En su debut como participante en el Green Metric World University Ranking on Sustainability del 2018, que maneja la Universidad de Indonesia desde 2010, la Universidad Católica Andrés Bello obtuvo el puesto 163 -entre 719 casas de estudio de los cinco continentes–  específicamente en la categoría que evalúa el entorno e infraestructura de su campus, donde tuvo mucho peso el espacio abierto y la vegetación plantada.

El índice, que en esta última edición incorporó al registro a otras 100 universidades, mide y reconoce los esfuerzos por desarrollar actividades y políticas respetuosas con el medio ambiente y adaptadas a la sustentabilidad.

El puntaje global del ranking es el resultado de la sumatoria de seis categorías: energía y cambio climático (21%), manejo de residuos (18%), transporte (18%), entorno e infraestructura (15%), uso del agua (10%) y educación e investigación (18%).

En la  evaluación general, la UCAB obtuvo el puesto 555. 

Respecto a otras universidades nacionales, la UCAB se ubicó en el puesto número 2. La Universidad Central de Venezuela obtuvo el primer lugar y el 435 del ranking total y la Universidad Metropolitana clasificó con el puesto 3 nacional y el 613 mundial.

En América Latina (categorizada en el ranking como Sudamérica), la UCAB consiguió el puesto 69 (entre 79 registradas), mientras en el grupo de universidades latinoamericanas confiadas a la Compañía de Jesús y afiliadas en la AUSJAL, la UCAB fue la cuarta mejor clasificada. La primera fue la Universidad Javeriana de Bogotá.

Según el ranking, las cinco primeras instituciones de Latinoamérica fueron la Universidade de Sao Paulo (#1) y la Universidade Federal de Lavras (#2) -ambas de Brasil-; y las colombianas Universidad Autónoma de Occidente (#3), Universidad Nacional de Colombia y Universidad del Rosario (#5).

Aparte de su puesto 163 en infraestructura, que la ubicó en el primer cuarto del cuadro mundial, la UCAB recibió la clasificación 447 en el manejo de residuos, el 470 en educación e investigación ambiental, el 591 en el manejo del agua, el 629 en transporte y el 663 en energía y cambio climático.

Green Metric reconoció en los tres primeros lugares de todo el planeta a la Universidad de Wageningen (Holanda), la Universidad de Nottingham (Reino Unido) y la Universidad de California Davis (EEUU).

En América Latina, Colombia (37), Brasil (23) y México (13) fueron los países que obtuvieron -en ese orden- participación destacada, con un total de 73 universidades clasificadas en el ranking.

 “Si tenemos en cuenta que en el ranking están participando 719 universidades, la UCAB está en el último tercio en la evaluación global, pero en infraestructura obtuvimos el puesto 163 del mundo. Medido como campus verde, la UCAB es la primera universidad del país y una de las primeras en América Latina, lo que indica que tenemos una buena correlación entre el número de personas y las áreas verdes y que tenemos un presupuesto universitario para apoyar el esfuerzo de sustentabilidad que es muy importante. Por eso se produce en la gente que visita el campus de la UCAB esa sensación de que es otra Venezuela”, comenta el profesor Joaquín Benítez, director de Sustentabilidad Ambiental y director del Programa de Ingeniería Ambiental de la Universidad Católica Andrés Bello.

Los aspectos donde la posición de la UCAB desmejora en el ranking tienen más que ver con aspectos marcados por la situación del país, como el consumo de la energía eléctrica o el transporte, que escapan al control de las autoridades universitarias, a diferencia del manejo de la infraestructura.

 “Esa observación es interesante. En cuanto a consumo eléctrico hay dos cosas qué decir: en esta primera participación nuestra en Green Metric no manejábamos cabalmente los índices y el cuestionario, así que no valoramos adecuadamente el ítem ‘energía renovable’, cuando en Venezuela el 70% de la energía eléctrica que consumimos es renovable porque es hidroelectricidad. Eso lo vamos a mejorar en el próximo índice. El otro indicador sobre el consumo eléctrico que pesa en la valoración se basa en lo que nos dice Corpoelec que es nuestro consumo eléctrico y hay evidencias de que esas lecturas no son fiables. En transporte podríamos ser más sustentables si favorecemos el trasporte público o el uso de la bicicleta, pero cómo hacer eso posible en las actuales circunstancias. Sabemos de profesores y estudiantes que residen aquí cerca, en Montalbán, y dejaron de usar la bicicleta por razones de seguridad personal”.

