Tras el anuncio del «Plan Universidad en Casa», hecho por el Ministerio para la Educación Universitaria en el mes de marzo a raíz de la emergencia por el COVID-19, las casas de estudios superiores del país han venido implementando programas de formación a distancia, en los cuales las evaluaciones en línea juegan un rol fundamental, lo que supone el reto logístico de generar mecanismos de control para que no se haga trampa.
Con el objetivo de hacer frente a esta circunstancia, la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) diseñó y puso en marcha una Guía para la Contingencia Académica, la cual contempla una serie de disposiciones e instructivos para ayudar a los profesores a garantizar la confiabilidad, validez, objetividad y autenticidad de los procesos de evaluación no presenciales de los estudiantes.
Por ejemplo, en la Guía para la evaluación en Módulo 7, dedicada a ofrecer recomendaciones sobre la evaluación de los aprendizajes académicos en la virtualidad, se llama a los profesores a mantener una comunicación constante con sus alumnos, para vencer los obstáculos que supone no poder verificar cara a cara el proceso de aprendizaje.
«Las plataformas actuales permiten conocer al grupo, dialogar con cada uno de ellos (dependiendo del número de estudiantes), compartir, etc. Abrir estos espacios es fundamental pues pasan a complementar las evaluaciones», se lee en el documento, en el que citan a la investigadora Rocío Quesada, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para explicar por qué es importante ese contacto constante.
«En el aula se observa directamente a los alumnos, de manera que las evaluaciones realizadas pueden complementarse y adecuarse a partir de lo que se sabe de cada estudiante, de tal suerte que si una prueba no es totalmente confiable, tal deficiencia puede contrarrestarse con la información recabada a lo largo del curso. En la enseñanza a distancia ‘en línea’ no sucede lo mismo. Se conoce al estudiante por medio de sus actividades y ejecuciones en los instrumentos que lo evalúan permanentemente».
El Ucabista consultó la opinión de dos profesores con experiencia en formación virtual, quienes dieron testimonio del trabajo que realizan en esta materia y ofrecieron tips para minimizar el fraude bajo esta modalidad.
María Isabel López, directora del Centro de Investigación y Desarrollo de Ingeniería y docente de la cátedra virtual de Ética profesional en la Facultad de Ingeniería de la UCAB, indicó que la posibilidad de mentir en una prueba parte de los valores de cada individuo, por lo que es fundamental sensibilizar a los estudiantes en torno a la importancia de la honestidad y entablar una relación sana con ellos desde el comienzo.
«Hay un problema de fondo, que son los valores y la ética de las personas. Una institución, sea la UCAB o cualquier otra, puede generar el sistema más riguroso e igualmente habrá personas que, desde su esquema de valores o su moral, puedan ver bien el copiarse o aprovecharse del conocimiento de otros. Aunque también es difícil también evitarlo en la presencialidad, el riesgo online es mayor porque es muy difícil dar certeza de quién es la persona que está al otro lado de la de la computadora. Sin embargo, cuando hay un vínculo positivo y un proceso de sensibilización sobre la oportunidad única dada en pregrado para formarse, es posible obtener el compromiso del estudiante», expresó.
La profesora, que cuenta con más de 20 años de experiencia y 42 alumnos este semestre, también explicó que existen formas de evitar esa conducta y recalcó la preocupación que tiene la universidad por hacerle frente.
«También hay mecanismos objetivos. Por ejemplo, la posibilidad que tiene Módulo 7 de generar un banco de preguntas y que el sistema tome unas aleatoriamente. Así, puedes, tener varias personas presentando la misma prueba con preguntas diferentes. Otras opciones son la modificación parcial de enunciados y la validación persona-persona a través de sistemas de videoconferencia para presentaciones o exámenes orales. Es muy importante que la evaluación tenga las instrucciones claras. La universidad está muy interesada en resolver eso y en mantener la calidad e integridad de su evaluación. Pero no hay respuesta mágica», comentó López.
Por su parte, José Luis Jiménez, profesor de la cátedra online de Periodismo Transmedia en la Escuela de Comunicación Social de la universidad, también ratifica que la relación entre el profesor y el alumno es vital, pero sostiene que está en manos del estudiante comportarse correctamente y aprender lo que se requiere para el ejercicio de su profesión.
«La idea es crear un ambiente de confianza mutua entre el alumno y el profesor. Yo confío en que los estudiantes no van a hacer trampa, porque tengo que respetar la integridad humana de la persona con la que estoy trabajando. Además, no es correcto que el profesor esté tratando de ver si alguien hace trampa o no. Siempre habrá alguien que traté de hacer algún tipo de trampa, pero quien lo hace al final se perjudicará a sí mismo. Por eso, creo que es responsabilidad del alumno, partiendo de su propia educación y autoestima, hacer lo mejor para crecer profesionalmente”.
Para Jiménez, que también ha trabajado con la New York State University bajo la modalidad virtual, la realización de trabajo continuo y la entrega de evaluaciones de actividades prácticas y de análisis son algunas alternativas que minimizan la posibilidad del fraude.
“La forma de trabajo que aplico con mis alumnos, un proyecto y en equipo, dificulta la suplantación de identidad, porque todos trabajan juntos. Si alguien hace trampa, sus compañeros se darían cuenta y sería en detrimento de ellos mismos. También, las entregas semanales y la realización de actividades de análisis y reflexión, pueden minimizar el riesgo de que se dé esta conducta, a diferencia, por ejemplo, de un examen, que abre la posibilidad de que se copien o tomen algo de internet. Yo no hago ese tipo de evaluaciones, mis evaluaciones son prácticas y cada alumno debe mostrar habilidad y utilización del conocimiento, lo que evita la posibilidad de engaño y lo hace más transparente e interactivo”, añadió el profesor.
UCAB pone a disposición curso gratuito sobre evaluaciones
Como parte de su aporte sobre la materia, recientemente el Centro de Estudios en Línea de la universidad (CEL UCAB) puso a disposición de los docentes y público interesado un curso abierto y gratuito titulado «Cómo evaluar en contextos educativos», el cual busca ofrecer al participante las «teorías detrás de la evaluación y el aprendizaje que permiten al evaluador alcanzar satisfactoriamente las competencias planteadas» y plantea «medios de evaluación efectivos y didácticos que estén en sintonía con la realidad del aprendiz».
El curso está disponible en el sitio web https://cursosabiertos.ucab.edu.ve e incluye tutoriales, videoclases y material de refuerzo. Estos son los objetivos:
Conocer el concepto y características de la evaluación auténtica.
Conocer estrategias para desarrollar un aprendizaje estratégico.
Conocer las teorías de evaluación y aprendizaje.