En medio de la situación económica actual en el país, muchos jóvenes se han visto en la obligación de buscar un empleo que les permita sostener sus gastos, ayudar en sus hogares y continuar la universidad, algo que puede resultar complicado.

El Ucabista entrevistó a dos estudiantes que con optimismo realizan estas dos labores para alcanzar sus objetivos y demuestran que, con esfuerzo y dedicación, sí se puede.

“No se limiten, piensen que comienzan  una etapa que les abrirá puertas en su futuro. La experiencia que adquieren los hace crecer tanto personal como profesionalmente. Vean el trabajo como la práctica de todo lo que aprendemos en la universidad. Ánimo y nunca decaigan”

 

Las palabras son de Maritza Rondón, estudiante de séptimo semestre de comunicación social. Aunque fue becada al ingresar a la UCAB, desde el año 2016 trabaja en la Asamblea Nacional.

A sus 21 años, Maritza cuenta lo importante que ha sido para ella laborar desde antes de culminar la universidad. Asegura que ser parte de los momentos más importantes que han ocurrido durante estos dos años en el parlamento, representa una gran experiencia personal.

“He trabajado en momentos históricos en nuestro país, mi mayor satisfacción ha sido hacerlo por Venezuela en este momento tan turbio y sentir que puedo aportar un grano de arena. Además, he adquirido experiencia en muchas áreas de mi carrera, lo que me permitió escoger con mayor facilidad mi concentración”

La futura comunicadora comenta los beneficios de trabajar y estudiar al mismo tiempo y señala cómo esto ha influido en su desenvolvimiento dentro de la carrera.

“Me ha permitido adquirir madurez y entender la importancia de la responsabilidad. Lo que más he aprendido es a trabajar en equipo, esto a la hora de realizar trabajos en grupo de la universidad me permitió tener mejores comunicaciones y poder muchas veces tomar el liderazgo y ayudar al grupo”

Rondón reconoce que realizar estas dos actividades también tiene desventajas, ya que el tiempo es compartido e implica sacrificar en muchas ocasiones horas de descanso y esparcimiento que necesita cualquier joven.

“No tienes suficiente tiempo para compartir con tus amigos o disfrutar muchas de las actividades de la universidad. Muchas veces cancelas salidas porque tienes otras responsabilidades. Mi día a día es ajetreado, el trasporte es complicado para trasladarme de la universidad al trabajo y viceversa. Sin embargo, aprendes a organizarte para lograr tus deberes”

Otra ucabista  que ha demostrado que sí es posible combinar estudio y trabajo  es Dayana Ribera, también de 21 años y estudiante de octavo semestre de Comunicación Social. Comenzó a trabajar desde los 16 años y hasta ahora tiene una gran trayectoria laboral por su desempeño en diferentes áreas.

 

 “Realmente comencé a trabajar como recreadora en el Campamento La Escondida. Pero en el ámbito profesional, desde mi segundo semestre, siempre he tenido como meta ir por más. Comencé redactando para una web deportiva en Colombia, gané experiencia y me contrataron para una revista digital deportiva en España. Llegué a ser jefa de redacción de ambas. Luego mi vida dio un giro hacia las comunicaciones y redes sociales que, hasta el sol de hoy, es lo que me apasiona diariamente. Actualmente soy community manager de una empresa de marketing digital llamada Mediants, además de ser gestora de medios y creadora de contenidos para dos cuentas en Instagram».

Dayana asegura que su experiencia le ha permitido ser más versátil a la hora de desenvolverse. Coincide con Maritza Rondón en que trabajar le ha permitido aprovechar en mayor medida los conocimientos que día a día recibe en la universidad.

El crecimiento personal y profesional da una satisfacción inexplicable. Soy una persona completamente distinta a cuando comencé en todos mis proyectos laborales.  Adquirir experiencia laboral desde muy temprano e ir sumando los conocimientos que vas aprendiendo en la carrera te permiten desarrollar otras capacidades que te ayudan y complementan en las materias de la universidad”

Ribera no oculta los sacrificios de realizar muchas actividades simultáneamente; sin embargo, aconseja a los jóvenes involucrarse en otras actividades dentro de la universidad que les generen una distracción de las tareas cotidianas.

“Para muchos podría ser agotador, porque hay veces en donde se debe sacrificar una hora de sueño para cumplir con un compromiso, sea académico o laboral; sin embargo, es un esfuerzo que vale la pena. Pero todo recae en la organización, dedicar tiempo para ambas cosas y, por supuesto, añadir una actividad extracurricular que nos permita drenar el estrés que se pueda acumular”

Con su historia, tanto Maritza como Dayana demuestran que la motivación es el principal motor de sus vidas. Ambas representan los valores ucabistas y constituyen un ejemplo a seguir por el esfuerzo que ponen para lograr sus metas y construir un mejor país, algo que aconsejan a quienes como ellas puedan sentirse agobiados.

“Hagan lo que hagan, háganlo con pasión. Disfruten su carrera y también sus trabajos, no hay mayor placer que hacer lo que les gusta. ¡Sí se pueden hacer varias cosas! Es cuestión de organización y de sacrificios, pero todo valdrá la pena tarde o temprano” finalizó Dayana Ribera.

 

♦Lesslie Mendoza