Constancia y perseverancia son dos palabras que describen a Génesis Oliva, quien con mucho esfuerzo ha demostrado sus deseos de superación y su compromiso académico, haciendo lo que para muchos resulta casi imposible: cursar simultáneamente dos carreras en esta institución y cumplir labores como dirigente estudiantil.
La joven de 22 años comenzó a estudiar Comunicación Social en el año 2015 y, desde entonces, se ha dedicado a llevar una vida muy activa dentro del campus. Su pasión por la política y la diplomacia la llevó a participar en el modelo LAMUN UCAB, en donde descubrió que algo faltaba en su educación para cumplir sus metas: el Derecho. Así comenzó a cursar esta carrera en 2017.
«La decisión nace cuando estaba en cuarto semestre de Comunicación Social; estaba empezando en LAMUN UCAB, no había ido a competencias todavía, pero sí vi muchos temas sobre Derecho. Además, siempre he tenido una inclinación por la política que me llevaba a esta segunda carrera. Cuando tomo la decisión, mis padres me apoyaron porque, por supuesto, era una buena oportunidad. Desde que comencé constituyó un reto, pero me acostumbré muy rápido. Al principio es muy duro porque supone adaptarte a 14 materias y a un método de estudio distinto. Pero esto te hace capaz de desenvolverte un poco más, de tener una mejor organización. Y cuando ves los resultados te das cuenta que todo vale la pena; no importa si tienes que sacrificar algunas cosas, porque sabes que en algún momento el esfuerzo te dará frutos. Si me preguntas si hoy dejaría alguna carrera te diría que sería imposible. Ambas son parte de mi vida».
Oliva explica que la razón principal de estudiar Derecho y Comunicación está relacionada con su proyecto de dedicarse profesionalmente a desarrollar estrategias políticas que beneficien a los venezolanos.
«Para mí, todo el mundo tiene que conocer cómo moverse a nivel legal, es parte de las normas de convivencia en un país. Más allá de esto, el Derecho complementa esa área política a la que me quiero dedicar; para eso tienes que tener un buen manejo para poder armar proyectos de gobierno y de leyes que puedan beneficiar a las personas. Son dos carreras vitales en este país, porque la Comunicación te permite estar informado y el Derecho te ayuda a establecer el orden, son dos cosas que significan mucho para mí y que describen mi personalidad. Son la base de lo que quiero ser. En Comunicación quiero escoger el área de mercadeo porque me gusta el marketing político; en Derecho, me interesa el área constitucional y de derechos humanos, porque estoy pensando en hacer un máster en Políticas Públicas».
Precisamente su madera para la política ha quedado demostrada dentro del campus, donde su interés por la realidad universitaria la llevó a convertirse en consejera de la Escuela de Comunicación Social, luego de ser electa para el período 2019-2020.
Hace algunos meses también se unió al movimiento estudiantil (ME) ucabista, como una manera de seguir aportando a Venezuela desde esta plataforma.
«Yo siempre he dicho que si tienes un espacio desde el cual aportar al país, debes hacerlo. Yo tengo una frase de vida que aprendí en un seminario: ‘yo no me quejo de algo que no estoy dispuesta a cambiar’ y sé que siempre se puede marcar una diferencia. Los grandes cambios se construyen de poquito en poquito, creo que la Católica te da esa oportunidad para desenvolverte en lo que más quieres ser, pero también te da un espacio de aporte a la situación en la que está Venezuela ahora. Yo no me puedo quejar si no estoy dispuesta a aportar, yo también soy venezolana, aquí estoy y aquí pretendo vivir. La gran pregunta que siempre le hago al ME es qué estoy haciendo yo por mi país. Capaz no estoy protestando todos los días, pero soy parte de un movimiento que causa un gran impacto. Hay distintas maneras de aportar y el Movimiento Estudiantil tiene un papel fundamental, porque es la voz de la juventud que se está preparando para tomar las riendas. Marcar pauta en un momento histórico te da una gran satisfacción, para que luego con base digas ‘yo sí hice algo por cambiar Venezuela'».
Con tantas actividades en agenda, es inevitable preguntarse cómo lleva adelante su vida personal. La voluntad y la organización, para ella, son la clave.
«Esto es lo más complicado, pero lo que me ha hecho más organizada desde que empecé a estudiar las dos carreras. El año pasado, luego de salir de 14 materias, por primera vez yo tomo la decisión de lanzarme al Consejo de Escuela y asumir ese reto. Muchas veces me pregunté cómo lo iba a lograr, pero cuando estás aportando y haciendo las cosas que te gustan se te vuelve un placer. A pesar del cansancio, siempre va a haber una energía de reserva que te lleve a culminar el día. Yo trato de poner las prioridades, ya sean académicas, en mi cargo, como hija, mi estabilidad como persona y como mujer. Tengo mi momento para hacer cada cosa. Por ejemplo, a mí me encanta hacer ejercicio y tengo que disponer por lo menos de una hora para drenar, porque soy súper enérgica y ese momento me sirve para pensar y ver con más claridad algún problema. Todos los días para mí son distintos, pero siempre tengo que tener porciones de tiempo para cada cosa. A veces, la prioridad no es estudiar sino dedicarte más a ti. Eso sí, no vivo sin agenda, la tengo en físico, sobre todo cuando estoy en clases. En el caso de las vacaciones la llevo en mi teléfono, es algo que siempre tengo conmigo y me ayuda muchísimo. También es vital saber cuáles son tus prioridades, conocerte bien, saber qué necesitas, qué te hace falta para tener un equilibrio».
A medida que se acerca a la culminación de sus estudios, Génesis asegura que su principal sueño es poner sus conocimientos universitarios a disposición del país. Por eso insiste en que el mejor mensaje que puede darle a un estudiante es que se comprometa a formar parte de la historia de Venezuela y a representar a la UCAB desde su profesión.
«Yo me visualizo trabajando en Venezuela, en un gobierno democrático. Hoy no tengo otro foco que estudiar y prepararme para trabajar en esa reconstrucción que todos soñamos. Ese es mi mensaje para los estudiantes: sean los mejores en lo que quieren ser, porque el país los necesita. Somos pocos los que tenemos oportunidad de estudiar en una universidad privada y que es reconocida a nivel internacional. Esto es un privilegio y hay que saberlo apreciar. Venezuela necesita profesionales y estoy segura de que más de un ucabista será grande en la historia del país, como ya lo está siendo Juan Guaidó. El estudiante de hoy no solo debe pensar en sus visiones personales, sino en cómo puede aportar a los 30 millones de habitantes de este territorio».
♦Texto: Lesslie Mendoza/Foto apertura: Andrea Alas