de la Feria del Libro de Frankfurt, hablaba sobre el valor de la escritura y en definitiva de la literatura:

“La literatura, aparte de significar muchas otras cosas, también es esto: la detención de la mirada sobre el árbol que crece y quiere vivir, el árbol cortado y la muerte. Hablar – escribir, leer – sobre la ausencia de cordura, aunque el azar de nuestra seguridad aparente protegernos”

II

 

Decíamos antes que la Feria del Libro del Oeste de Caracas apenas tiene dos años. Pero a partir de hoy da un nuevo paso más firme, menos tambaleante, más imaginativo y también más retador.

Como ven, desde esta Universidad y toda su comunidad, aún a pesar de los tiempos que corren en el país, queremos persistir en la aventura de llevar a cabo todos los años la Feria del Libro del Oeste de Caracas (FLOC). La persistencia significa, a pesar de los problemas que abruman al país, desafío del pensamiento y de las ideas.

III

Sean todos bienvenidos a la Segunda Feria del Libro del Oeste de Caracas 2017. Desde estos espacios del oeste de la ciudad, las más de las veces olvidados, hacemos nuestra la sentencia del Quijote de don Miguel de Cervantes como el lema de esta nueva cita:

“Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca”

¡Así será!