Los ucabistas Luis Vicente León y Asdrúbal Oliveros, directores de las firmas consultoras Datanálisis y Ecoanalítica, respectivamente, coincidieron durante su participación en el XXVI Congreso de Actualidad Económica UCAB 2019, en que el gobierno de Nicolás Maduro ha hecho ajustes en el sistema –en parte producto de su pérdida de capacidad de control de la economía–, lo que demuestra la posibilidad que tienen los que detentan el Poder Ejecutivo “de mutar y resistir”.

En la sesión inaugural del evento, organizado para celebrar la Semana del Economista, León hizo una exposición en la que entretejió aspectos políticos y económicos y ratificó su creencia de que en Venezuela “no existe ni la más mínima posibilidad de un cambio político que no venga de adentro”.

Por su parte, Asdrúbal Oliveros dijo tajantemente que está convencido de que “no es por la vía financiera que va a caer el gobierno, porque su capacidad de resistencia puede durar”, especialmente si se tiene en cuenta que, según un trabajo conjunto de Ecoanalítica y Transparencia Venezuela, la economía paralela ilícita es de 15 mil millones de dólares. “Los militares en Venezuela tienen 15 mil millones por los cuales sufrir y llorar y son un gran incentivo”.

El XXVI Congreso de Actualidad Económica, una iniciativa de los estudiantes de la Escuela de Economía de la universidad, este año lleva por título “Debacle económica: retos y oportunidades y convocó a 17 ponentes durante los días miércoles 13 y jueves 14 de noviembre.

El rector de la UCAB, Francisco José Virtuoso, ofreció unas breves palabras al público congregado en el Aula Magna, en las que felicitó a los estudiantes que este 2019 continuaron una tradición de más de dos décadas, “para mantener un diálogo fluido entre la academia y las empresas”.

Virtuoso reflexionó sobre “el entrampamiento o estancamiento” del momento político actual y que a muchos les da la impresión de que “el régimen parece fortalecerse”. Llamó a vencer “la sensación de pesimismo, el desánimo, la inamovilidad social y la desactivación de la energía social” y afirmó que “los únicos responsables, si se estanca y no se desarrolla esa energía social, somos cada uno de nosotros”.

 A los jóvenes que colmaron el recinto, Virtuoso les exhorto a  asumir la tarea de la producción de conocimiento y creatividad y dedicarse “en alma, vida y corazón” a emplear al máximo el talento humano para elaborar soluciones a los problemas nacionales.

León: “Sin apoyo militar no habrá salida, ni radical ni negociada”

Luis Vicente León habló de los retos y oportunidades en el país, pero terminó advirtiendo que “la economía se rebela siempre” y si no se producen los cambios necesarios, Venezuela será, forzado por las circunstancias, “un país muy distintoun país primitivo, más pobre y estable”.

El conferencista empezó desmontando lo que él designó como “mitos” y que han sostenido, a su juicio falsamente, la esperanza de muchos venezolanos sobre una supuesta caída inminente del gobierno y el inicio de una transición a la democracia.

Indicó que, si bien Maduro, en encuestas recientes elaboradas por Datanálisis, tiene una aprobación que apenas llega a 15%, la evaluación (“la gestión por el bien del país”) de Hugo Chávez todavía hoy alcanza 56% a favor, aunque el fallecido presidente “es el papá de la criatura”.

“Lo más probable es que en diez años sigamos hablando del chavismo, como en Argentina todavía hoy se habla de Perón”, porque se aprovechan legados que quedaron en el tiempo “como Marilyn Monroe, bonitos y jóvenes”.

Señaló León que “en ciencias sociales no se pueden sacar conclusiones lineales” por sucesos que ocurren en otros países, pues cada uno tiene sus particularidades, que son irrepetibles. Por eso considera un error extrapolar hechos recientes, como la renuncia de Evo Morales en Bolivia, a la situación nacional.

En el caso de Venezuela, reiteró que sin un acuerdo con los militares no será posible “ni una salida radical ni una salida negociada”. Según su criterio, todavía el sector castrense ve en Maduro a alguien que los protege y les garantiza “su poder militar, su plata y su integridad”.

En materia económica dijo que el gobierno de Maduro ha llegado a una situación inédita en el mundo, como es lograr, al mismo tiempo, la pérdida de poder adquisitivo del bolívar y del dólar.

