Desde su egreso del Colegio San Ignacio de Loyola, David Delgado se esfuerza por sacar el máximo provecho a su paso por la universidad.

A sus 20 años, cursa en simultáneo dos carreras: Administración de empresas y Economía. Además, este representante del Centro de Estudiantes de Economía trabaja en el Departamento de Finanzas de la compañía británica Diageo y forma parte del programa de acción social ucabista PAZando. También participó en un intercambio realizado en la Universidad de los Andes, de Santiago de Chile, en el mes de enero.

Poniendo en práctica el lema “seguir aprendiendo y llevar buenas ideas a acciones concretas”, Delgado asegura que se forma con la intención de trabajar por el país en materia pública e insta a la comunidad ucabista a tomar las riendas de su formación, abarcando la mayor cantidad de áreas posibles y asumiendo la responsabilidad por sus resultados.

 

¿La UCAB siempre una opción?

“Siempre ese fue el plan. Estudié en el Colegio San Ignacio y creo mucho en el resultado de la formación que los jesuitas plantean. Me considero un ignaciano pero no por el nombre, sino que de verdad me vivo los valores. Creo que el Magis  me marcó como persona, siempre busco crecer y hacer crecer a quienes están a mi alrededor. Sin duda, el tema de amar y servir lo tengo tatuado. Para mí la UCAB era una continuación a ese estudio y ahora estoy viviendo una etapa ignaciana distinta, no necesariamente buena o mala, solo estoy en otro momento de mi vida”.

¿Qué te llevó a querer estudiar Administración y Economía?

“Dentro de mi colegio hay muchas instituciones estudiantiles y yo participé e hice vida en casi todas y me di cuenta de que me gustaba mucho el trabajo con las personas. Era delegado de mi salón y estaba en el MUN. Me di cuenta de que había algo en la gestión que me gustaba mucho, y cuando estaba decidiendo qué estudiar sabía que tenía que ser algo que me permitiera entender la sociedad primero como un todo, porque siempre llamó mi atención el tema social, pero el centro estaba en gestionar y lo que se acercaba más era  Administración, porque me gustaba cómo estaba enfocada la carrera. No obstante,cuando estaba en el primer semestre, vi la clase de Microeconomía y realmente me encantó. Ya me gustaba la idea de estudiar Economía, por el entendimiento completo de la sociedad teniendo como centro los procesos económicos, pero tenía un miedo y era que eso no se aplicará tanto en la realidad. Por eso me sentí al principio más identificado con Administración”. 

¿Por qué estudiar las dos carreras y hacerlo en simultáneo?

“Hay algo en la mente de los economistas y el pensamiento que se desarrolla estudiando Economía que me atrae y siento que en la unión de Administración y Economía se unen muchas cosas que me gustan y siento que estoy aprendiendo con mucha pasión. El estudio simultáneo fue una decisión que tomé en términos de costo y oportunidad. Cuando entré la decisión que estaba tomando era si quedarme aquí o estudiar fuera del país. Viviendo en el exterior quizás me podía tocar trabajar para costear mis estudios y considero que la formación de pensamiento crítico real es vital en estos años. Mi decisión antes de decidir cuál carrera y cuál universidad era que quería sacar el mayor provecho e intentar formarme de la mejor manera que pudiese y, para mí, esa respuesta vino en estudiar ambas carreras, porque siento que estoy aprovechando el tiempo al máximo y siento que unas materias complementan a las otras”.

¿Cómo se entrelazan ambas carreras?

“Siento, por ejemplo, que estudiar Talento humano en Administración ayuda a entender muchas cosas que se plantean en los modelos económicos, como capital humano  o entender cómo el consumidor funciona y toma decisiones. Eso me ayuda a entender o ver con otra visión el mercadeo. Yo considero que pienso de una manera original, porque tengo maneras distintas de enfrentar los problemas y  quiero tomar materias de ambas para complementar el pensamiento de una y de la otra. Mezclo materias que hablan de lo mismo desde perspectivas distintas”.

¿Cómo reaccionaron tus padres ante esta decisión?

“Mis padres me ayudaron mucho. Cuando uno es chamo uno ve todo como urgente, como que se va a acabar el tiempo y se tiene que hacer todo de una vez y mi papá me dijo algo que me marcó: ‘La vida es muy larga y hay tiempo para todo pero también es muy corta’. Yo lo  interpreté como que hay tiempo suficiente para hacer muchas cosas pero hay que ir haciendo. Es importante tener planes a corto y mediano plazo. Mi objetivo último no es el título, sino intentar formarme lo mejor posible y  con un enfoque de aprendizaje constante para sacarle el mayor provecho a la vida”.

¿Alguna experiencia que sume a tu formación?

“Estoy haciendo una pasantía en el Departamento de Finanzas de Diageo y el enfoque es el mismo. Estoy en esa búsqueda de experiencias que me saquen de mi zona de confort y que me hagan crecer”.

¿Alguna experiencia a nivel académico que te haya marcado?

