La UCAB Guayana se levanta como “una bandera que recuerda una alternativa posible y real”, frente a “un país que está sufriendo una dictadura, además sometida por una suerte de ‘mafia’ (…) fundada en el extractivismo como modelo de producción”.
Así lo señaló el vicerrector de extensión, Arturo Peraza, quien indicó que la casa de estudios se ha convertido en un espacio para el debate, la discusión y la libertad, así como en un universo de posibilidades con alta competencia técnica.
Según Peraza, esto se ha logrado porque la UCAB Guayana ha sido una institución con una visión clara y un espíritu de lucha desde el inicio de sus actividades de pregrado en el estado Bolívar, hace exactamente 20 años.
«A diferencia del período democrático venezolano, de 1958 a 1999, en el cual había como un auspicio en general al desarrollo de la universidad por parte del Estado (…) la sede de Guayana (de la Ucab) crece, se desarrolla, se construye, se hace, se multiplica en todas sus capacidades en un contexto en el que el Estado más bien, si podía, obstruía”.
El sacerdote jesuita agregó que “nosotros lo pudimos hacer y lo hicimos bastante bien porque el equipo de gente que estaba integrado en este proyecto tenía capacidad para ver qué era lo que se quería, tenía un norte claro, tenía una dirección clara y tenía coherencia y consistencia para trabajar. Esa constancia ha rendido frutos y son estos 20 años. A mí eso me parece que es un logro”.
Para el también abogado y politólogo, la UCAB Guayana, como espacio educativo de referencia para el oriente y sur del país, se ha “levantado como una suerte de bandera-oasis” puesto que “está en el plan de sembrar alternativas”.
En ese sentido, advirtió que Venezuela no solo atraviesa una crisis de orden económico, sino también educacional, pues los jóvenes salen del bachillerato cada vez con menos competencias.
El vicerrector de Extensión aseguró que ese es uno de los principales retos de la UCAB, pues “tiene que poder brindar herramientas para que cada uno de los jóvenes que egresa de esta universidad tenga la capacidad de sentirse competente aquí en Venezuela o donde esté en el mundo”.
De cara a esto, apuntó que la universidad se enfrenta al desafío de profundizar su dinámica de comunicación con el contexto global: no es una isla ni puede ser una universidad provinciana.
Señaló que la institución tiene el reto de vincularse “a la construcción de una opción democrática nueva en Venezuela, que haga un país capaz de desarrollar un modelo de ciudadanía alternativo”, más integrador que el que rigió al país en el lapso 1958-1999, y que llevó a que un grupo importante de la sociedad se sintiera marginado.
Además, insistió en que la UCAB Guayana “debe estar volcada sobre el tema amazónico”. Por su ubicación geográfica, la universidad tiene particular responsabilidad en cuanto a producir investigaciones consistentes y serias en temas de medioambiente como calidad del agua, problemas del extractivismo, de pueblos originarios, derechos humanos en contexto amazónico, entre otros.
Arturo Peraza finalizó ratificando el compromiso de la institución que dirige con la región y Venezuela, pues “existe toda una potencialidad que se está dando acá para poder rehacer la ciudad que merecemos ser y el país que merecemos ser”.