Mencionó que es evidente este año, respecto de 2018, que existe una apertura de la economía, producto de la pérdida de la capacidad del gobierno para mantener controles.

“El gobierno ya no puede chantajear con la entrega de divisas y no puede importar mercancía”. De allí que más del 55% de las transacciones en octubre se hicieron en una moneda distinta al bolívar, incluyendo el oro, precisó.

Al repasar el comportamiento de las variables económicas, Luis Vicente León dijo que, en la práctica, el gobierno ha estado haciendo un “ajuste económico ortodoxo” pero no tiene la capacidad para rescatar los necesarios equilibrios porque carece de una condición vital para cualquier economía estable como es la confianza.

Aclaró que no todo el que maneja cantidad importantes de dólares en Venezuela es “un enchufado”, pues hubo muchas personas que desde hace 15 años sacaron al exterior, por medios lícitos, más de 100 mil millones de dólares, producto de la época cuando en el país los profesionales recibían remuneraciones suficientes para generar ahorros en divisas y muchos los están trayendo para mantener su nivel de vida.

 

Oliveros: 2020 tendrá una economía con «altísimo grado de desigualdad»

En su turno, Asdrúbal Oliveros, habló del “desmantelamiento brutal del Estado”,  que no está en condiciones de proveer bienes ni servicios, que ha provocado la caída importante del gasto público –“sin planificación ni transparencia”– lo que deja en una posición muy vulnerable al sector privado.

Dijo Oliveros que hoy el gobierno solo eroga lo necesario para sueldos, pensiones y los bonos de la patria, que todos crecen muy por debajo del ritmo de la inflación, a lo que se suma que al haber menos gasto se redujo la creación artificial de dinero.

Lamentó que uno de los daños más importantes que se ha causado a la economía nacional ha sido la destrucción del sistema de precios, lo que impide predecir los costos de ningún rubro, así como que el crecimiento de unos respecto de otros no es homogéneo ni comprensible para los consumidores, que terminan culpando equivocadamente a “la especulación”.

El socio director de Ecoanalítica fue enfático, especialmente con los especialistas y periodistas, al conminarlos a que usen correctamente los términos y eliminen la frase “inflación en dólares” y usen la calificación correcta de “apreciación del tipo de cambio”. También pidió tener presente que “inflación y devaluación no son lo mismo, están altamente relacionados”, pero un término no refleja al otro de forma lineal.

Esto, en los hechos, se traduce en que es más barato comprar productos importados que los que se fabrican aquí, porque la tasa de cambio crece a un ritmo más lento que la inflación. “Para comprar hoy lo que se podía comprar en enero con 100 dólares, se requieren 300”.

Oliveros dejó claro que “estamos en una etapa diferente de la hiperinflación” porque ésta se ha desacelerado entre la mitad y una quinta parte de lo registrado mensualmente en 2018, pero para él esa diferencia es “irrelevante” porque son, igualmente, niveles que no pueden ser afrontados por la ciudadanía, que vive “en la precuela de The walking dead”.

Mencionó que aunque no se contabilizan en la balanza de pagos, cuando se suman los envíos de mercancía “puerta a puerta” que se hacen desde el exterior, eso revela que las importaciones en Venezuela no han caído de manera importante. Sobre la deuda pública externa, precisó que el 40% del servicio de ella se va en pagar a China y Rusia.

Coincidió con Luis Vicente León en que en octubre 54% de las transacciones en Venezuela se hicieron con dólares.

Sobre lo que es posible esperar del comportamiento económico en 2020, Asdrúbal Oliveros prevé que se va a corregir –“no va a desaparecer” – el grado de sobrevaluación del tipo de cambio y, en general, el país tendrá “una economía precaria, rudimentaria, con nichos de consumo y con un altísimo grado de desigualdad”, pero que buscará su nivel de equilibrio.

Si se produjera una transición el próximo año, explicó que las áreas empresariales que mejor provecho sacarían serían las relativas a alimentos, salud e higiene personal.  Aconsejó finalmente a las empresas nacionales que han logrado resistir la crisis, que se preparen pues de lo contrario, si la economía se abre, “van a venir jugadores con plata, a jugar duro y lo van a desplazar”.

♦Texto: Elvia Gómez/Fotos: Manuel Sardá