“En enero estuve en un intercambio en la Universidad de los Andes de Santiago de Chile. Fue un programa corto para estudiar política, economía, innovación y desarrollo en Latinoamérica y su contexto. Lo más bonito, más allá de las clases, fue la oportunidad de reforzar mi inglés, además de sentarme  y compartir junto a 50 personas de 20 países, para hablar del mismo tema con perspectivas distintas, porque las personas habían sido criadas en contextos totalmente distintos. Estudiamos un caso de negocio y, como los grupos eran multiculturales, la manera de entender el problema es distinta y en ese pensamiento divergente hace que se pueda llegar a una solución. Y pude vivir todo eso bajo la premisa del inglés, lo que te hace crecer”.

¿Cómo ha sido tu participación en el Centro de Estudiantes de Economía?

“El compromiso y la palabra es muy importante y si yo estoy en algo debo estar comprometido al 100%. Desde el Centro considero que hemos hecho un  muy buen trabajo y, el logro más valioso es que el equipo ha crecido. Mi compañero de cargo es David Montó y creo que el y yo hacemos una pareja interesante, porque uno aporta algo que el otro no aporta y creo que en esa dualidad el trabajo es interesante. Además, contamos con un equipo increíble que nos ayuda muchísimo.  Mi aporte es más de planificación. Al plantear una propuesta yo pienso en cuál es la razón de ser, qué queremos lograr, en cuánto tiempo y Montó tiene una cualidad de la cual quiero aprender y es que tiene la facilidad para producir resultados”.

Realizas pasantías, formas parte del Centro de Estudiantes y estudias dos carreras ¿Cómo manejas el tiempo?

“Creo en la organización. Siempre he sido una persona muy planificada y siento que es porque pertenecí a muchas actividades en el colegio. Tengo una agenda,  me siento a pensar y  planifico muy bien lo que  voy a hacer cada vez. Me obligo a mí mismo a  tener tiempo para cosas que me gustan, como la lectura, el inglés y la música”.

¿Algún idioma, aparte del inglés, que quieras aprender o algún instrumento que desees tocar?

“El inglés es vital para mí y me ha permitido conocer realidades distintas, pero Latinoamérica me gusta mucho y me gustaría aprender portugués para poder entender a Brasil y tener entrada a ese  mercado. En cuanto a la música, toco guitarra y cuatro pero me gustaría tocar el piano”.

¿Cómo es tu relación con los estudios?

“Es importante aprender a pensar bien y, con las materias, creo que uno tiene que tener el enfoque de que lo importante es aprender. La nota tiene importancia pero, a su vez, el proceso aprendizaje es el centro. Tomar un enfoque proactivo con las materias hace que llegue la nota. La nota es el resultado del trabajo. Además, creo que el mundo está avanzando a un punto en el que siento que no es suficiente ser un doctor, por ejemplo, tiene que aprender a venderse  y desarrollar habilidades que tal vez hace 20 años no. Antes el contador era contador, el economista era economista y ahorita estamos llegando a un punto en el que se debe tener conocimiento de otras áreas que no son necesariamente tu área de trabajo”.

¿Cómo resumes tu paso por la universidad?

“Me lo he tomado como un momento o ciclo de mi vida en el que quiero desarrollar el pensamiento crítico. Siento que, además, ha sido un espacio en el que he descubierto  y he vivido muchas cosas fuera de mi zona de confort , que me han hecho entender mi vida desde otra perspectiva. Me ha enseñado que uno es dueño de sus resultados y que hay ponerse metas significativas que nos ayuden a descubrir cuál es nuestra misión en la vida, siempre pensando cómo aportar lo mejor a uno mismo, a su comunidad y a su país. En marzo voy a PAZando y eso me tiene emocionado, porque en el colegio participaba en campamentos. Conozco todo el país, un poco por mi padres y un poco por el colegio. Creo además que esa es una razón por la que me gusta tanto y soy tan apasionado por este país”.

¿Cómo te ves en en unos años?

“Yo quiero aportar en el espacio en el que esté. Me llama la atención mucho el tema social y el desarrollo pensado desde la educación, los servicios públicos, el crecimiento económico y eso lo tengo presente. Pero también me gusta el mundo corporativo y las finanzas. Me gustaría de alguna manera aportar en espacios en donde pueda agregar valor y seguir creciendo. Tengo un statement de vida: Mi plan es seguir aprendiendo y llevar buenas ideas a acciones concretas para poder estar feliz y satisfecho con lo que hago, sin importar el área”.

¿Qué mensaje quieres brindarle a la comunidad ucabista?

“El único responsable de tu formación eres tú mismo. No estudies por tus padres, por un profesor o porque es lo que te toca. Estudiar es  responsabilidad de cada quien, pero debe también estar atado a lo que te gusta. Por ejemplo, alguien que estudie Diseño,que no es una carrera tradicional, puede ser mejor en eso que estudiando obligado cualquier otra cosa. En conclusión, encontrar lo que te apasiona, en lo que sientes que eres bueno o lo que te funciona es importante. También es fundamental ser proactivo con la formación; buscar siempre cosas que sumen; leer; estudiar inglés para hacer frente a un mundo globalizado e involucrarse con la universidad, conocer a la gente y ver las experiencias extracurriculares como oportunidades que suman y también forman. Por último, recomiendo estudiar la filosofía ignaciana porque, de verdad, pienso que moldea a una persona integral”.

♦Texto: Albany Díaz / Fotos: Miguelángel Paiva