¿Qué cosas se pueden mejorar para subir en el ranking de 2019?

“Confiamos en que podemos mejorar en el manejo de desechos. Estamos promoviendo, con la Dirección de Servicios Generales y la Fundación Andrés Bello, el plan de manejo de residuos y desechos orgánicos y el reciclaje y con eso podemos mejorar la ubicación para 2019. En agua tenemos la posibilidad de mejorar unos punticos, porque hicimos una reinterpretación de dos subindicadores, como son el consumo de ‘agua entubada’ y un programa para reciclar agua. Con los resultados obtenidos en Green Metric podemos plantearle a las autoridades incorporar un proyecto piloto para aparatos eficientes en el uso del agua, que son piezas sanitarias que consumen menos agua. En el ítem de energía y cambio climático también tenemos algunas posibilidades de mejorar. Tenemos el Reporte de Sostenibilidad, que prevemos presentar públicamente en 2019, donde la UCAB detallará sus aportes y experiencias durante el año en los esfuerzos que se hacen en sustentabilidad según una metodología estándar”.

En el ranking aparecen también otras universidades de la Compañía de Jesús con posiciones importantes. ¿La AUSJAL propicia que sus casas de estudio estén en esa línea verde?

“La AUSJAL tiene lo que se llama los homólogos de ambiente. Por la UCAB estamos Florencia Cordero (UCAB Guayana) y yo como homólogos. En 2018 esta red que agrupa a las universidades de la Compañía de Jesús en América Latina nos invitó a todas a inscribirnos en el ranking de la Universidad de Indonesia, pero solamente participaron cuatro de las 30 existentes”.

Si las universidades confiadas a la Compañía de Jesús tienen problemas similares, entonces podrían trabajar en un abordaje común de soluciones.

“Ese es el objetivo, trabajar proyectos en común. Lo más reciente que hemos hecho es que las universidades de AUSJAL que están en la cuenca amazónica preparamos un documento para establecer alguna prioridad o perspectivas que tiene que ver con el trabajo para preservar la Amazonía, apoyando los esfuerzos que hacen la Compañía de Jesús y la Red Eclesiástica Panamazónica (REPAM) para trabajar como una misión la conservación y defensa de la Amazonía. También la red de homólogos ha participado en la elaboración de un libro virtual y dinámico que se llama Sanando la tierra, que es un libro de textos creado por escuelas y universidades jesuitas para abordar transversalmente en la educación el tema ambiental. Ese libro está disponible desde hace varios años y es de libre descarga, pero es un libro vivo, que se actualiza permanentemente”.

 

¿La UCAB ha hecho aportes a ese libro?

“La UCAB está preparando un caso sobre cambio climático para incorporarlo al libro. Es un caso de una comunidad que estamos trabajando con Extensión Social y es una iniciativa que se llama ‘Adaptándonos a vivir en riesgo con el cambio climático’. La estamos haciendo con la comunidad del barrio El Trío, en Antímano. Allí hay un barranco que se está moviendo, que está activo; de haber un evento mayor le caería al barrio, que está abajo. Hemos tratado de incidir, junto con la Escuela de Ciencias Sociales, y con el apoyo de la Dirección de Proyección y Relaciones Comunitarias hemos tratado de hacerlos conscientes de que están viviendo en riesgo”.

Uno de los aspectos característicos de la UCAB es su trabajo de extensión social. ¿Hay posibilidad de que en el ranking Green Metric se saque provecho a esa relación que se desarrolla con la comunidad en temas ambientales?

