De estampa menuda y con cara de muchachita, ella misma confirma que muchos la confunden con una alumna más y no pocos se sorprenden de que, además de docente, sea la directora de la Escuela de Ciencias Sociales.

Graduada en el año 2012 como Licenciada en Relaciones Industriales, Clemencia Abad es sinónimo de dedicación, rasgo que le ha permitido ganarse el cariño de sus estudiantes y colaboradores. 

Ucabista a tiempo completo, su recorrido laboral dentro de la universidad comenzó el día que presentó su trabajo de grado, en noviembre de 2011, cuando la llamaron para trabajar en la Dirección de Planificación de la institución. Allí comenzó a laborar como asistente una semana más tarde.

Durante su estadía en esta dependencia, logró mostrar sus competencias y escalar posiciones, primero como analista y luego como coordinadora, y tuvo la oportunidad de brindar apoyo en el seguimiento a los avances del Plan Estratégico UCAB 20-20, lo que le permitió conocer de cerca varios procesos de la universidad y trabajar con personas vinculadas a sus distintas áreas e iniciativas.

En el año 2015, dio clases por primera vez en la escuela en la que se graduó, dictando a los estudiantes de primer semestre la cátedra Pensamiento Organizativo. Un año después, asumió la materia Teoría de las Relaciones Sindicato-Gerenciales (5to. semestre), la cual sigue conduciendo actualmente.

Tras un semestre como coordinadora de planificación, en 2016 pasó a ser directora encargada de esta escuela, rol desde el que ha enriquecido su pensamiento como docente y su trabajo de promoción y desarrollo del perfil de formación de profesionales en Relaciones Industriales y Sociología.

Convencida de que la formación constante es imprescindible, el desarrollo académico de la profesora Clemencia Abad continúa. En 2014, obtuvo en la UCAB una especialización en Gerencia de Proyectos y actualmente cursa un Doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades en la Universidad Simón Bolívar.

 

¿Cómo ha sido su experiencia cómo directora de la Escuela?

«¡Increíble! No ha sido un camino fácil, pero las lecciones han sido grandiosas y los retos, enormes. Todo ello me ha traído experiencias que tendré como parte de las mejores de mi vida».

 

¿Qué significa la docencia para usted?

«Un espacio para cuidar la promoción del libre pensamiento: aquel dispuesto a seguir educándose y a seguir aprendiendo que nos falta mucho por entender. Y no hablo solo de los estudiantes».

¿Cómo inspira a sus alumnos?

«Creo que uno no traza una estrategia intencional para inspirar: uno vive por aquello que le inspira, sin necesidad de justificarlo. Con mi actitud y mi palabra siempre les invito a que encuentren aquello que los impulsa a hacer las cosas bien y con cariño, sabiendo que ello impacta en su vida y en la de quienes les rodean».

¿Y cómo los motiva?

«Busco seguir estudiando y preguntando. Considero que lo más importante es poder brindarles los conocimientos necesarios para que se puedan desenvolver bien en el ámbito profesional. Además, me gusta que puedan ver en mí un ejemplo de que es posible formarse con cariño y respeto mientras trabajas».

¿Cómo enfrenta la crisis y la falta de interés de los estudiantes?

«Tengo razones propias para cuidar lo que representa para mí la Universidad (en su concepto amplio) y la educación. También las tengo para cuidar lo que representa para mí Venezuela. Siempre respeto lo que mis estudiantes sienten por cada una, dejándoles la puerta abierta para compartir y guiarles ante las posibilidades de hacer y crecer en donde sea que se encuentren»

¿Alguna anécdota que tenga de sus clases?

«En una oportunidad, en 2015, algunos estudiantes no se habían percatado de que yo era la profesora de su clase: pensaron que era alguien más de su grupo de compañeros. Ese recuerdo me lleva a contarte sobre la cara de sorpresa de algunos nuevos estudiantes que no esperan ver que una mujer llamada Clemencia sea tan joven y, además, que sea la directora de la Escuela. Hoy estoy menos joven que en 2016, cuando me dieron el cargo, y ya hasta me han salido algunas canas (risas). Sin embargo, cuando me preguntan, les echo el cuento de cómo fue que sucedió, porque creo, como te mencioné anteriormente, que puede ser un ejemplo para resaltar la importancia de formarse con cariño mientras trabajas, dejando las puertas abiertas para seguir aprendiendo siempre».

¿Qué mensaje da a sus estudiantes y a los futuros profesionales de su área?

«Que estudien y  sigan formándose; que aprovechen cada oportunidad y encuentren aquello que los apasiona e impulsa a ser mejores personas, sabiendo que lo que hacen puede impactar en la vida de otros. Ese es el mejor consejo y es algo que la universidad te enseña». 

♦María José Rodríguez/Foto: Andrea Alas

*Los docentes de la UCAB que quieran formar parte de esta sección o deseen postular a alguien, pueden escribir a los correos electrónicos: [email protected] o [email protected]