Carla Serrano Naveda es docente e integrante del equipo del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UCAB y participó en el grupo de especialistas que redactó e impulsó la Ley Orgánica para la protección de niños, niñas y adolescentes (LOPNA), sancionada en 1998 por Congreso de la República, vigente desde el año 2000.
Por su condición de “niñóloga”, Serrano hizo una exposición en el simposio “20 años del Socialismo del siglo XXI”, donde afirmó que el régimen que inauguró Hugo Chávez en 1999 desmanteló todo el sistema de protección de la niñez, heredada de los gobiernos predecesores –incluso desde los tiempos de la dictadura de Juan Vicente Gómez– y la institucionalidad especializada que había logrado crearse con la LOPNA.
María Gabriela Cuevas, también experta en esa materia y miembro del equipo del IIJ de la UCAB, abundó en detalles sobre las desalentadoras circunstancias que enfrentan hoy los menores de edad. Denunció que Venezuela, de ser un país de tránsito en la trata de personas se convirtió en una zona de “captación por engaño o por la vía violenta”.
Las jornadas de reflexión sobre el Socialismo del siglo XXI, que se llevaron a cabo entre el 29 y el 31 de mayo en la UCAB por iniciativa del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH), serán recogidas en un libro de próxima publicación. Durante tres días, 27 expertos investigadores de áreas humanísticas y técnicas pasaron revista al deterioro generalizado del país en las últimas dos décadas.
Serrano mencionó que tribunales, consejos y defensorías de niños y adolescentes hoy están desaparecidos, no obstante que el área está al más alto nivel en el organigrama del Estado, pero “eso no sirve de nada”, afirmó.
“Duele decirlo, pero ya casi se cumplen 30 años de la declaración de los derechos de los niños y no hay peor momento para ser niño en Venezuela que ahora”. Habló de que los niveles de orfandad y de disminución de la calidad de vida en el derecho a la educación, la salud y la vacunación nunca habían estado en peor situación.
(Ver también: «Venezuela es el país más desigual en ingresos en una de las regiones más desiguales del mundo»)
“Todo es catastrófico”, dijo la jurista, quien lamentó que lo que se consagró en la Constitución de 1999 –base del socialismo del siglo XXI– para la protección de la infancia, no se ha cumplido. “Estamos divorciados de las necesidades de los niños, ya ni siquiera esperan recibir el título de bachiller para irse del país”, lamentó.
Cuevas abordó el tema de la trata de personas y cómo ese delito transnacional está afectando a los menores, que están siendo de forma creciente víctimas de la violencia doméstica, delincuencial y sexual. Lamentó que las condiciones económicas imperantes llevan a que se “se devalúe la dignidad y se canjee por dinero o bienes” y en estas transacciones siempre hay quienes se lucran o benefician.
Mencionó “las formas de esclavitud moderna donde el sexo transaccional o por supervivencia, la prostitución, la mendicidad, la pornografía y la delincuencia involucran a niños y adolescentes”.
Adelantó que llevan a cabo una investigación tratando de cubrir las cifras negras, ante la falta de data oficial, para lo que recaban información de ONG, periodistas y funcionarios públicos que la han levantado directamente de las víctimas de la trata de personas.
Dijo Cuevas que han detectado que, “al tiempo que disminuye la edad de los explotados aumentan las formas de explotación”. Las más frecuentes formas de explotación son la sexual y la laboral, siendo en la primera las más buscadas las hembras y en la segunda los varones.
Alertó que tras ofertas de modelaje y oportunidades en clubes deportivos en el exterior están operando mafias de trata de menores y que esto se está extendiendo a engaños tras becas para estudios de postgrado. Dejó claro que aunque hay menores que saben que van a incorporarse a una red de explotación, con frecuencia no se imaginan las terribles condiciones a las que se deben someter. Precisó que la decisión voluntaria no exime para nada que se esté perpetrando un delito.