El director de la Escuela de Ingeniería Informática considera que, pese a la crisis, en Venezuela y en la UCAB se hace un importante esfuerzo por formar a las nuevas generaciones de profesionales con conocimientos actualizados en la producción de software y hardware
En el siglo XIX, la Revolución Industrial trajo consigo avances tecnológicos sin precedentes y marcó el comienzo de la edad contemporánea. La invención de la máquina de vapor, el teléfono o el automóvil son algunos de los hitos que marcaron este período de la historia humana que cambió para siempre la dinámica económica y social y abrió paso a la producción en masa y la llamada sociedad de consumo.
En pleno siglo XXI, una nueva revolución está en progreso, gracias a la globalización, la internet y el avance de la tecnología informática. Detrás de todo esto han estado y siguen estando grandes compañías abocadas al desarrollo de equipos y software como Dell Technologies, IBM, Microsoft, Cisco Systems o Apple, junto con genios de la programación como Alan Turing, Mark Zuckerberg, Bill Gates, entre muchos otros, que hacen hoy posible la existencia de la inteligencia artificial y las redes sociales, entre otros campos de desarrollo informático.
Formar profesionales capaces de insertarse en esta dinámica mundial y dejar una huella similar en la historia es la visión con la cual opera la Escuela de Ingeniería Informática de la UCAB. Su director, Rafael Lara, es fiel creyente de que, para lograrlo, sus estudiantes deben aprender que las relaciones interpersonales, la comunicación y el desarrollo del profesional, más allá de conocimientos técnicos, son aspectos fundamentales en la formación de un ingeniero informático.
El ingeniero, con experiencia en desarrollo e integración de aplicaciones para Movilnet, es, además, propietario de InnovaIT Sistemas, empresa especializada en desarrollo de Tecnologías de la Información (TI). Sostiene que la Escuela que conduce se mantiene a la vanguardia de la educación en desarrollo de software, principalmente, y hardware, en menor medida, gracias a una constante revisión de las tendencias globales en computación, aunado a las actualizaciones que hoy en día impulsan en función del Plan UCAB 2023, hoja de ruta estratégica que guiará a todas las dependencias de la universidad durante los próximos tres años.
¿Cómo afrontan la formación en ingeniería informática de los estudiantes, en el contexto de un país que cuenta con un importante rezago tecnológico?
«Es imposible negar el contexto del país y, ciertamente, hay rezago tecnológico. Sin embargo, hay que comprender el contexto en el que se da el mismo. Es decir, es cierto que deberíamos contar con un mayor y mejor acceso a Internet, así como con la posibilidad de que cada uno de los profesores y estudiantes, sin importar su condición social, tengan fácil acceso a un computador con ciertas prestaciones mayores a las de los usuarios promedio. Con esto, se pudieran mejorar significativamente los procesos de formación de la disciplina.
(…) En la UCAB, el enfoque de la carrera, desde sus inicios, se ha inclinado por el desarrollo de software, más que de hardware. Para bien o para mal, es el enfoque que la mayoría, por no decir todas las instituciones de educación superior en Venezuela, han adoptado en sus distintos planes de estudio. Bajo esta realidad, los principales retos que tenemos en cuanto a la formación están asociados a los procesos de transformación intelectual, así como de comunicación entre los humanos, que, en definitiva, son los componentes esenciales para la creación de software».
En este sentido, ¿cuál es el estado del avance tecnológico en Venezuela?
«La inversión para el desarrollo de tecnología en Venezuela es escasa o muy marginal. Sin embargo, en áreas como la Ingeniería del Software, tanto en universidades como en la empresa privada, todavía es posible decir que se tiene acceso a cierta tecnología de punta. El desarrollo de software, a nivel mundial, migra a la ‘nube’ cada día más. Tal vez en Venezuela el acceso libre y sin restricciones a Internet es el principal obstáculo; además de la situación financiera, que puede limitar tanto a empresas como a individuos para la adopción de tecnología para acceder a dicha nube.
La situación en cuanto a hardware es un poco más desalentadora, debido a que su desarrollo requiere, al igual que el de otras industrias, de acceso continuo a servicios básicos como electricidad y agua. Superando estas restricciones se encuentran otras, como cadenas de suministro deficientes, y, en definitiva, políticas públicas que no parecen ir en una dirección que favorezca el desarrollo tecnológico en el país».
