Durante el receso semestral, los estudiantes se desconectan del campus y disfrutan de este período de descanso saliendo con amigos, viajando, leyendo algunos libros pendientes o viendo películas.
Para aquellos que sienten interés por el séptimo arte y desean ponerse al día con cintas que no son solo las taquilleras de estreno, El Ucabista propone algunos títulos.
Las recomendaciones fueron ofrecidas por el el licenciado en Letras, productor audiovisual, guionista y profesor de la Escuela de Comunicación Social de la UCAB, Ricardo Lorenzo, para quien estas piezas cinematográficas deberían ser vistas por todo «millenial», debido a su importancia simbólica, audiovisual y emocional.
De hecho, Lorenzo explica que, durante el semestre, siempre conversa con sus estudiantes de la cátedra Fundamentos de guion, sobre algunas películas que muevan las fibras emocionales y los impulsen a continuar con sus metas.
«Me gustan las películas que motiven y generen emociones positivas en las personas. Son piezas que les recomiendo también a mis estudiantes porque muchas veces los veo sin ganas y desmotivados. Las utilizo como parte de mi repertorio, no solo porque están muy bien logradas sino porque mi intención es lograr dejar una huella en ellos».
A continuación, la lista que el profesor Lorenzo invita a descubrir:
1.- In the name of the Father (En el nombre del padre): De origen irlandés, fue dirigida por Jim Sheridan en el año 1993, como una adaptación del libro de Gerard Conlon, «Proved Innocent» (inocencia probada). La película está basada en el caso real de un hombre que fue encarcelado injustamente por la explosión de una bomba en un bar de Londres. En la historia, su padre, su abogada y sus amigos lucharán para demostrar su inocencia. Lorenzo explica que esta pieza cinematográfica tiene una gran similitud con el libro y recuerda la importancia de la defensa de los derechos del ciudadano.
«Uno nunca debe rendirse ante la injusticia, cuando tienes la verdad en la mano debes luchar por ella. Yo creo que ese es el mayor aprendizaje de esta historia que muestra no solo la injusticia sino la manera en que te enfrentas a ella».
2.- Rocky I: Escrita por su actor principal, Sylvester Stallone, y dirigida por John G. Avildsen en 1976, narra la búsqueda del sueño americano por parte de Rocky Balboa, un italoestadounidense de clase baja que lucha por su única oportunidad de combatir, como boxeador, por el título de los pesos pesados.
Esta pieza recaudó más de $117 millones solo en Estados Unidos y consiguió tres premios Óscar (incluyendo Mejor película). En 2006, fue seleccionada para su conservación por el Registro Nacional de Cine de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos por ser «cultural, histórica y estéticamente significativa».
El profesor ucabista afirma que este clásico del cine muestra la lucha constante de los individuos con sus temores internos.
«Es una historia motivacional, no solo para el espectador sino también para el productor, que es Sylvester Stallone, que tuvo que vender hasta su perro para producirla. Su mensaje es claro: las limitaciones están fuera, el principal enemigo está en el entorno y no en ti».
3.- The Breakfast Club (El club de los cinco): Es una película para adolescentes que se estrenó en los años 80 y es considerada como una de las más resaltantes dentro de este género. Escrita y dirigida por John Hughes, su trama muestra a cinco jóvenes que representan distintos estereotipos de la secundaria y que son obligados a convivir por un día en la biblioteca de la ciudad, en donde se genera una gran amistad.
El guionista Lorenzo asegura que esta película lo ha llevado a concientizar a sus estudiantes sobre los «clichés» y sus consecuencias.
«No pueden dejarse llevar por juicios de valor, es importante conocer a las personas y romper esos paradigmas. Sobre todo en el entorno de Venezuela en el que desde hace tiempo no nos ponemos en el zapato de los otros».
4.- The Lion King (El Rey León): Siendo la trigésima segunda película animada de los estudios Disney, se estrenó en 1994 y forma parte del llamado «renacimiento de Disney». Se desarrolla en África y está basada en fragmentos de las historias bíblicas de José y Moisés, así como en extractos de la obra Hamlet de Shakespeare.
Cuenta la historia de Simba, un joven león que tras la muerte de su padre es exiliado de su hogar por su tío, que usurpa el trono. Con ayuda de sus amigos y las enseñanzas de su padre, Simba es alentado tiempo después a regresar y reclamar su lugar en el reino.
Ricardo Lorenzo afirma que esta es una de las piezas más completas de la década de los 90 y que no pierde vigencia en el tiempo.
«Es una película maravillosa, una adaptación de Hamlet muy bien lograda. La historia de Simba contra su tio Skar es totalmente elocuente y relata el viaje del héroe. Aplica mucho para Venezuela, donde hace falta esa valentía en épocas tan difíciles».
El último Samurai: Dirigida por Edward Zwick en el año 2003 y protagonizada por el famoso actor Tom Cruise, cuenta la historia de un militar estadounidense que es enviado a Japón a entrenar a un ejército de campesinos, experiencia que cambiará su vida y lo hará confrontar la realidad de una cultura distinta con valores de honor y entrega muy diferentes a los suyos.
Lorenzo explica que la trama y escenas presentadas en el largometraje exponen la realidad de otros continentes y sus tradiciones arraigadas.
«Demuestra que hay otros mundos y otras maneras de hacer las cosas. A veces uno consigue, en el lugar inesperado, la maravilla de la vida o a esos agentes transformadores que cambian tu forma de pensar».
6.- Hasta que la muerte nos separe: Del año 2015, es una producción venezolana dirigida por Abraham Pulido y con la producción del profesor Ricardo Lorenzo. Muestra cómo los celos pueden llevar al ser humano a perder el más mínimo sentido común y a jugar con la vida y la muerte, a través de la historia de Otto «La avispa» Aguilar, un joven que lucha por abrirse camino como boxeador y salirle al paso a las manipulaciones de su hermano y de una bella modelo que lo pone de cabeza.
Para Lorenzo, esta pieza es digna de ver no solo por la historia sino por el mensaje que deja. «Yo siempre aplico el eslogan de ‘aquí no se tira la toalla’, así como en la película, porque todavía hay mucho por dar sobre todo en Venezuela».
♦Texto: Lesslie Mendoza/Foto Cortesía: Raymond Fuenmayor