A propósito del 60 aniversario del triunfo en el Festival de Cannes del documental Araya, la Universidad Católica Andrés Bello realizó el pasado 14 de junio un cineforo de esta película, en el cual estuvo presente como panelista la realizadora del filme y una de las figuras más destacadas del cine venezolano: Margot Benacerraf.

Próxima a cumplir 93 años de edad pero con una lucidez contagiosa, la veterana cineasta caraqueña nacida el 26 de agosto de 1926 compartió con los presentes algunos detalles y anécdotas de su película, que resultó ganadora en 1959 del Premio Internacional de la Crítica en el famoso festival francés, considerado el más importante del mundo.

 

Araya  narra un día en la vida de las familias que trabajan bajo condiciones extremas y el sol inclemente en una vieja salina ubicada en la población que da nombre al filme, ubicada en el estado Sucre. 

Benacerraf es toda una institución.  Fundadora de la Cinemateca Nacional en el año 1966 y de Fundavisual Latina, junto al escritor Gabriel García Márquez,  ha sido una de las mujeres latinoamericanas que ha promovido el arte audiovisual en la región a través de investigaciones, exhibiciones y formación sobre cine y televisión, iniciativas que han dejado grandes proyectos como la Base de Datos del Cortometraje Latinoamericano, el Festival de Cine Documental Latinoamericano y el Encuentro de la Telenovela.

A propósito de su visita a la universidad,  El Ucabista conversó brevemente con esta leyenda viviente del cine y consultó su opinión sobre el cine y Venezuela, a la vez que le pidió su recomendación para las nuevas generaciones de creadores audiovisuales.  A continuación la entrevista. 

 

¿Cuál cree que es el aporte de “Araya” como documental a la filmografía venezolana?

«Su aporte consiste en ser la única película venezolana que ha ganado premios internacionales tan importantes como los Cannes, allí comenzó el reconocimiento de otros países al cine venezolano y su importancia a nivel histórico para el arte audiovisual».

¿Por qué cree que las nuevas generaciones deben ver este documental?

«Yo creo que es importante porque es un pedazo de Venezuela que pueden apreciar. Con solo verlo espero que quieran a esa gente tanto como yo la quise cuando hice la película. Es toda una vida que desapareció y que más nunca podrán ver de nuevo».

¿Cuál es su opinión sobre el cine venezolano actual?

«Soy muy optimista con el cine venezolano, me parece importantísimo cómo ha crecido y se ha desarrollado. Actualmente tiene un gran abanico de posibilidades. Antes era un cine muy especial, ahora se ha abierto a todo, comedia, drama, acción y eso es fundamental».

¿Qué debe hacerse para impulsar el cine nacional?

«Debemos comenzar por el público, los venezolanos deberían asistir más a ver el talento nacional para que se alimente y exista una relación entre los artistas y los espectadores».

 

¿Qué mensaje puede darle a las nuevas generaciones de cineastas?

«Sigan adelante, filmen con corazón y no dejen atrás su intuición. La técnica es buena tenerla para competir a nivel internacional, pero es importante tener una mente abierta a todos los problemas del país».

♦Texto: Lesslie Mendoza/Fotos: Manuel Sardá