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Sikiu Monteverde: «la universidad cambió mi vida»

Sikiu Monteverde

Perseverante, humilde, empática y muy conversadora. Así es como se describe Sikiu Monteverde, una estudiante que descubrió en su pasión, la gestión de los recursos humanos, el camino para ayudar a otros.

Monteverde  tiene 23 años de edad y cursa octavo semestre de Relaciones Industriales. Durante su paso por la UCAB se ha desenvuelto en diferentes roles que la han conectado con sus compañeros y con las comunidades.

Su travesía comenzó en segundo semestre, cuando sus amigos la animaron a que se uniera al Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales. Gracias a su compromiso y dedicación en el área de extensión social, el jefe de la plancha la motivó a formar parte de la directiva para el siguiente período. Tras meses de preparación, Sikiú consiguió convertirse en vicepresidenta del centro de estudiantes para el período 2016-2017.

En paralelo, la joven empezó a dar clases de inglés en el Instituto English for Kids como una forma de retarse y tener más responsabilidades. Cuando culminó su tiempo como dirigente estudiantil, decidió dar un paso más en su formación y se propuso ingresar a alguna de las delegaciones del Modelo de las Naciones Unidas (MUN). Tras varias postulaciones, se enamoró de Venezuelan MUN Society. A partir de allí descubrió y desarrolló cualidades que no pensaba poseer.

En dos oportunidades ha representado a la UCAB en las competencias del Harvard National Model United Nations Latin America, celebradas en Perú. En ambas ocasiones ha conseguido reconocimientos a su trabajo. A punto de graduarse, cuenta su experiencia como una ucabista integral.

¿Por qué decidiste estudiar Relaciones Industriales?

«Decido estudiar Relaciones Industriales porque cuando yo estaba en cuarto año de bachillerato vi Psicología por primera vez. En ese momento hablé con una tía que trabajaba en la parte de Recursos Humanos y había estudiado Psicología en la UCAB y le dije: ‘mira, ¿cómo es psicología? ¿qué tal es?’. Cuando ella me empezó a preguntar por qué me gustaba psicología se dio cuenta que eso no era lo mío pero me dijo: ‘yo creo que lo que te puede gustar a ti es Recursos Humanos, investiga qué es Relaciones Industriales que también la dan en la UCAB’. Investigué y me gustó. Esta fue mi única opción de carrera y de universidad. Era esto o nada (risas)»

 

¿Cuál es la parte de tu carrera con la que más te identificas?

«La parte con la que me identifico es el voluntariado, porque me hace sentir que estoy haciendo algo por las personas, que ayudo con lo poquito que tengo. Pienso que estudiar Relacionas Industriales es una buena forma de estar pendiente del otro, porque te da el conocimiento para apoyar a las personas y ofrecerles herramientas para que, como empleados, crezcan dentro de una empresa y cumplan sus objetivos organizacionales. Quizás aquí en Venezuela es más complicado capacitar al personal para que logre su objetivo, pero mi meta es cambiar eso, ser una herramienta de crecimiento. Me encanta esa parte humana».

¿Qué te motivó a formar parte de Venezuela MUN Society?

«Un día cuando estaba en clase me hicieron un examen oral del cual salí malísimo. Fue ahí cuando decidí que debía hacer algo. Yo no quería hacer un coaching cuando tuviese 30 años así que me inscribí en Venezuelan MUN Society y me enamoré de la delegación. Ya este grupo tiene seis años y lo bonito es que, aunque es reciente, no solo hay personas de la UCAB; también hay personas de la USM, UMA y la UNIMET. Durante el primer añofuimos a Perú, al Harvard National Model United Nations Latin America. En esa competencia quedé en cuarto lugar con un reconocimiento como oradora. Como me quedé con la espinita, al año siguiente decidí incorporarme nuevamente pero con un rol diferente: delegada financiera. En enero de 2019 participé otra vez en Perú en el Comité de la Mujer. Ahí me gané el premio como Mejor Delegada. Me sentí en otro mundo, en otro nivel».

¿Cómo llegaste al trabajo como voluntaria?

«Desde que entré en el centro de estudiantes hago un voluntariado llamado MUN UCAB, que viene de una fundación llamada Embajadores Comunitarios. Cada sábado les damos clases de los modelos de Naciones Unidas a los niños de Antímano y La Vega. Les ofrecemos clases de liderazgo, oratoria y disciplina para que se empoderen y se conviertan un modelos a seguir dentro de su comunidad. Nosotros les damos las herramientas necesarias para que puedan transmitir la información a su comunidad. Estoy buscando la forma de renovar porque mi período culmina al finalizar la carrera, pero al ser una fundación puedo colaborar en la parte de recursos humanos y ver qué puedo hacer en ese ámbito. También me gustaría motivar a los estudiantes de la delegación MUN a que participen, para que el proyecto pueda continuar».

¿Crees que la universidad generó un cambio en ti?

«Definitivamente soy una persona diferente. En el colegio yo no podía pararme y dar una charla. Este año me llamaron para que diera una en el evento «Soy Indutriólogo ¿ahora qué?». No sabes cuál fue mi emoción, porque pude notar el inmenso cambio entre la persona que soy ahorita  y la que era antes de empezar la universidad. En el colegio era muy tímida, no estaba en centro de estudiantes, algo muy distinto a lo que soy en este momento. Ahorita estoy de luto porque la vida universitaria se me está acabando y hay días que no tengo clases y vengo solo a pasear (risas). La UCAB cambió mi vida, me convirtió en una persona diferente. Es algo increíble verme así, más allá de mis expectativas. Todo esto me lo dio la UCAB y no lo hubiese logrado en ningún otro lugar».

¿Qué mensaje les das a los estudiantes que están empezando su vida universitaria?

«Yo la experiencia UCAB  no la cambiaría por nada. Mis hermanos son del Colegio San Ignacio y yo no entendía por qué ellos amaban tanto su colegio. Ahora que estoy en la universidad, el amor que yo siento por La Católica es impresionante. Creo que es algo de los jesuitas y que la universidad te da. Sentirme identificada con ellos y con los valores de la institución es algo que te puede cambiar. Aprovechen la universidad y todos sus espacios, tómense el tiempo de unirse a cualquier actividad que la UCAB ofrece». 

Con nostalgia,  Sikiu se prepara para defender su trabajo de grado y decir a adiós a la universidad. En un futuro aspira desempeñarse en una gran empresa y, desde allí, seguir representando el talento y los valores de la UCAB. 

♦Texto: María José Rodríguez/Fotos: Andrea Alas (apertura) y Sikiu Monteverde (internas) 

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