Finalizar la carrera representa un momento de calma y liberación para los jóvenes universitarios. Atrás quedaron los exámenes, trabajos, las pocas horas de sueño y la falta de vida social. A pesar de esto, para muchos conlleva un momento de angustia cuando se preguntan «me gradúo… ¿y ahora qué?».
Ricardo Cabrera, psicólogo integrante del Centro de Asesoramiento y Desarrollo Humano (CADH) de la UCAB, recomienda a los graduandos plantearse metas cortas y claras que puedan cumplir para alcanzar sus objetivos. «Es normal que ahora que terminaron estén pensando ¿qué trabajo van a tomar? o ¿qué deben hacer?. Mi recomendación es que se propongan metas cortas que sean fáciles y realistas de cumplir».
En este sentido, ofrece cinco consejos que buscan evitar que la angustia se apodere de las decisiones.
1. Reconocer el miedo: Cabrera recomienda exteriorizar y compartir las inquietudes emocionales con amigos y familiares para disminuir la ansiedad y preocupaciones. «Conversar los miedos que se tienen permite a la persona calmarse un poco más y evitar actuar de manera impulsiva. Incluso, hablar con los padres sobre estas angustias y preocupaciones puede ayudar, ya que ellos tiene una experiencia laboral más amplía. También puede servir pedirle opinión a algún profesor o amigo que ya esté trabajando».
2. Hacer un resumen curricular…y ponerlo a circular: De acuerdo con el especialista, esta debe ser la primera tarea a realizar, porque permite colocar en blanco y negro las competencias, habilidades y aspiraciones que se tienen y compartirlas con otros para que las conozcan. «Por lo general, siempre estamos pensando en el trabajo que queremos conseguir y nos olvidamos que hacer el currículum es muy importante y es lo primero que debemos hacer o mantener actualizado al momento de buscar empleo». Actualmente existen plataformas como Boomerang, LinkedIn, Computrabajo, entre otras, que permiten a los jóvenes elaborar una síntesis curricular virtual y «ponerla a rodar» en las redes para buscar empleo. Como dicen por allí, lo que no se promociona, no se vende.
3. Tomar la iniciativa: Es común ver a muchos jóvenes, una vez que terminan la universidad, esperado que las oportunidades de empleo les lleguen como caídas del cielo. Cabrera indicó que lo más adecuado es que los muchachos no se queden sentados y se acerquen a las empresas en las que deseen trabajar. «Si hay algún lugar que te interesa trabajar, vale la pena ir y mostrar tu currículo. Si les hace falta un empleado y les llama la atención tu perfil, te llamarán; si no, igual estarás en su base de datos de posibles candidatos».