Cuando la Universidad Católica Andrés Bello abrió sus puertas en 1953, los primeros 95 estudiantes de ingeniería contaban con espacios que, aunque modestos, estaba dotados con los equipos e insumos necesarios para tener la mejor formación profesional.
Luego de 65 años, la Facultad de Ingeniería de la sede de Montalbán dispone de 24 laboratorios, en los cuales los profesores y alumnos de las carreras de Ingeniería Industrial, Ingeniería Informática, Ingeniería en Telecomunicaciones e Ingeniería Civil realizan experimentos, prueban materiales y ponen en práctica los conocimientos adquiridos en el aula.
Pero más allá de lo académico, la UCAB viene trabajando para que los laboratorios también presten servicio a usuarios externos tanto públicos como privados. Aunque la estrategia no es reciente, según asegura Harry Castellanos, director de los Laboratorios de Ingeniería, en los últimos meses la universidad ha intensificado el acercamiento al sector productivo del país, con el fin de atraer y captar clientes potenciales.
«Quizás cuando muchas personas escuchan la palabra UCAB, se les viene a la mente solo educación universitaria, pero nuestros laboratorios y quienes en ellos trabajan están calificados para brindar apoyo técnico especializado. En un inicio, estos espacios fueron visualizados solo para el proceso académico, pero venimos trabajando fuertemente para abrirnos al sector empresarial, una extensión que permite a la universidad aportar con su conocimiento al sector productivo y a la vez generar ingresos adicionales que contribuyan con la sustentabilidad financiera de los propios laboratorios».
La iniciativa se está desarrollando a través de Consultores UCAB, plataforma de asesoría profesional a través de la cual la universidad brinda a las organizaciones que lo requieren la experticia y capacidad instalada de los laboratorios, para realizar pruebas en diversas áreas de aplicación como resistencia de materiales, mecánica de suelos, mecánica de fluidos, resistencia eléctrica, verificación de instrumentos, entre otras.
La lista de clientes es amplia e incluye firmas importantes como Empresas Polar, Digitel y Avon, entre otras, con las cuales se han desarrollado proyectos que van desde la capacitación de personal, el diseño y creación de prototipos de productos hasta la prueba de materiales o la consultoría en procesos industriales.
Amplia gama de oportunidades
Actualmente, los laboratorios de ingeniería de la UCAB operan gracias al trabajo de 18 profesionales y técnicos, quienes están destacados en cada una de las áreas relacionadas con las carreras de la facultad.
Ingeniería civil cuenta con laboratorios de hidráulica, topografía, ingeniería sanitaria y transporte, en donde se efectúan prácticas para evaluar estructuras, el flujo y tratamientos de aguas, microbiología, física y química.
Por su parte, Ingeniería Industrial posee laboratorios de electricidad industrial, ciencias de los materiales, procesos de manufactura, ergonomía y diseño de nuevos productos, en donde realizan ajustes y reparación de equipos, análisis de materiales y estudios del ambiente y puestos de trabajo.
El área de Ingeniería Informática cuenta con laboratorios de redes y circuitos en donde se desempeñan el club de robótica y la computación de alto desempeño, mientras el área de Ingeniería en Telecomunicaciones dispone de laboratorios de telemática, física y circuitos, donde se hacen pruebas de circuitos y sistemas eléctricos y redes de comunicaciones.
Según Castellanos, gracias al perfil del personal de los laboratorios, cada proyecto que llega es asignado a un profesional capacitado en el área y los propios estudiantes de la carrera se involucran en el trabajo, lo que les proporciona herramientas adicionales para desenvolverse en el mercado laboral.
«Inicialmente los laboratorios se hicieron para cubrir el flujo de las prácticas de las cuatro carreras de ingeniería, ya que estamos formando ingenieros y ellos requieren hacer prácticas como parte del programa académico. Con las alianzas de servicio a las organizaciones, nuestros alumnos trabajan de la mano con sus profesores y futuros empleadores, lo que les permite tener contacto directo con el mundo corporativo».