¿Hay alguna iniciativa o grupo, incluyendo la Escuela o la universidad, trabajando activamente en pro de la actualización tecnológica del país?
«Tanto la academia como la empresa privada trabajan desde hace ya algún tiempo no solo en el diagnóstico de la situación, sino en la hoja de ruta para recuperar la vanguardia tecnológica que Venezuela mantuvo por mucho tiempo, y que, en cierta forma, es la que nos permite estar en la situación actual. Hoy en día estamos mucho mejor de lo que estuviéramos si en el país no se hubieran realizado, en el pasado, grandes inversiones en el sector tecnológico. En este sentido, organizaciones como Cavedatos (Cámara Venezolana de Empresas de Tecnologías de la Información) y Fedecámaras han trabajado con sus afiliados y con apoyo de las universidades, la UCAB incluida, en una agenda que traza distintas rutas para mejorar las condiciones que permitan avanzar rápidamente en la consolidación tecnológica del país, incluyendo el desarrollo e investigación nacional. Lo más importante es que son pasos que podrían iniciarse en cualquier momento y bajo cualquier modelo político, lo único que hace falta es voluntad para su implementación por parte del gobierno de turno».
¿Cuáles han sido los mayores retos en la formación académica de los estudiantes en el siglo XXI y cómo se ha ido adaptando este proceso a los nuevos tiempos y la situación del país?
«Los principales retos están asociados a la brecha generacional, cuya expansión se ha acelerado cada vez más con la introducción de nuevas tecnologías. Esto es un fenómeno global. Ahora bien, en Venezuela tal vez los retos derivados de esto pueden ser más acentuados, principalmente por la fuga de talentos jóvenes. Muchos de los docentes siguen siendo los mismos que formaron a esos jóvenes, que, en condiciones normales, hubieran complementado y, eventualmente, sustituido a sus profesores. No quiero decir con esto que los profesores, en general, estén desactualizados respecto al uso de tecnología, pero es evidente que, si los más jóvenes emigran, es más difícil formar generaciones de relevo, y son ellos los que dominan más rápido las tecnologías emergentes».
¿Cuáles son los desafíos que enfrenta el alumno de ingeniería informática durante su formación?
«Parte importante de los desafíos se concentran en el aspecto humano, ya que, después de todo, la computación tiene su razón de ser en éste. (…) Normalmente, a inicios de la carrera, no todos los estudiantes están conscientes de lo anterior y perciben que el dominio de los aspectos técnicos es lo único necesario para ser un buen ingeniero. Claro que es fundamental, pero la tecnología avanza de una manera muy rápida y deja obsoleta a la generación anterior en un tiempo que, honestamente, desde el punto de vista humano es muy difícil de seguir. Por lo tanto, es fundamental entender la teoría que está detrás de los aspectos técnicos.
Ahora bien, las relaciones interpersonales y la comunicación entre los miembros de un equipo de desarrollo o entre éstos y el cliente que encarga un sistema de información, son aspectos inherentemente humanos, ceñidos a la cultura organizacional, local, nacional o regional que rige a las personas y, en consecuencia, su transformación es mucho más lenta. Así que, entender estos aspectos humanos no solo es fundamental, sino que puede ser la clave para mejorar los procesos de producción de soluciones informáticas de calidad; lo cual, en definitiva, hacen a un mejor ingeniero en informática».
¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan los egresados de la carrera y cómo se están adaptando los currículos y perfiles profesionales a las necesidades actuales del mercado?
«Los profesionales en el área de la computación son altamente demandados, no solo en Venezuela, sino globalmente. Si bien esto es positivo, tiene sus peculiaridades. (…) En muchos casos, la alineación del negocio y los departamentos de tecnologías de la información se da con mucha fricción, que, en definitiva, se traslada a su personal, como lo pueden ser los ingenieros en informática (…) Esto implica que, para cumplir con los cronogramas, los ingenieros en informática deben ser sometidos a momentos de alto estrés, horarios poco convencionales y cambios de especificaciones de último minuto. El estudiante de la carrera va a encontrar muchos momentos similares durante su formación académica. Es así como buscamos desarrollar sus habilidades blandas, que complementen sus conocimientos técnicos y así enfrentar con éxito los escenarios antes descritos».
¿Qué actividades extracurriculares recomienda para que los alumnos de su escuela complementen su formación profesional?