“Eso no lo contempla el cuestionario base del ranking, que está circunscrito al campus. Quizás podamos incorporar algo en el ítem Educación. Si revisamos el eje de Sustentabilidad Ambiental de la UCAB, allí tenemos: docencia, investigación, gestión y extensión y todo eso tiene que ver con ambiente. Green Metric mide campus verde, no mide otros esfuerzos de sostenibilidad, salvo el de docencia. En docencia la iniciativa más importante que tenemos es la Cátedra Institucional que es obligatoria para todos en el pregrado, donde tenemos ahorita 800 estudiantes viendo esa materia. En Investigación hay algunas líneas sobre ambiente que se están monitoreando y se producen, básicamente, tesis y trabajos de ascensos”.

¿Cómo salió la UCAB en la evaluación de la docencia ambiental?

“No salimos mal, obtuvimos el 75% del puntaje total al que podíamos aspirar. Si bien en pregrado el 100% de las carreras tienen la cátedra institucional, en postgrado no hay. En Derecho hay un solo curso de sostenibilidad. En cuanto a la relación entre la financiación a la investigación ambiental y la financiación total de la investigación, según los datos que nos dio el Vicerrectorado Administativo, tenemos el 50% del ranking, que no está mal, pero pudiéramos mejorar en publicaciones de sostenibilidad, en organizaciones estudiantiles de sostenibilidad, por ejemplo, en el voluntariado. Ahorita hay una sola organización, que es EcoUCAB, pero pudiéramos incrementar el número de estudiantes en estos esfuerzos. También podemos mejorar con el Reporte de Sostenibilidad”.

En el panorama mayormente negro de un país donde la contaminación ambiental domina agua, aire y tierra, que haya un campus verde bien valorado es un puntico blanco esperanzador. ¿Contempla la UCAB ampliar la oferta académica en esta área?

“En Postgrado ahorita hay una oferta que es la Maestría en Ingeniería Ambiental y tenemos un par de programas de estudios avanzados, que son programas cortos de gestión ambiental virtuales y de manejo de residuos y desechos sólidos urbanos. También tenemos un diplomado en docencia en sustentabilidad ambiental que hemos dictado en un par de ocasiones y lo podríamos rescatar”.

 

Si en Venezuela se produjera un cambio en la gestión del Estado, todo lo que tiene que ver con el ambiente podría ser un amplio campo laboral.

“Tenemos proyectos, en caso de que las cosas cambien –somos optimistas en eso– y pudiéramos tener espacios para que la gente se anime a tomar estos cursos. Nosotros participamos en la elaboración del documento Por una Venezuela sustentable y ambientalmente responsable, que está dirigido a incorporarse al Plan País que maneja la Asamblea Nacional. Ese trabajo fue coordinado por Alejandro Álvarez, que es un ambientalista de larga trayectoria, y en él participamos un grupo de profesionales y ambientalistas. El documento se entregó en febrero a la Comisión de Ambiente y Cambio Climático de la AN. Además, la UCAB Guayana elaboró con ambientalistas de allá su propuesta para este documento, pero enfocado regionalmente. Allá tienen ese gran problema del Arco Minero”.

¿Y cómo sale evaluada Venezuela en el ranking mundial del Día de la tierra?

“Venezuela hoy no es un ejemplo de manejo respetuoso y técnico de la crisis ambiental, es un ejemplo del porqué debe existir un Día de la tierra y porqué aumentar los esfuerzos de resolver los problemas. Venezuela está en mora en casi todos los indicadores ambientales, tiene deudas importantes en torno al desafío más grande que es el cambio climático y está acabando con sus recursos naturales, especialmente los del sur del país. Lo que ocurre en Guayana es doloroso y peligroso y atenta contra nuestro futuro. En el documento entregado a la Asamblea Nacional planteamos que, para que Venezuela pueda alcanzar las metas de desarrollo que propone el Plan País debe, necesariamente, resolver la crisis ambiental. Así no vamos a poder tener salud, ni servicios públicos de calidad ni soberanía alimentaria y vamos a seguir sufriendo escasez. Nuestro futuro bonito, deseado, posible, pasa por resolver la crisis ambiental”.

El Green Metric World University Ranking on Sustainability puede ser consultado haciendo clic aquí

♦Texto: Elvia Gómez/Fotos: Manuel Sardá