Con voz dulce y siempre con una sonrisa tímida, cuesta creer que Vanessa Contreras practique un deporte tan rudo como el rugby. A sus 22 años, esta estudiante de Comunicación Social combina el balón con las letras.
Amante del deporte y la lectura, cuenta que desde pequeña supo que su pasión era escribir. De cuaderno en cuaderno, en su niñez redactaba cuentos y poemas, convencida de que esta pasión algún día se materializaría a través de los estudios formales.
Culminó el bachillerato en 2013 y con cierta indecisión comenzó la carrera de Matemática pura en la Universidad Simón Bolívar. Le tomó dos años darse cuenta de que no podía renunciar a lo que quiere en la vida y en 2015 abandonó los números para «comenzar estudios en una profesión más afín» a sus gustos.
«A pesar de que desde pequeña he estado clara en que yo quiero ser escritora, al salir de bachillerato consideraba que podía estudiar cualquier carrera para ejercer ese oficio. En ese momento, realmente no estaba totalmente clara del camino que debía seguir, y como lo que yo necesitaba eran experiencias, me salió la oportunidad en esa universidad, decidí hacerlo y me frustré durante dos años».
Enfocada en su meta final, Vanessa actualmente cursa el octavo semestre de Comunicación Social en la concentración Guionismo, luego de lo cual escogerá Periodismo como segunda mención.
Aunque al ingresar a la universidad tuvo intención de participar en algún deporte, no fue sino hasta el sexto semestre de la carrera cuando decidió incorporarse al equipo de rugby femenino de la UCAB, en el que, confiesa, se siente como en familia.
«Al principio me uní porque quería probar algo diferente, pero una vez que comienzas te terminas enamorando del deporte, que es totalmente diferente a lo que te imaginas, porque tú dices ‘no entiendo nada, esta gente lo que hace es caerse a golpes’, aunque no es así. Creo que una de las cualidades que caracterizan al equipo de Rugby de la Católica es que son familiares, ellos te abren los brazos para que pertenezcas a ellos».
Cubriendo la posición de wing y ahora como medio scrumb, afirma que ve el deporte como una oportunidad para conocer a otras personas, desarrollarse física e integralmente y sumar experiencias dentro del campus.
«Nunca me he planteado jugar a nivel profesional, pero sí lo veo como una oportunidad para explorar mientras estoy aquí, porque te abre muchas puertas. Estar en una actividad extracurricular dentro de la universidad te pone en contacto con muchas personas, igual que en la beca-trabajo o en cualquier agrupación coincides con gente de otras carreras, profesores o trabajadores y eso es importante. Sí me gustaría seguir en este mundo luego de culminar la carrera, porque he creado vínculos con el equipo».
Pero esta ucabista no solo se destaca en los deportes sino también académicamente. Gracias a su promedio de 18 puntos, recibió un reconocimiento de parte de la Fundación Andrés Bello por tener el promedio más alto del Programa Beca-Trabajo, del que forma parte desde el tercer semestre, cuando comenzó a laborar en el Centro de Investigación y Formación Humanística de la universidad para poder cubrir la matrícula de sus estudios.
«Yo trabajo directamente con el profesor Leonardo Carvajal, él no es muy diestro con la tecnología, pero es un excelente escritor y se dedica a eso, redacta libros en físico y yo me encargo, además de contestarle correos y otras cosas, a pasar a la computadora sus ideas».
Vanessa afirma que, durante estos años, ha visto al investigador Leonardo Carvajal como un mentor del cual ha aprendido sobre la profesión y como un ejemplo a seguir para el futuro.
«Cuando tú estás trabajando con una persona que se desempeña en el campo al cual tú deseas pertenecer, no solamente te sientes motivado, sino que ves las cosas que esta persona puede lograr en este país y aprendes de eso. Hasta he aprendido expresiones en latín y es demasiado cómico, porque él es un señor muy culto, entonces aprendo la forma en que escribe y también los conocimientos que maneja, porque habla sobre política, educación, economía, entonces siempre algo te queda».
La futura comunicadora confía en que, luego de culminar su carrera, pueda dedicarse a la escritura de novelas y artículos de importancia en el país.
«A mí me gustaría integrar todas las experiencias que he acumulado para aprovecharlas y ver de qué forma puedo utilizarlas en mi carrera como escritora, porque después de todo uno escribe de lo que vive. Estuve trabajando en la Guía de Caracas hasta hace un mes, es un portal web donde se suben noticias acerca de la capital. Entonces se puede decir que ya he tenido mis primeros acercamientos a la escritura. Puedo escribir artículos, pero me gustaría desarrollarme en el ámbito más personal como novelas y poemas. En mi Instagram (@vacoh_) siempre subo fotos con algunos poemas de mi autoría. Además, ya en mis cuadernos, así regados por mi casa, siempre tengo algún cuento o nota escrita».
Agradece a la UCAB por todo lo vivido en estos años como alumna, deportista y beca-trabajo, y señala que esta institución es un nicho de oportunidades para sus miembros.
«La Católica es una universidad que te ofrece muchas oportunidades, porque no es simplemente un alma mater para que vayas y te cubras de ciertos conocimientos, sino que te ofrece actividades extracurriculares para que te desarrolles como una persona integral, para que puedas desenvolverte y trabajar en equipo».
♦Texto: Lesslie Mendoza/Fotos: Manuel Sardá