«Mi recomendación está íntimamente ligada a la manera en cómo concibo al ser humano, y las distintas expresiones de las cualidades que lo describen como tal. Así como en su formación académica va a recibir una alta dosis de formación científica, el estudiante de Ingeniería Informática no debe olvidar que es humano. Así que dedicarse a las artes, como máxima expresión de la humanidad, es sin duda mi primera recomendación, y no importa que sea como hobby. (…) Cualquier expresión artística es muy importante como complemento a la carrera. Sobre todo, bajo la concepción de la Ingeniería Informática de la UCAB, que se encuentra orientada más hacia el desarrollo de software, ya que éste no es sino un producto intelectual, una expresión más de la humanidad. El ingeniero, y en específico el ingeniero en Informática, debe dar soluciones creativas e innovadoras a problemas generados por la actividad humana».
¿Han hecho (o planean hacer) ajustes en su método de formación académica en el marco del Plan UCAB 20-23?
«Como parte del ‘ADN’ de la Escuela de Ingeniería Informática, permanecemos en constante revisión del estado de la computación a nivel global, lo que pasa por estar atentos a las tendencias en formación de las disciplinas asociadas. En el marco del Plan UCAB 20-23, nos hemos propuesto la consolidación de la adecuación e internacionalización formal del currículo, atendiendo a las recomendaciones del IEEE (Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos – Institute of Electrical and Electronics Engineers), su Sociedad de Computación (IEEE-CS) y la ACM (Association for Computer Machinery), en cuanto al diseño curricular de las carreras asociadas a la computación para la década 2020 – 2030 en todo el mundo».
¿Cuál es la visión con la que están trabajando en la Escuela de Ingeniería Informática?
(…) Nuestra visión es ser un lugar para la formación sólida en el área de Ingeniería de Software. Es importante que esto se vea desde una amplia perspectiva, pues no se trata de formar a futuros ingenieros sólo en el área de programación, sino darle relevancia también a otras, tales como ingeniería de requerimientos; diseño y arquitectura de software; calidad, como ya mencioné anteriormente; y gestión de procesos asociados a su ciclo de vida. Se están incorporando fundamentos de las disciplinas de Sistemas de Información, Tecnologías de la Información, Ciencias de los Datos y Ciberseguridad, desde la perspectiva del software y bajo los lineamientos de la ACM y la Sociedad de Computación del IEEE para la década 2020-2030″.
¿Cuáles dificultades prevén para este nuevo año?
«Los aspectos humanos son fundamentales para el estudio de la informática y para el desarrollo de software que realmente cumpla con las expectativas de sus usuarios. Al mismo tiempo, nuestros estudiantes, en general, tienen un perfil en el que no destacan precisamente por una interacción social abierta. Bajo un contexto de pandemia, el contacto social y la interacción entre compañeros durante el proceso formativo ha perdido cierta calidad. Esto, sin duda, es una dificultad que tenemos que sortear para transformar la mentalidad del estudiante a lo largo de su carrera. Por otra parte, el trabajo en equipo se hace más cuesta arriba si los estudiantes no tienen una interacción fluida, más aún cuando no se conocen personalmente».
¿Cuáles son las expectativas de la Escuela de cara al 2023?
«Para 2023, en la Escuela de Ingeniería Informática esperamos consolidar nuestros planes de revisión curricular, de cara a la internacionalización y diversificación del currículo. (…) Esto pasa por revisar todos nuestros programas y normativas vigentes, para facilitar, aún más, esquemas en los cuales se favorezca la formación dual academia-empresa y consolidar la cadena de asignaturas asociadas a Inglés y Emprendimiento, que favorecen el desarrollo de competencias globales. En relación a la diversificación, debemos materializar nuestra visión transdisciplinaria, dando pequeños pasos pero seguros, mediante la oferta de cursos que fusionen otras disciplinas con la Informática. Al mismo tiempo, incorporaremos certificaciones asociadas a oficios modernos, pues es una realidad que no todos quieren estudiar una carrera larga, pero sí desean aprender sobre Informática».
♦Texto: Diego Salgado/Fotos: Manuel Sardá
*Esta entrevista forma parte de una serie que Elucabista.com está publicando con los directores de las escuelas de la UCAB, para conversar sobre los retos de la formación profesional en la actualidad y exponer las líneas de trabajo que está adelantando la universidad para mantenerse a la vanguardia en calidad académica.
Para leer las anteriores entrevistas, los interesados pueden hacer clic aquí: https://bit.ly/3rz6vLg