Las universidades nacionales, particularmente las que dependen financieramente del Estado venezolano, muy poco han debatido sobre la vulneración del derecho constitucional a la autonomía, “el medio para alcanzar el objetivo central de las universidades, que es el ejercicio de la libertad académica”. Así lo considera el abogado, periodista y doctor en Ciencias Políticas David Gómez Gamboa, director de la ONG Aula Abierta, fundada en 2014 y dedicada a la promoción y defensa de los derechos universitarios.
“En casa de herrero, cuchillo de palo’. Los universitarios, que han parido grandes conceptos doctrinarios en materia de otros derechos humanos, como los movimientos por los derechos de las mujeres, de la comunidad LGBTI, de los niños; poco nos sentamos a debatir sobre los derechos que son inherentes a nuestra actividad”, agrega Gómez, quien es profesor de la Universidad del Zulia (LUZ) en las áreas de Derechos Humanos y Derecho Internacional Público, además de coordinador de la Comisión de DDHH de esa institución.
El académico participó este 19 de mayo en la webinar titulada ¿Es libre la universidad en Venezuela?, organizada en el marco del primer aniversario de Univérsate, espacio radial producido por la Dirección General de Comunicación, Mercadeo y Promoción de la UCAB, en alianza con el circuito Unión Radio.
La charla fue moderada por Efraín Castillo, conductor, junto con Tamara Slusnys, de este programa semanal que tiene como objetivo servir de plataforma informativa sobre la realidad de las universidades venezolanas.
(Ver también: Univérsate cumple un año como plataforma informativa de la universidad venezolana)
Destruir las universidades es matar el futuro
David Gómez es coautor del libro Libertad Académica y Autonomía Universitaria: una mirada desde los Derechos Humanos. Referencia en Venezuela (2010-2019), investigación recién editada por la Universidad del Zulia que condujo junto con los profesores Karla Velasco, Innes Faría Villarreal y Ricardo Villalobos Fontalvo, también investigadores de esa institución.
A partir de los hallazgos de este trabajo y del trabajo de seguimiento que Aula Abierta hace desde su fundación, el especialista en DDHH afirmó que las universidades venezolanas, incluyendo las privadas, están sometidas a una «política de Estado que busca destruirlas» limitando, entre otras cosas, su producción de conocimiento científico y pensamiento crítico, que es lo que ayuda a generar desarrollo en cualquier país.
También denunció que desde la vigencia de la cuarentena por el COVID-19, los campus de todo el país han sufrido desvalijamientos de diverso tipo y grado, de los cuales Aula Abierta ha podido levantar registro de 81 incidentes, que no son el total de los ocurridos, precisó.
A su juicio, lo más grave son las consecuencias de esos robos y destrozos. Mencionó casos como los de la Universidad de Oriente y su Instituto de Oceanografía, donde “se han perdido décadas de investigaciones”, por la sustracción de equipos en los que se preservaban colecciones importantes además de la completa destrucción de sus instalaciones.
“Todo esto implica la destrucción del conocimiento científico. Parece que el objetivo es ponernos en la era de las cavernas (…) Esta amenaza no da para esperar la destrucción, lo que buscan es acabar con la clase política del mañana, que no haya líderes críticos. Eso es terminar de matar el futuro”.
A todo lo descrito, dijo, se suman las amenazas directas contra expertos que intentan compartir sus conocimientos en foros abiertos con la sociedad.
“En Venezuela, el conocimiento no puede ser publicado o debatido. La consecuencia de eso es que la sociedad se queda a oscuras. Atentar contra la libertad académica es atentar contra la democracia”.
Refirió Gómez que, en septiembre de 2019, con motivo de los 490 años de la fundación de Maracaibo, él, con la ONG que dirige, organizó un evento para que expertos e investigadores en ejes temáticos tales como el histórico-jurídico, urbanismo y servicios públicos, expusieran cómo está afectada la ciudad.
“No pude conseguir un experto de la Facultad de Ingeniería para que diera el diagnóstico de la situación eléctrica. De ese tema no se puede hablar”. Explicó que eso fue producto de las amenazas directas que uno de esos especialistas recibió de parte del propio gobernador del Zulia, lo que impacta en el resto de docentes, que se inhiben por miedo.
Patrón de violaciones en Latinoamérica
Durante la conferencia telemática, el profesor de LUZ mencionó que, luego de insistir ante los organismos respectivos de la ONU y la OEA, sobre las violaciones sistemáticas de derechos constitucionales de los docentes y estudiantes, han logrado, mediante un trabajo colaborativo con los centros de DDHH de LUZ, UCV, ULA y la UCAB, tener incidencia a nivel del Alto Comisionado de los DDHH de la ONU, como ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Ambos organismos, informó, han dado cabida desde 2015, en sus períodos ordinarios de audiencias, para que los docentes venezolanos expongan detalles de lo que les ha venido aconteciendo en las últimas dos décadas.
Señaló que las denuncias de los equipos venezolanos han tenido eco en el resto de América Latina, pues han detectado, además de Venezuela, patrones restrictivos contra las universidades y miembros de estas comunidades, en Cuba, Nicaragua, Colombia, Honduras, Guatemala y México.
