Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) Venezuela es el segundo país del mundo con la mayor tasa de homicidios. De acuerdo con su «Estudio global sobre el homicidio 2019», en el territorio nacional se registran 57 asesinatos por cada 100 mil habitantes, una cifra solo superada por El Salvador, donde la tasa es de 62,1 por cada 100 mil.

Para entender este fenómeno, más allá de los números, el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Facultad de Derecho de la UCAB realizará, los días jueves 21 y viernes 22 de noviembre, el seminario “El homicidio: riesgo, significación y castigo”. Las jornadas se desarrollarán en el auditorio del Centro de Innovación y Emprendimiento de la universidad, entre 8 de la mañana y 6 de la tarde.

Allí, expertos nacionales e internacionales reflexionarán, cuantitativa y cualitativamente, alrededor de 14 ponencias enfocadas desde cuatro perspectivas: Contexto y tendencias, Situación y moralidad, Estructura y política y Vulnerabilidad y contención.

Además de la exposición de los investigadores del IIJ de la UCAB, la actividad contará con la participación de expertos del Grupo de Investigaciones Criminológicas (GIC) de la Universidad de Los Andes (ULA) y la Red de Acción contra la Violencia. Como invitados internacionales estarán Michel Misse, de la Universidad Federal de Río de Janeiro (Brasil) y Martha Lucía Márquez, de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia). Misse disertará sobre “El homicidio y la violencia en América Latina” y Márquez sobre “Transición política y violencia”.

Luis Gerardo Gabaldón, coordinador de las jornadas junto con la profesora Carla Serrano, comenta que desde hace 10 años no existen en Venezuela datos oficiales y los que existen son obtenidos de formas poco ortodoxas, “cuasi personales o por amiguismo”. Expresa su desacuerdo con las proyecciones que algunos hacen, partiendo de cifras de años anteriores, porque “los homicidios son muy sensibles a circunstancias sociales cambiantes, como ingresos, desempleo, carestía, inflación y migración”.

“El homicidio es la palabra de convocatoria para un fenómeno social muy preocupante en Venezuela en torno al cual se cruzan cuestiones que tienen que ver con salud, política, respeto, relaciones interpersonales y política social, que es importante abordar. El homicidio se ha convertido en un problema de salud pública porque el país tiene de las tasas más altas de homicidios de América Latina y comparte lugar con Honduras, Guatemala y El Salvador. Este proceso viene desde hace 30 años, pero se ha acentuado muchísimo en los últimos 20 años. Las tasas han bajado un poquito por la emigración, pues el homicidio se nutre de gente joven que está entre los 18 y 32 años. Como buena parte de ese grupo ha salido del país, eso tiene un impacto sobre las tasas de homicidios y las de vulnerabilidad”.

La idea original del seminario se trabajó en el GIC. Cuatro de sus integrantes –Yoana Monsalve Briceño, Christopher Birkbeck, Francisco Ferreira de Abreu y Juan Antonio Rodríguez– están involucrados en la actividad, así como miembros de la Red de Acción Contra la Violencia, que integran Andrés Antillano, Verónica Zubillaga y Keymer Ávila. El director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UCAB, Miguel Mónaco, será el moderador de la sesión de cierre (Vulnerabilidad y Contención).

Mejor comprensión para emprender políticas públicas

De acuerdo con la UNODC, entre 2012 y 2017 se registró en Venezuela un aumento vertiginoso de la tasa de asesinatos, pues la cifra pasó de 13 por cada 100 mil habitantes a 57 por cada 100 mil, es decir, un crecimiento de más de 300%.

Según Gabaldón, las causas son muchas y es necesario ir más allá de los clichés o las respuestas simples. En ese sentido, indica que, desde 2015, el GIC de la ULA recibe financiamiento de Open Society para una línea de trabajo sobre el homicidio en Venezuela. Eso les permitió hacer ese año una encuesta de victimización que cubrió el eje centro-norte-costero, que se complementó con un estudio cualitativo en la región andina sobre las experiencias de los homicidas. Posteriormente, en el centro del país se abundó con entrevistas a adolescentes homicidas, “que es un área muy poco explorada porque es muy difícil acceder a estas personas por los recelos y las tensiones que hay de tipo político e institucional entre academia y gobierno”.

De hecho, la perspectiva y narrativa del victimario tendrá un espacio destacado en el programa de debate del seminario.

“Tenemos una buena base documental para hablar con fundamento. Las cuatro ponencias que vienen de la ULA se basan en el mismo corpus de entrevistas con una lectura múltiple, lo que desde el punto de vista metodológico es una novedad. En las entrevistas en Mérida encontramos dos constelaciones de homicidios, los cometidos por personas de mayor edad, vinculados a motivos emocionales o pasionales con familiares y relacionados, en los que a veces hay influencia alcohólica importante. El otro, vinculado a un grupo más joven de la población que victimizan a compañeros que, frecuentemente, fueron amigos, que pertenecen al mismo grupo social y que obedecen a otras dinámicas relacionadas con actividades ilícitas. En este caso, la secuencia que lleva al homicidio es más predecible, como un guion, y eso es muy interesante. Cuando se habla de homicidio se piensa que es una cosa común, que hay un grupo particular vulnerable y, por lo contrario, parece que emergen distintos patrones. Todo eso es parte de la discusión que queremos introducir. Este seminario refleja investigación muy novedosa, muy recientemente procesada, sobre la cual hay poco publicado”.

Aunque en el encuentro el foco será eminentemente académico, para un próximo evento se considera ampliar el debate con organizaciones que diseñan políticas públicas.

“Hay una separación muy grande entre la academia y la política. Mientras la academia trabaja con los principios de conocimiento y veracidad, la política trabaja con sagacidad y oportunidad. La función de los académicos y la gran contribución de la universidad, sobre todo en estos momentos, es ayudar a poner en la agenda pública la discusión con suficiente conocimiento, información y buena fe. Este no es un ejercicio puramente intelectual, autocomplaciente, para ver qué pasa con la violencia y el homicidio. De todos modos, el evento debe tener una repercusión importante en las políticas públicas, por lo menos a través de la colocación en la agenda de la discusión de un tema que usualmente es tratado con mucha superficialidad y con intereses espurios, que no tienen que ver con la reducción de la violencia sino con el aumento del caudal político y electoral”.

Las jornadas de dos días serán registradas en video y serán publicadas en el repositorio institucional Saber UCAB, así como serán recogidas en el primer trimestre de 2020 en un texto de AB Ediciones.

La participación en el seminario “El homicidio. Riesgo, significación y castigo” es gratuita. El auditorio del Centro de Innovación y Emprendimiento está ubicado en el piso 6 del edificio Cincuentenario, en la sede de la UCAB, en Montalbán.

Para más información está disponible la cuenta @IIJ_UCAB en Twitter.

♦Texto: Elvia Gómez/Fotos: Manuel Sardá y archivo/ Video: GIanfranco Iorio