No desertar: El principal reto del maestro venezolano
Katherine Rodríguez
La docencia no es poca cosa: constituye la tarea de formar, desde las aulas, a los hombres y mujeres del mañana. Los maestros tienen en sus manos la tarea de inculcar conocimientos y valores que forjarán la personalidad y capacidades de las futuras generaciones.
Este 15 de enero se conmemora una vez el Día del Maestro en Venezuela. Sin embargo, no es el mejor momento para la profesión.
La crisis económica ha alejado a muchos docentes de las aulas. Cifras de organizaciones como la Red de Educadores en Defensa de los Derechos Humanos señalan que la deserción de maestros se ubica en 45%, es decir, que el número de profesionales de la educación que han abandonado los salones de clases en los niveles básicos se ha reducido a la mitad.
Ante esto, el director de la Escuela de Educación de la UCAB, José Javier Salas, es claro. Pese a las dificultades, la resistencia es el principal atributo que un docente venezolano debe mostrar.
Sostiene que quedarse en el país para inspirar es el principal reto de los maestros e insiste en que los educadores deben ser fuente viva de esperanza, para los niños y jóvenes que se encuentran desorientados en medio de la situación actual.
«Hay que mantenerse convencidos de que somos fundamentales para reconstruir el país. Si un maestro titubea, en cuanto a su importancia, termina yéndose. No hay que perder la esperanza; tenemos que convencernos de lo importantes que somos y transmitir esas ganas a nuestros alumnos. Ahora más que nunca necesitamos profesores comprometidos. Hay que mantener la esperanza y no permitir que nos la roben. No te puedes quedar por estar, como una planta. El docente es el principal responsable que de el jóven vea el país con optimismo, aunque todo lo demás indique lo contrario. Los muchachos necesitan alguien que, con más edad y experiencia, les diga que todo esto va a cambiar y va a pasar».
Salas reconoce que las condiciones en las que se está ejerciendo la docencia son caóticas, incluyendo la situación salarial y la falta de herramientas y recursos para la enseñanza. Sin embargo, cree necesario que los maestros tomen la batuta para modificar esta situación.
«Se puede celebrar y hay que celebrar esta profesión. Hay que hacer algo para que el cambio suceda. No todo está perdido y el maestro debe hacer saber a sus estudiantes que eso es así. Todavía hay docentes haciendo maravillas, dándolo todo y trabajando con dedicación. Hay que agradecer a Dios por ello», añade.
Entre los ucabistas que se están formando como futuros educadores los retos son otros. Vencer la apatía, la deserción escolar y la falta de respeto por parte de algunos hacia la profesión se incluyen en la lista. Marino Quintero, estudiante del 7mo semestre de Educación, señala que, para él, el mayor desafío es el de la reinvención.
«Nosotros no estudiamos educación para cambiar el mundo, lo hacemos para formar a las personas que tienen la tarea de hacerlo. En un mundo que cambia cada día, hay que buscar la manera de reinventarnos, de conseguir nuevos métodos que hagan nuestro trabajo más eficiente y, a la vez, más llevadero. Buscar la manera de combatir la apatía presente en un salón de clases y de que nuestra labor de mejores resultados».
Por su parte, Daniela López, también cursante de 7mo. semestre, cree que el reto va más allá de lo académico.
«El problema más grande que tiene la educación en Venezuela es el de los valores; nosotros como educadores debemos hacer lo posible por solucionar ese problema y ese es un gran reto que debemos afrontar. Creo que se perdió el valorar lo que tienes y trabajar por lo que quieres, porque creo que el gobierno ha tratado de solucionar la vida de todos y hacerla más fácil. Entonces de ahí la gente se pregunta ‘¿para qué estudiar y perder mi tiempo si puedo ganar dinero de manera fácil’. Por ello creo que a los profesores hay que celebrarlos siempre, y más ahorita, en este contexto, con esta situación política y económica. Porque los que enseñan ahora son héroes. Educar ahorita es muy difícil y es importante reconocer esta maravillosa labor».
La UCAB sigue insistiendo en esta tarea. No en vano, mantiene en pie uno de los proyectos más ambiciosos: el programa Educa 20-20, a través del cual más de 200 estudiantes están siendo formados como maestros con becas que cubren hasta 100% de la matrícula.
Y es que, pese a la situación del país, en este Día del Maestro el mensaje principal es persistir en el ejercicio de esta labor, buscar las maneras de derribar las barreras que se presenten para cumplir con los objetivos de formar a las nuevas generaciones y reinvindicar, ante el resto de la sociedad, la atención y el interés por esta labor, imprescindible para reconstruir Venezuela.
♦Texto: Katherine Rodríguez/Fotos: Aura García y Andrea Alas