“En la CIDH, desde 2017, hemos sistemáticamente presentado trabajos en ciencia internacional. En febrero de 2019, la CIDH acordó hacer una audiencia para las Américas, continental, para analizar la situación de la libertad académica, que se realizó en febrero de 2019 en Bolivia. Esa fue la primera vez en la historia que la CIDH hace un encuentro temático sobre libertad académica y autonomía universitaria para todo el continente. En esa audiencia visibilizamos que la criminalización de la protesta y de la autonomía universitaria es un problema inherente a la noción misma de la democracia y al desarrollo de gobiernos autoritarios. Estamos haciendo un llamado a los teóricos que estudian los neopopulismos y neoautoritarismos a identificar estos patrones contra el pensamiento crítico universitario”.
Por una nueva ley para las universidades
Aunque aseguró que la incidencia internacional “ha tenido grandes logros», reconoció que ahora debe hacerse más a nivel nacional. En ese sentido, mencionó que la ONG que dirige introdujo ante la Asamblea Nacional un anteproyecto de «Ley Orgánica de Derechos, Deberes y Garantías de la Educación Universitaria”, que busca blindar a la Universidad como institución, a partir de la protección de los derechos humanos de sus integrantes.
“Estamos proponiendo a la Asamblea Nacional una Ley en materia de derechos de la comunidad universitaria, que no es una Ley de Universidades. Necesitamos desarrollar los derechos humanos vinculados a la comunidad universitaria, poniendo a la libertad académica como un asunto medular, que se vincula con la libertad de asociación, el derecho a la educación, la libertad de expresión y de protesta”.
Gómez Gamboa indicó que el texto legal es el resultado de un trabajo colaborativo con autoridades, abogados y profesores de universidades como LUZ, ULA, UCAB, UNIMET, además de especialistas de ONG de DDHH. Invitó a presentar observaciones al proyecto, disponible en su página web, del cual ya consignaron un borrador, el 5 de marzo, ante un representante del presidente del Parlamento.
Apuntó que aspiran a hacer presión desde las universidades para que los diputados impulsen su discusión, porque “no nos podemos limitar a criticar, sino que hay que proponer. Confiamos en que la AN reivindicará la importancia de la universidad”.
Recordó que un instrumento legal como éste resulta imprescindible, porque existen decisiones jurídicas que han venido debilitando el marco legal por el que se rige el sector universitario, incluyendo sentencias del TSJ que ha vulnerado el derecho de los profesores y estudiantes a elegir a sus representantes y el modo de gestionarse.
(Ver también: «Universidades deben tener plan estratégico y no dejarse atrapar por la coyuntura», dice el vicerrector administrativo de la UCAB)
Cuarentena, educación a distancia y derechos vulnerados
Como si fuera poco los perjuicios sufridos por el sector de educación superior en Venezuela, recalcó Gómez que ahora se suman los efectos de la crisis de los servicios públicos, especialmente el del suministro eléctrico que impacta en otros servicios como el agua e Internet, y que repercute en la calidad ya menguada de la enseñanza y aprendizaje. Esto es especialmente significativo ante la exigencia de las clases on line producto de la imposición del distanciamiento social.
Gómez mostró en la video conferencia datos recientes de una encuesta realizada por la ONG entre estudiantes universitarios, que reflejan que 73% usa su teléfono para cumplir con el plan de clases desde casa; 65% opinó que la calidad de datos móviles afecta su desempeño estudiantil y 72% dijo que la calidad de la señal de Internet afecta su ejercicio académico.
Mencionó que en el caso de los profesores, que reciben salarios de entre 5 y 12 dólares, tener que pagar consumos adicionales de Internet, cuando les funciona, perjudica sus ingresos ya exiguos.
«Los porcentajes fueron realmente muy preocupantes. Esto hace que para muchos en el país sea prácticamente imposible no solo recibir clases sino también dar clases«, apuntó.
Pese a las dificultades expuestas, el director de la ONG Aula Abierta se manifestó optimista ante el futuro de la educación superior en Venezuela. «Obviamente tenemos que tener esperanza pero como dice el refrán: a Dios rogando pero con el mazo dando. La nueva universidad no va a venir solo por tener esperanza, sino por actuar en una articulación de todos los actores universitarios, estudiantes, autoridades, profesores, gremios, trabajadores, en la construcción de una universidad responsable con base en la defensa de la autonomía, la libertad académica y los derechos humanos, y construir una nueva democracia».
Finalmente, a propósito del primer aniversario de Univérsate, David Gómez Gamboa destacó que el espacio radial que la UCAB se pone al servicio de la comunidad universitaria de todo el país, tiene en ese sentido el mismo objetivo que la ONG Aula Abierta.
“Felicitaciones por este primer aniversario. Desde Aula Abierta hemos valorado ese tipo de iniciativas. Ustedes, como nosotros, mezclan las dos realidades: la comunicacional y la universitaria, que es muy compatible con nuestro proyecto. Univérsate es una especie de aula abierta a los profesores, estudiantes, investigadores, a la comunidad universitaria y país en general”.