La músico Yéssica Ordóñez preparó un arreglo, en clave de cuerdas y voz, para acompañar la canción “Amarte a ti, Señor”, a propósito de la celebración de los 500 años de la conversión del fundador de la Compañía de Jesús
El Año Ignaciano o Ignatius 500 –que arrancó en todo el mundo el 20 de mayo de 2021 y culminará el 31 de julio de 2022- conmemora el quinto centenario de la transformación espiritual de Ignacio de Loyola, fundador de una de las órdenes católicas con mayor impacto global: la Compañía de Jesús, institución a la cual está confiada la UCAB como una de sus obras.
En este contexto, Yéssica Ordóñez, licenciada en Música y contrabajista formada en el Sistema Nacional de Coros y Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, «El Sistema», fue invitada a participar en un proyecto que fusiona dos de sus pasiones: la composición y el servicio a Dios a través del arte musical.
La versión creada y grabada por Ordóñez incluye arreglos para un contrabajo solista, tres contrabajos de acompañamiento, arpa y voz, todo ejecutado por ella misma.
El video musical que lo registra fue recientemente publicado en el canal de YouTube Comunicaciones Gumilla.
Una forma distinta de servir a Dios
La joven, quien se inició en la música a los siete años y actualmente es profesora de piano complementario, instauró su vínculo con la fe y las obras sociales de los jesuitas a través del profesor Aguirre, cuando él la preparó para los sacramentos de la primera comunión y la confirmación en la capilla Nuestra Señora de la Esperanza, en Carapita, una de las parroquias del oeste de Caracas que atienden los sacerdotes relacionados con la UCAB.
De esa relación surgió la propuesta de desarrollar “una pieza innovadora, con la cual quiero permitirle a otros que puedan conocer este instrumento”.
Con esta idea en mente, trabajó para poner sobre partituras una serie de notas y texturas musicales que acompañaran las letras escritas por el sacerdote Félix Zabala, fallecido en el año 2013.
El proyecto, dedicado a los jóvenes venezolanos -y particularmente a los vinculados a las obras jesuitas como la UCAB, el movimiento Huellas y las escuelas de Fe y Alegría- le “genera paz y felicidad” en medio de un contexto país adverso, tanto para los músicos como para el resto de la población venezolana.
Sobre el Año Ignaciano, Ordóñez apuntó que es importante tener esta festividad presente, por la destacada labor académica de la Compañía de Jesús en Venezuela y el resto del mundo.
“Gracias a San Ignacio de Loyola está conformada esta congregación, que tiene una de las mayores exigencias educativas que he conocido. Aquí se ha formado a los sacerdotes y a los estudiantes de una manera extraordinaria”, destacó.
Yéssica reafirmó el poder de la música como un “complemento fundamental para la vida”, por su capacidad de unir, complementar y tocar el alma de las personas, a través de los sonidos y las palabras -ya sean la palabra de Dios o las letras de una canción.
“Esta fue una experiencia muy bonita. A mí me gusta todo lo que tenga que ver con las artes, y si es referente a Dios me llama mucho más la atención. Por ejemplo, en la capilla de Carapita, donde toco el piano y canto, considero que es mi manera también de agradecer a Dios por darme el don de la música y de aprender otros instrumentos. Haciendo esto me siento feliz”.
Para ver y escuchar la interpretación musical de Yéssica Ordóñez de Amarte a ti, Señor, con motivo del Año Ignaciano, solo hay que hacer clic aquí: https://youtu.be/xM7XTZxKrjk
♦ Texto: Daniel De Alba Suárez / Fotos: Cortesía Yéssica Ordóñez